Rajoy ha señalado que los seis millones de parados constituyen "la expresión más dramática de esta crisis" porque representa "la frustración de millones de personas" y la pérdida de esperanza en el futuro.
Sin embargo, Rajoy considera que estas cifras constituyen un incentivo para desarrollar programas activos que mejoren la situación económica general y que es necesario "remover los obstáculos al desarrollo económico" para crear una senda de crecimiento que mejore las cifras de empleo.
El presidente asegura que para crecer y crear empleo "es necesario sanear previamente nuestra economía. Es una condición sine qua non. Ineludible. Por duras y dolorosas que sean las tareas de saneamiento, hay que hacerlas. Lo contrario sería condenar a los españoles a un larguísimo periodo de decadencia económica".
Rajoy añade que las políticas que sientan las bases para la mejora de la economía y del paro en general van por buen camino, lo que incrementa la credibilidad de España respecto a los inversores extranjeros, lo que se manifiesta en la reducción de la prima de riesgo.
En este sentido ha expuesto la adecuada tendencia que se observa en el déficit del sector exterior, el crecimiento de los precios, la reducción del déficit público o la reestructuración del sector financiero.
Para invertir la situación a la que se enfrenta el país, se requiere la introducción de reformas como las que se han aprobado, concretamente, destaca las reformas sobre disciplina y consolidación fiscal, las reformas del sector público y del sistema de pensiones para asegurar su sostenibilidad o el nuevo marco normativo del sistema financiero.
Además, se está incentivando la inversión exterior en nuestro país, afirmando que "hemos tenido algunas noticias positivas de algunas multinacionales y creo que vamos a tener algunas más en el futuro".
