Continuación del post de blog Rumasa, Nueva Rumasa y D. José María Ruiz Mateos (TV 1 octubre / noviembre 2021) -1a parte *293*
Antes de iniciar el desarrollo del punto 2 del post anterior, deseo comentar algo relevante de Rumasa (la primera) que, de otro modo, pero la misma idea, siguió en Nueva Rumasa.
Según un artículo de La Razón, pero recuerdo haber visto este porcentual en diversas ocasiones, se indica:
El riesgo crediticio que mantenían los bancos de Rumasa en sus compañías superó el 60%. La auditoría no terminaba de llegar y el Gobierno socialista decidió por sorpresa la expropiación de Rumasa, sus 18 bancos incluidos, con un polémico real decreto-ley que fue recurrido ante el Tribunal Constitucional.
Esto es una barbaridad, significa exactamente que del dinero de los depositantes, disponible para dar financiación, es decir, todo el dinero exceptuando el coeficiente de caja (4% en 1983), el dinero físico en las oficinas y algunas otras partidas de balance como depósitos en otros bancos, en el Banco de España, etc., el 60% estaba prestado a empresas del propio Grupo Rumasa, de cada 100 euros (entonces pesetas) prestables, 60 en créditos, préstamos y financiaciones a empresas del grupo Rumasa. Es evidente que, si había una insolvencia del grupo, los 18 bancos que tras la expropiación se concluyo que eran realmente 20, caían con el grupo. Pero es que incluso una concentración con empresas de la máxima solvencia, que no era el caso, en un negocio, el bancario del que dependen muchas familias y empresas, los depositantes, es de una “imprudencia temeraria” de manual.
El como por las inspecciones que el Banco de España, no detectó eso anteriormente, la verdad, no acierto a comprenderlo, De acuerdo que no había obligaciones de auditoría, que el grupo no presentaba balances consolidados y, por tanto, habría que ver de manera simultánea “las cuentas” de los 18 bancos, aun con ello “esconder” nada menos que un 60% del monto total de créditos y préstamos de los bancos, se me antoja muy, muy complicado para que, como poco, no hubieran “pistas”.
Sea como fuere, el asunto está que todo el crecimiento de la primera Rumasa, y veremos que del mismo modo la segunda, en próximos posts de blog, estaba organizado con una abultada deuda, esperando que los beneficios de las propias empresas pudieran cubrir sus amortizaciones, no obstante, como indiqué en el post anterior:
Cualquier crecimiento relevante, generalizando, crea tensiones de liquidez, y es lógico, porque las diferencias temporales entre la inversión a realizar o la financiación de los nuevos procesos productivos (o su incremento) suponen ciertas necesidades de tesorería.
El cobro del incremento de las ventas previsto, no va a llegar en la mayoría de las ocasiones al mismo tiempo del momento de pago de las inversiones o, del de pago de las materias primas y los gastos de la nueva producción, con lo cual hay dos soluciones, incrementar la capitalización de la empresa o acudir a la deuda.
Tengamos en cuenta que hace décadas que los departamentos de riesgo de los bancos, son un poder dentro de las entidades (y hoy de cualquier empresa con cierta estructura) no suelen responder a presiones de ninguna parte, ni de los superiores jerárquicos, así funciona y se establece desde los propios consejos de administración, porque de no estar así configurado ¿de que iba a servir un departamento de análisis de crédito, si se pudieran coartar sus decisiones? Se puede cambiar a los equipos, pero no la política de una cierta independencia, de otro modo, repito, su utilidad sería extremadamente limitada. Pero el en caso de los bancos de Rumasa, parece que no funcionaba así, en absoluto.
La atomización bancaria del momento, fue extremadamente útil al grupo, se podría adquirir un banco por poco dinero, bancos pequeños, a los que se dotó de buenas herramientas de captación de depósitos, pagar mayor interés que nadie, de hecho ¿no es casi lo mismo que con los pagarés de Nueva Rumasa, pagando el 8 o 10%, en momentos en los que los bancos y cajas de ahorro pagaban la mitad, en el mejor de los casos?
