Emulando el título de una antiquísima (supongo que los 80 merece ya ese apelativo) película, he aquí que nos vemos inmersos en una dinámica prebélica que tiene en vilo al mundo. Y no es para menos, una Tercera guerra Mundial (WWIII) sería un evento tan catastrófico que es hasta difícil poder tratar siquiera de imaginar sus consecuencias.
Por tanto; la principal pregunta que todos nos hacemos es: ¿hay riesgo real de una 3ª guerra Mundial? Supongo que esa es la pregunta de más fácil respuesta, lo realmente complejo es tratar de dar respuesta a los interrogantes que derivan de la situación actual.
A la respuesta a la primera pregunta sólo cabe inferir que la respuesta es no. Y es no porque la opción contraria es absolutamente impensable. Y citando al sr. Holmes, “Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad”
Y una vez respondida esa primera pregunta (o pretendido responder a la misma, qué más da) las siguientes preguntas/cuestiones acerca de las circunstancias actuales que surgen resultan ser (sólo quizás igual) de inquietantes que la pregunta principal. Así que vamos a desgranarlo por actores en este vodevil/tragicomedia
Rusia: el Zar Putin (harto interesante la definición de los rasgos psicológicos que los servicios de inteligencia hacen del mismo) ha decidido que quiere recuperar parte del antiguo poder de la URSS (al menos su influencia geoestratégica, Lenin nos libre del comunismo igualitario que haría desvanecerse enormes fortunas oligárquicas) y mejorar su maltrecha reputación en territorio patrio. Y en el tablero actual la nueva pieza para ello era Ucrania. Ya habíamos asistido a intentos de injerencia en procesos electorales, noticias falsas y desinformación, asesinatos selectivos y otros ataques diversos, pero parece que había que aumentar la apuesta (para llegar al farol). Y ese farol es Ucrania. Y por desgracia para todos, vamos a asistir a una nueva crisis de los Sudetes en las que al plegarse al matón histórico de turno conlleva peores consecuencias a largo plazo.
USA: aquí tenemos a Biden y sus servicios de inteligencia asegurando que la invasión es inminente. Quizás sea cierto (quién sabe cuál es la verdad a estas alturas, máxime siendo un concepto tan puro e inalcanzable este), pero siempre viene bien en momentos de impopularidad encontrar un buen conflicto internacional para mejorar intenciones de voto futuras
Europa: Espectáculo dantesco y tragicómico a la par. Demostrando que la vieja Europa, cuna de civilizaciones y del mundo que conocemos, es absolutamente irrelevante, devenida en un reino de taifas en el que cada cual negocia por su lado (¿dónde irán esos oscuros gaseoductos? Cuál canción por todos conocida)
Ucrania: pues por desgracia (para ellos) serán los paganos finales. Ya sea vía acuerdo final renunciando a la OTAN y sometidos a la órbita zarista, o bien llegando a dividir el país en dos partes (pro rusa y prooccidental). Seguro que mejor de los que estaban no salen de esta. Ya se sabe que en todo carnaval hace falta un chivo expiatorio.
China, Irán: si Putin mueve ficha, los siguientes en lanzar su jugada serían otros actores por Taiwan y oriente medio. Cosas del ajedrez y sus endiablados movimientos.
Situación económica actual: la sombra de una guerra lógicamente afectará temporalmente a la economía (subida petróleo y oro, aumento inflación subsiguiente, etc.) Pero una vez pase este episodio, volveremos a la situación precaria actual (desigualdades, desaparición de la clase media, populismo, egoísmos, etc.). Si quieren indagar más en temas económicos les recomiendo (modestia aparte y haciendo de influencer de mí mismo) la lectura de las entradas anteriores de este blog (espero que se aburran lo justo con las mismas)
Bolsa: pues supongo que veremos caídas y luego algún (mini) rallye cuando se dé por concluida esta situación e tensión actual. ¿Luego que pasará? ¿Estaremos antes una nueva tendencia bajista generalizada (partiendo de la base que los múltiplos para calcular las valoraciones de empresa sobre todo en el Nasdaq eran absolutamente irreales)? Quién sabe (yo seguro que no…)
Conclusión personal: asco de mundo…