Esta es una segunda entrega de “Divagaciones” porque me he dado cuenta que aún me quedan cosas por decir, así que como suelen empezar los informes macroeconómicos de Goldman Sachs “vamos a ello”.
Llega el verano, estación tradicionalmente aburrida para los mercados si no bajista, pero este año tiene una particularidad, cual año bisiesto, había un mundial en el que por lo visto España ha sido eliminada. No me gusta el futbol, en general no me gusta dedicar tiempo a deportes que no generan un beneficio real, a diferencia de un mundial de turismos, en el que se prueban las piezas que tendremos en nuestros coches. Pero lo que si me gusta hacer, y siempre lo he hecho es observar, dedicar tiempo a observar mi entorno y sacar conclusiones sobre los comportamientos sociales de las personas.
Por lo que quiero compartir algunas conclusiones que he sacado a partir de la observación, solo que antes de empezar quiero recordarte, querido lector, que tienes la opción de dejar de leerme ahora, si no… “vamos a ello”.
He observado que durante el mundial, las urgencias, las comisarias para denuncias absurdas porque el perro del vecino ladra, los restaurantes sin televisión, las playas, los centros comerciales, y demás zonas de socialización no banales se quedaban desiertas, cosa que es una gozada porque no me gustan los humanos en términos generales, lo que me lleva a pensar ¿realmente tanto importa un partido de fútbol1? ¿Es porque representa un país? ¿Es un elemento de distracción (opio) para el pueblo? ¿La gente tiene tantos problemas que necesita evadirse? ¿O quieren evadirse porque realmente no son capaces de afrontar la realidad? Son demasiados interrogantes como para ponerme a buscar la respuesta a cada uno de ellos, y soy consciente de que muchos de los que me leen son grandes fans del futbol, pero ojo, no critico el gusto por el futbol, si no el espacio mental que se le da frente a otros elementos más importantes (aunque no es el caso de mis lectores, podría decirse que este artículo es principalmente para los que no me leen y que ni siquiera pisarían este blog). Cuando me he dedicado a escuchar mi entorno he oído frases como “hemos jugado muy bien” y me dan la risa porque ese uso de la primera persona del plural es inquietante “hemos jugado” ¡oh joder! Eso equivale a ver una película porno y decir “hemos follado”. Creo que hay que mantener una perspectiva en todo este tema, y ordenar la mente y la capacidad de aprendizaje, si dedicásemos como sociedad la mitad del tiempo que se dedica al futbol, para aprender y educarnos en el campo de la cultura financiera otro asunto sería el que nos atañese, porque, y es aquí donde viene mi mapa mental complicado, la falta de cultura financiera está muy directamente relacionada con a) el tiempo dedicado a ver y hablar (discutir fanáticamente) al fútbol y b) los canales de televisión que se ven (deportes y prensa rosa).
Después es cuando el del banco de debajo de casa, ese mismo donde te recibe el “director de la sucursal” (quiero recordarte que el director de una sucursal bancaria no es nadie) te cuela un depósito estructurado fantástico, para que después tipos de Wall Street (y de aquí) monten una operación con, no se… CDS’ o Swaps’ y te desplumen. Es vital, que se fomente la educación financiera desde pequeños, es nuestra obligación cambiar este panorama tan desolador que tenemos, en el que cuando hay un mundial todos se convierten en entrenadores de fútbol, y cuando tenemos una crisis económica todos son economistas, pero en realidad nadie sabe lo que pasa ni cómo actuar, ni siquiera los motivos de porque están en esa situación. Ejemplo rápido, todos esos individuos que se compraron una casa en 2008 a tipo fijo porque “el ladrillo siempre sube”, no sé quien dijo esa falacia pero merece una estatua, desde entonces se han dado oportunidades geniales para comprar inmuebles en subastas por embargos hipotecarios, y se han creado unas socimis estupendas.