El tema de los nombres de los bancos, las redenominaciones, como en todo, va “por modas”, hace varias décadas, montones de empresas era “Hijos de …” “Sucesores de ….”, no hace muchos años, vimos muchas denominaciones sociales con adjetivos con una dos letras cambiadas, estilo “Acciona, Contexta, Valoriza, Fluidra, etc.”. por aquel entonces los bancos era de una población o provincia, Banco de Santander, Banco de Sabadell, Banco de Bilbao, Banco de Vizcaya, Banco de Galicia, Banco de Andalucía …. De hecho, hoy la marca es Banco Sabadell o Banco Santander, pero la denominación social sigue siendo Banco de Santander, S.A. o Banco de Sabadell, S.A., entonces en Rumasa algunos bancos al cambiar de accionista, también cambiaron su denominación, Banco de Albacete, Banco de Extremadura, Banco de Murcia ….
Volviendo al primer banco adquirido por Rumasa, pensemos que el redenominado Banco de Jerez, siendo un negocio muy pequeño, no era ninguna excepción, había decenas de similares en toda la geografía, algunos podían responder a un tejido industrial de la zona, como el caso de Banc Sabadell, fundado en 1881, que estuvo décadas con una sola oficina, pero en una localidad grande y con vocación de dar servicio financiero a un sector muy importante, la industria textil local, otros como por ejemplo Banco Herrero, para la cuenca industrial y minera asturiana, que revisando la lista de CSB de 1947 veremos a montones que respondían a una actividad comercial o primaria relevante en sus lugares de origen. Años antes de la creación de Consejo superior Bancario, repito, en 1947, podemos hablar del Banco Ceretano (revista el Pirineo de diciembre de 1925)
Este banco ya no aparece en el listado del Consejo Superior Bancario creado en 1947. En una zona fronteriza con Francia, la localidad de Puigcerdà, donde llegó el ferrocarril en 1922, con una estación inmensa, si la comparamos con la población de la localidad y comarca, supongo que con la idea de ser la conexión transfronteriza, pero que al cabo de pocos años, tal conexión se hizo por La Jonquera, también en Girona, pero a una distancia considerable de Puigcerdà y unas comunicaciones que hoy consideraríamos imposibles. Las zonas fronterizas podrían ser negocio por el cambio de divisas y las importaciones o exportaciones.
Este banco ya no aparece en el listado del Consejo Superior Bancario creado en 1947. En una zona fronteriza con Francia, la localidad de Puigcerdà, donde llegó el ferrocarril en 1922, con una estación inmensa, si la comparamos con la población de la localidad y comarca, supongo que con la idea de ser la conexión transfronteriza, pero que al cabo de pocos años, tal conexión se hizo por La Jonquera, también en Girona, pero a una distancia considerable de Puigcerdà y unas comunicaciones que hoy consideraríamos imposibles. Las zonas fronterizas podrían ser negocio por el cambio de divisas y las importaciones o exportaciones.
Sin embargo, existieron otros bancos en zonas que ni población suficiente ni tejido empresarial alguno, también fueron fundados, un ejemplo fue la Banca Carrera en la población gironina de Ribes de Freser, en tales casos la explicación intuyo que fue la legalización / transformación a banco de un corresponsal (delegado) de otros bancos para dar servicio, facilitar el cobro de letras de cambio, etc.
Rumasa adquirió las fichas bancarias de los bancos que “se le pusieron a tiro”, y por lo que consta en las hemerotecas, la primera actuación era ampliar capital hasta los 25 millones de pesetas (150.253,03 €) entre 2 y 3 millones de euros a valor actual, dependiendo si se adquirieron a final de los 60 o a mitad de los 70 del sigo pasado. Esto son cifras muy bajas para un banco, y no he encontrado ninguna publicación antigua, o análisis tras la expropiación, que indique de donde salía tanto el dinero de la compra de las acciones, como el de las ampliaciones de capital. Visto con perspectiva, existe la posibilidad de que realmente no existiera desembolso real de fondos alguno, sino que un banco ya del grupo, prestaba a Rumasa para comprar el banco y ampliar capital, con lo que la sospecha o presunción de que al final se movía dinero de un lado a otro, pero que la creación de beneficios no era tanta ni de lejos, ahí queda.
