El ahorrador español ante la jungla de los fondos de inversión.
El confidencial.com
“Es la única industria en la que se obtienen beneficios gane o pierda el partícipe, algo inaudito” subraya
un gestor de patrimonios. “Si la comisión media se sitúa, por ejemplo, en un 2% y el patrimonio total alcanza los 204.000 millones de euros, estamos hablando de unos ingresos aproximados de 4.000 millones de euros y eso pase lo que pase con el dinero de los partícipes”, indica el jefe de análisis de una gran institución financiera.
“Crecimiento histórico...”, “espectacular incremento...”, “el dinero fluye con fuerza...”, dice la prensa económica sobre el momentum de los fondos de inversión, que huyen de la renta fija y se dirigen a la variable. Ya hay 25.370 millones de euros en fondos de renta variable, un incremento sorprendente e histórico, aunque mucho más sorprendente es ver el perfil del inversor en fondos.
Resulta de todo punto inexplicable que el 27% de todo el dinero que mueven los fondos de inversión esté hibernado en activos del mercado monetario, cuando el precio oficial del dinero está en el 2% y los bonos a diez años en poco más del 4%. Peor resulta si observamos como el 54% del patrimonio corresponde a estos activos más los de renta fija, con lo que podríamos llegar a la conclusión de que un buen número de partícipes no sabe dónde tiene invertido su dinero, no tiene ni idea que rentabilidades obtiene o, simplemente, ha sido engañado.
El conservadurismo de nuestros partícipes en fondos llega a tal punto que no parece importarles la negativa evolución de sus ahorros. La rentabilidad media está en un espectacular 0,2% en los FIAAM y en un 0,6% en la Renta Fija. En un 1,4% en los fondos mixtos de renta fija y en un 1,9% en los mixtos de renta variable. En ninguno de los casos el impresionante momento de los fondos de inversión deja un duro a los partícipes, puesto que no baten ni siquiera a la inflación.
Menos mal que empieza a producirse un revés en la gestión y ya se habla de gestión alternativa; de nuevas motivaciones de los gestores. No menos bestial es el incremento de los fondos garantizados que en su mayoría son expertos en el nulo retorno, mantienen esclavizados a los partícipes durante años en los que la bolsa puede estar subiendo y subiendo -o bajando y bajando- y, además, cobran unas comisiones de infarto. De sus rentabilidades, salvo contadas excepciones, mejor no hablar.
Pero el meollo del bollo -que dicen los de la prensa rosa- está ahora en la renta variable, el nuevo Eldorado de los mercados. Pues bien, mientras que el Ibex ha subido un 7,8% anual y hay valores con alzas de hasta el 40%, los fondos de variable, ese nuevo potosí que roza momentos no recordados desde la burbuja, ofrece a sus partícipes rentabilidades medias del 3,8%.
Sin duda, es un chollo esto de la industria de los fondos de inversión que, además, no molestan en las juntas de accionistas y no ofrecen dolores de cabeza, como en Estados Unidos.
Para más INRI, han conseguido de la administración el beneplácito para que los ahorradores cambien de fondo sin coste fiscal. Todo un evento, teniendo en cuenta lo antes señalado, aunque en la industria bursátil más de un gestor, más de un empresario, se queja del mal trato fiscal de los inversores, que se ven penalizados si quieren salir de un valor y entrar en otro en el mercado de valores. La especulación está penalizada en la bolsa, pero no en los fondos o al menos eso parece. En Estados Unidos, la meca de las finanzas y los escándalos, ya caminan por otros vericuetos.
Lo dicho, cuanto menos doy mas beneficio obtengo y mejor va la industria. Crecimientos espectaculares, dinero fluyendo en los mares del Sur bursátil, espectaculares momentos, estelares rentabilidades, garantías sin límite... es el maravilloso mundo de los fondos de inversión.