Cuando hay prosperidad, la vivienda sube. Y cuanta más prosperidad, más sube.
Por eso los pisos en Madrid suben más que en Badajoz.
La vivienda solo baja en periodos de recesión y de subidas elevadas del desempleo.
El problema (es decir, la burbuja) viene cuando la velocidad de subida del precio de la vivienda es muy superior a la velocidad de subida de la economía. Eso es precisamente lo que pasó entre 2000 y 2008, que mientras el PIB subía entre un 3% y un 4% anual, la vivienda subía un 14% anual. En estos últimos 10 años, las subidas anuales de la vivienda han sido mucho más leves.