Como muestra de sistemas poco ortodoxos con las empresas, en Burbuja.info https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/la-vieja-rumasa-funcionaba-igual-que-la-espana-de-la-burbuja-inmobiliaria-transcripcion-libro-de.210909/ se publicó sobre una rocambolesca operación con el Banco del Oeste. Fundado comoo Banca Garcia Gascón en Béjar (Salamanca), luego Banco de Béjar y finalmente redenominado como Banco del Oeste por Rumasa
Como ejemplo elocuente de esta práctica puede servir el proceso sucesivo de ventas de acciones del Banco del Oeste, realizado por Rumasina a Rumasinver, y por esta sociedad a Rumasa, en septiembre de 1981. En primer término, Rumasina, que controlaba el Banco del Oeste desde 1973, vendió 175000 acciones -el 25% del capital del banco- a Rumasinver por un valor total de 957,25 millones de pesetas que supuso un cambio del 547%. La operación permitió a Rumasina generar una plusvalía de 471 millones de pesetas que hizo posible abonar los intereses de los créditos comprometidos con los bancos del grupo. Simultáneamente, Rumasinver vendió esas mismas acciones a Rumasa por 1723,75 millones de pesetas, es decir, casi el doble del precio de compra...La segunda serie...quedó a favor de Rumasinver, que de esta forma y en un solo día realizó una plusvalía...que le permitió pagar los intereses pendientes de abonar a los bancos del grupo.
Así, las dos sociedades de cartera más importantes de Rumasa realizaron importantes beneficios contables mediante ventas internas, que finalmente eran abonadas por Rumasa. Al ser esta de ámbito familiar, no necesitaba presentar balances públicos ni dar cuentas a nadie. Un año después, en la cartera de valores de Rumasa, esas acciones del banco del Oeste aparecieron de nuevo revalorizadas en un 1000 [MIL] por 100 sin que se sepan las razones de esa extraordinaria plusvalía.
...De esta forma, Rumasa se hizo en 1981 directamente con el 50% del Banco del Oeste, quedando el otro 50% en manos de Rumasina que disponía de un cauce interesante para crear artificialmente ingresos con los que cubrir sus costes. Otro tanto se hace con otras sociedades del Grupo en una lista que sería prolijo relatar.
Por cierto, Rumasina y Rumasinver, llegaron a cotizar en la Bolsa de Madrid, con lo cual tendrían accionistas no vinculados a la familia, muchos o pocos, pero los tendrían, con lo cual una operación de este tipo, estaba perjudicado claramente los intereses de tales accionistas externos.
El País 8 de agosto de 1979 "EMPRESAS - Resultados positivos de Rumasina y Rumasinver en 1978"
En otro artículo de El País, en 1983 hay unos párrafos extremadamente interesante a estos efectos:
Rumasa, un imperio con pies de banco
..... el crecimiento sigue y se adquieren paquetes importantes de acciones de la Masaveu y del Banco de Expansión Industrial.Los instrumentos de la expansión
Pero, además, comprar bancos para un grupo industrial es un seguro de huida hacia adelante casi permanente. Por muy mal que vayan las empresas, y no tienen por qué ir todas mal, no tendrán nunca problemas de liquidez para hacer frente a sus pagos de salarios y demás obligaciones, si cuentan con el apoyo total de un grupo de bancos que proporcionan todo el dinero que necesiten en cada momento. El "agujero" crecerá de forma continua pero, como decía uno de los primeros expertos del Banco de España en desembarcos en bancos en crisis "un banco no pasa a tener problemas de tesorería hasta que ha inmovilizado en empresas propias la totalidad del dinero de los depositantes". Como prueba de esta realidad se puede afirmar que Banca Catalana no tenía problemas de tesorería en el mes de mayo de 1982 y, sin embargo, ya en ese momento arrojaba unas pérdidas muy superiores a sus recursos propios y a buena parte de sus recursos ajenos.
Nada más cierto, sin embargo, si el Banco de España hubiera realizado adecuadamente su labor de supervisión, tendría que haber detectado que aquello se estaba convirtiendo en una bola de nieve monstruosa. Las preguntas a mi juicio son:
¿No pudo detectarlo, ante la multitud de sociedades que no formaban orgánicamente ningún grupo empresarial?
