Rotación de carteras. Los taxistas de Nueva York.
En líneas generales entiendo por rotación de carteras de valores la alteración que se produzca en ella por la inclusión de nuevos valores o la salida de alguno de ellos, los cambios son muy variados y pueden ir desde los cambios diarios en operadores a corto plazo o hasta la duración del ciclo económico; esto último es mi punto de vista, ya que una vez acabado el ciclo económico solo los políticos hablan de consolidación, hay otras versiones de más largo plazo que pueden ser perennes.
Mi idea de que la inversión en valores ha de ser como máximo con una duración del ciclo económico está basada en la gestión del Asset Allocation. La inversión financiera contempla tres tipos de activos: Renta fija corto plazo, renta fija largo plazo y acciones, y cada producto es adecuado para determinados momentos del ciclo económico. En momentos de expansión de la economía la mejor inversión financiera son las acciones pero cuanta llega el momento de agotamiento del ciclo las acciones empiezan a bajar y el mejor refugio suele ser la renta fija a largo; esto es lo que ha sucedido en los últimos años donde hemos visto que desde los máximos de Bolsa (año 2007) la renta fija ha sido una gran inversión; normalmente esto se hace para preservar el capital ya que la bolsa es como la luna cuando no crece mengua, pero en esta ocasión al ser una crisis financiera la inversión en bonos ha sido además una huida hacia la seguridad de tal forma que se han sacado rentabilidades sobre el 10 % en la modalidad de bonos durante la etapa de crisis. Por lo que considero que mi inversión en bolsa con un horizonte temporal máximo de la duración del ciclo económico no es capricho sino una adaptación lógica al ciclo económico. Si la rotación la hace un inversor a corto plazo porque lo hace bien, pues perfecto y si es inversor de largo plazo creo adecuado la rotación por los motivos expuestos.
Los taxistas de Nueva York. Desde el punto de vista de las finanzas conductuales hay esta historia de los taxistas de Nueva York que es válida para los demás taxistas y para otras profesiones similares con sus ingresos y puede verse que las decisiones que se toman no están de acuerdo con la lógica económica y creo que ayuda a comprender la rotación de carteras.
Algunos investigadores han llegado a la conclusión de que algunos taxistas establecen para cada jornada un objetivo de ganancia y una vez obtenido dejan el trabajo ya que han conseguido su objetivo. Lo que ocurre es que hay días que por ser lluviosos o por algún evento extraordinario en la ciudad hay más trabajo y ese día el taxista consigue el mismo beneficio pero trabajando menos horas. Hay días que el trabajo es más escaso y necesitan muchas horas para conseguir el mismo beneficio. Quiere decir que ganando lo mismo trabajan más horas los días malos. Estos taxistas tienen una asimetría entre ganancias y pérdidas y el tiempo trabajado. La irracionalidad es que el día que no consiguen el beneficio esperado lo entiende como una pérdida, mientras que la superación del objetivo es percibido como una ganancia pero esta menos motivado para seguir trabajando.
En la gestión de carteras ocurre algo similar, cuando la tendencia es alcista hay inversores que venden demasiado pronto porque ya tienen su beneficio (días buenos de trabajo del taxista) y conservan demasiado los títulos que deberían de vender (días de poco trabajo del taxista)
Es muy difícil que una vez acabe el ciclo económico haya valores que en tendencia bajista lo sigan haciendo bien; mirando de forma retrospectiva en cada crisis podremos encontrar alguno, pero eso solo lo sabremos a posteriori, por lo que si actuamos como el taxista y vemos que vienen malos días para el taxi lo mejor es ir a casa y volver a salir cuando hay suficiente trabajo.
Los inversores comparan el precio del título con el precio de adquisición y el inversor lo cuantifica como una ganancia segura y es fácil que se venda antes por tener el beneficio hecho.
En cambio si no se ha hecho el beneficio o hay pérdidas, el inversor vende demasiado tarde y además intenta minimizar el error con las expresiones “si no vendo no hay perdidas” “con lo que ha bajado solo toca subir” etc.
Desde el punto de vista macroeconómico estaría en bolsa en una parte del ciclo, el equivalente a los días que los taxistas tienen más trabajo y me dedicaría a la renta fija en los momentos adversos del ciclo como explicaba hace un tiempo en este post sobre Sísifo y las tendencias del mercado. Los días de los taxistas no han de interpretarse como unidad diaria sino como etapa para distinguir entre tendencias favorables a la bolsa o adversas.
http://www.rankia.com/blog/analisisbolsa/1929353-sisifo-tendencias-mercado.
Un asesor de Bill Clinton llegó a decir que en caso de reencarnarse le gustaría hacerlo en el mercado de bonos, y es cierto, cuando en el año 2007 empezó la crisis los bonos fueron el valor refugio y sus rentabilidades han sido altísimas. Muchas gestoras encuentran relativamente fácil tener gestores que superen al índice en las épocas de subida, pero no lo es tener gestores que lo hagan en el conjunto de épocas de subidas y bajadas. En épocas expansiva del ciclo es fácil ver la evolución de la empresa, pero cuando viene el ciclo adverso no es tan fácil verlo; los datos de una empresa pueden ser excelentes y tener el mejor producto del mercado pero si el entorno no es favorable no podrá venderlo, puede ser una empresa con gran liquidez pero si los bancos han retirado crédito a sus clientes sus ventas bajaran, así lo que tenemos es tan importante como lo que no tenemos y hay que valorar que una parte de la información no la tenemos y es importante. A pesar de todo ello seguiremos teniendo errores pero lo importante es que no se conviertan en desastre.