Hace ya unos 20 siglos, el autócrata gobernante de la entonces Unión Euromediterranea mandó formar un censo, mediante el cual se estableciesen las cargas y exacciones tributarias que podría exigirle a la población, así como determinar sus obligaciones de contribución militar.
A tal fin, la población fue forzada a desplazarse a sus lugares de origen, a pesar de la precariedad de los medios de transporte de la época, y con independencia de la situación o estado de las personas afectadas.
Una extraña pareja, formada por un señor ya mayor, artesano de la madera, y su joven esposa, embarazadísima, tuvo que afrontar un largo e incómodo viaje, a lomos de un jumento, atravesando media Palestina.
Llegados a su destino, ella se puso de parto, y no les quedó otra que instalarse como buenamente pudieron en un establo, junto al resto de animales allí presentes. En esas precarias e insanas condiciones ella alumbró a un niñito. (Semmelweis se habría horrorizado, pero eran otros tiempos, y al parecer hubo algo de intercesión de los Poderes celestiales...).
Días después, llegarón unos "iluminados", dicen que creyentes y seguidores de doctrinas astrológicas supersticiosas y paracientíficas, que tomaron al niñito como objeto de adoración, llevándole diversos obsequios protocolarios sin utilidad práctica alguna (dadas las circunstancias).
Parece ser que esa presencia de esos personajes peculiares e iluminados alteró bastante las suspicacias políticas del autócrata regional gobernante, hasta el extremo que ordenó una especie de masacre genocida de todos los infantes nacidos desde fechas recientes.
La extraña pareja del señor mayor y la joven esposa, junto con su niñito, fueron alertados a tiempo, y pudieron emprender una huida nocturna, y supongo llena de fatiga y sobresalto, hasta el vecino estado de Egipto, del que no pudieron regresar a su tierra hasta años después.
Milagros de la resiliencia de las sociedades humanas, siglos después, ese conjunto de hechos penosos y lamentables, de abusos y sufrimiento humanos, de excesos y sinrazones de los poderes gobernantes, se ha transformado en algo muy diferente, dando lugar a eso otro tan almibarado de estas fechas, y que hasta el forero Juan Lackand (combativo él donde los haya) se compromete a un "alto al fuego" durante tres semanas y media llenas de buenos deseos de felicidad hacia todos.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!