¿Imposible sin la existencia de auditorías que habrían tenido acceso a los libros de las sociedades?
¿No interesó indagar en ello, en aquellos momentos, dejando el asunto para mejores tiempos, porque no olvidemos que la economía española era muy débil, y Rumasa les había sacado de encima varios problemas de insolvencias bancarias previas, con la compra de bancos intervenidos?
Creo que la posibilidad de “un poco de todo” sería la correcta.
Alguna compra bancaria de alto coste existió, como el caso del Banco Latino, salvo error por mi parte, procedente de un pequeño bando e la localidad de Torelló (Barcelona) denominado en su momento Pujol y Subirachs Y Cía. Se adquirió por 750 millones de pesetas de 1976, equivalentes eran 4.5 millones de euros y a valor actual unos 47 millones de euros, pero un banco con 5.000 millones de pesetas de depósitos, algo más de 300.000 mil millones de euros de hoy, y unas 20 oficinas, si bien, la estructura bancaria de Rumasa ya era importante el 1976 como para presuntamente proveer de financiación para la compra.
¿Y todo eso, que tiene a nivel comparativo con Nueva Rumasa y sus pagarés?
¿Y todo eso, que tiene a nivel comparativo con Nueva Rumasa y sus pagarés?
Aun cuando la distancia formal para la consecución de financiación es abismal, en Nueva Rumasa no hay bancos del grupo, pero si un sistema de financiación como poco “especial”, acudiendo a sistemas no tradicionales como los pagarés, adquiriendo empresas a crédito pero al mismo tiempo, con activos susceptibles de hipotecar para conseguir liquidez para seguir aumentado el número de empresas controladas, trasvases de dinero de unas sociedades a otras, etc. dejando a las primeras sin liquidez para funcionar correctamente, etc.
A lo largo de esta serie de publicaciones, voy a anotar una operativa muy curiosa e imaginativa de la primera Rumasa, que es calcada a los pagarés, incluso en el formato empleado. Lo que desconozco es si fue una sistemática o simplemente unas pocas operaciones financieras que, mucho más allá de simples anécdotas, no fueron generalizadas o el número de operaciones pudo no ser significativo en relación al volumen total de operaciones de grupo. Lo que si creo estar en condiciones de asegurar, es que era calcado a los pagarés.
A lo largo de esta serie de publicaciones, voy a anotar una operativa muy curiosa e imaginativa de la primera Rumasa, que es calcada a los pagarés, incluso en el formato empleado. Lo que desconozco es si fue una sistemática o simplemente unas pocas operaciones financieras que, mucho más allá de simples anécdotas, no fueron generalizadas o el número de operaciones pudo no ser significativo en relación al volumen total de operaciones de grupo. Lo que si creo estar en condiciones de asegurar, es que era calcado a los pagarés.
No obstante, y con toda la negatividad de este post de blog, creo que hay que reconocer las cosas como son, tras mas de 38 años de la expropiación de la primera Rumasa, siguen vivas empresas de aquel grupo, hoteles como Los Lebreros, Los Galgos, la bodegas, Galerías Preciados, etc., en Nueva Rumasa siguen vivos montones de negocios, las subastas de tales bienes supusieron mucho interés por parte de los inversores, es decir, “olfato” para los negocios no se les puede negar, sin embargo el problema por lo que parece, no eran los negocios en sí, sino la compra mediante deuda de los mismos, la falta de capital o de existir, un trasvase hacia otras sociedades para seguir incrementando las empresas del grupo, pero no la rentabilidad de tales negocios, tal vez insuficiente de cara al objetivo final, un crecimiento geométrico a un ritmo difícilmente soportable, cuando no se consideró presuntamente que el tiempo “de digestión” es algo a considerar de forma prioritaria, antes de acometer nuevas compras.
“La curiosa” consideración del factor tiempo, pudo ser uno de problemas básicos tanto en Rumasa como en Nueva Rumasa, porque los ritmos de incremento fueron extraordinariamente parecidos.