Es posible que muchas personas sufriesen la crisis por accidente, por tomar la decisión equivocada en un momento de su vida erróneo, pero otras muchas personas lo hicieron por codicia, y como dijo Gordon Gekko, “la codicia parece que es legal”. Yo no culpo a la codicia pero si a la falta de responsabilidad, si te compras acciones del Banco Popular porque te dicen y aceptas (sin hacer crítica o un estudio propio) ese hecho, después, y es mi opinión, no tienes autoridad moral para quejarte por perder todo lo que habías invertido, sobre todo teniendo otras opciones de inversión increíblemente rentables y seguras. Por esa razón, todos los que son inversores con gran aversión al riesgo deberían abrazar la única filosofía que ha demostrado ser sensata y segura, el value investing. Si quieres proteger tu capital lo mejor que puedes hacer es buscar un buen fondo en valor y jamás invertir en la mierda que te vende tu banco. El problema de la cultura financiera ha provocado que los bancos tengan una codicia desmedida y quieran sangrar a sus clientes, para después, el gobierno volver a sangrar a los ciudadanos vía impuestos.
En mi proceso de observación me he encontrado con dos principales grupos, los que hablan de fútbol y temas banales que no aportan nada y todos los demás. Aunque esos demás son minoría para mi desgracia. Y he aquí donde quiero hacer una crítica clara y ofensiva, si no se le dedica tiempo a la formación, ya no en cultura financiera, si no en tu campo de competencia, como espera esa persona avanzar y crecer personalmente, ya se que es posible que esa persona sienta comodidad en su situación, trabaja 8 horas al día, llega a casa y se pone el programa de turno sobre el corazón o deportes. Pues siento lástima y pena por esa persona y creo que jamás debería tener la oportunidad de acercarse a los manjares del intelecto elevado que hay en los libros, porque no los entendería principalmente. Quizás sea por mi particular visión del mundo y el poco gusto que siento por la raza humana pero esa gente que tiene alergia a cualquier libro que sea de un tema… aunque sea divulgativo, no sé yo si deberían tener el derecho moral de quejarse cuando les estafan. Insisto en que no debe tener todo el mundo los mismos conocimientos sobre una materia, pero si reconocer en lo que se es un profano y no intentar ser un economista de playa, por eso es importante que todos los profanos en el mundo de la inversión se pongan en manos de un asesor financiero independiente.
En este punto quiero compartir algo sobre mí, desde hace 9 meses no veo prácticamente la televisión, me refiero a canales típicos, o al menos solo durante las comidas y cenas pero no más de 20 minutos, creo que ahora mismo no hay ningún canal que ofrezca calidad. Mis grandes amigos son Netflix, Amazon Prime Video y algunos canales de Movistar, aunque principalmente la F1. He probado la serendipia (no es una droga, busca en Google y te sorprenderá) y he estado haciendo deporte entre media hora y dos horas al día, además de dedicar al menos una hora al día para leer un libro, aparte de todo lo que tengo que leer por trabajo. ¿cual ha sido el resultado? Me he sorprendido con la mejora a la hora de invertir (Bolsa y Private Equity), de hacer negocios (inmobiliarios) y de buscar oportunidades de inversión. El dinero como mejor está es invertido y trabajando para ti.
Con toda está sarta de palabras más o menos ofensivas, ya avisé que podías dejar de leerme, quiero dejar claros unos puntos muy concretos, cuanto más tiempo se dedica a los deportes y prensa rosa, menos tiempo se dedica al cultivo de la mente y a la creación de nuevos rincones de conocimientos en nuestro interior, cuando veáis que alguien debate fervientemente (fanatismo) sobre un tema que no controla como es el último partido de la URSS antes Españistan o el color del pelo de la hija de Belén Esteban ya sabéis en que saco meter a ese individuo y cuál es mi opinión sobre esa persona. Cuanto más tiempo dediquéis para aprender y leer, cultivar la mente y el cuerpo, que estar sanos es importante, más descubriréis un concepto que Taleb acuñó, “anti-biblioteca” que son todos esos libros que te quedan por leer pero ya tienes en tu biblioteca adquiridos, y realmente ocurre así, cuantos más libros he leído, más libros me he comprado y se me acumulan en la estantería de los pendientes por leer. Taleb afirma que es una fantástica situación tener muchos libros pendientes por leer pero ya comprados, porque de esa manera tomamos conciencia de que lo sabemos, pero sobre todo de lo que no sabemos y queremos saber, aumentando nuestra motivación para ello y alejándonos de lo banal e intrascendente. Y para terminar, jamás se fíen de su banquero, contrasten las opiniones.
- He elegido el fútbol porque es el deporte por excelencia que la mayoría tiene en un pedestal y centran su vida en ello, por eso es el ejemplo perfecto para este artículo
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