Lo confieso, estoy obsesionado con la energía solar y no puede ser de otra forma.
Tras veinte años estudiando como la radiación solar puede y debe tomar un papel protagonista en sacarnos del agujero ambiental y económico en el que estamos metidos, lo tengo claro. Debemos volver a la energía primigenia y es Ra quien la da. Hizo posible la formación del gas, carbón y petróleo que quemamos como si no hubiera un mañana y que nos proveen de las cinco sextas partes de la energía en el mundo. Es responsable de la formación de los vientos que mueven los aerogeneradores, hace crecer las plantas que nos regalan la biomasa, los microbios que generan biogás y mueve las corrientes marinas. Las olas que apenas se empiezan a aprovechar hoy día las mueve también a través del viento. En definitva, toda la energía del planeta tiene origen en el sol a excepción de las mareas, la geotérmica de alta temperatura y la nuclear de fisión. Sí, Ra me tiene cautivado, y con muy buenas razones.
De vez en cuando me froto los ojos para comprobar si estoy soñando ante el espectacular cambio del panorama empresarial solar en EE.UU., pero no. Las empresas líderes en energía solar del país resurgen de sus cenizas ante la adopción de medidas anti-dumping contra China, un Obama envalentonado que no duda en hablar extensamente sobre cambio climático y dependencia energética en pleno debate del Estado de la Nación, y una llegada de la grid parity que se está extendiendo como una mancha de aceite por todo el país.
La energía solar fotovoltaica resurge de sus cenizas en Estados Unidos, pero reconvertida. Se ha pasado de un modelo fuertemente primado que pivotaba sobre huertos solares a grandes plantas de centenares de MW que requieren por economías de escala de más créditos fiscales que regalos fiscales. Por el otro extremo, las instalaciones domésticas y comerciales de pequeño tamaño ya son competitivas con la red gracias a la adopción en el 85% de los estados de regulación del net metering o balance neto. Todo ello ayuda a dibujar un futuro esplendoroso para la industria fotovoltaica estadounidense (y en general sobre cualquier renovable que tenga éxito en su curva de aprendizaje) sobre unas bases bastante más sólidas que hace unos años. El país que aún consume más energía del mundo ha descubierto un filón en la energía que le llueve cada día del cielo. Pero como ya indiqué en mi primera entrada sobre First Solar, no se beneficiarán todas las empresas del ramo, sino sólo las líderes que sepan contar con audacia, inteligencia y buen hacer.
Mis favoritas son FSLR (Fisrt Solar), SPWR (Sunpower) y SCTY (Solar City). Las dos primeras fabrican paneles. Las tres ejecutan instalaciones, la primera muy grandes, la tercera muy pequeñas y la segunda hace de todo, está integrada verticalmente en todos los segmentos. Cada una tiene sus particularidades, pero todas tienen un pasado en común, y es este:
No les presento la gráfica de SCTY porque empezó a cotizar hace escasas semanas, pero es plenamente alcista también.
Mi opinión es que la tendencia iniciada y ya confirmada por la reeleción de Obama continuará salvo algún cisne negro que irrumpa con fuerza, como por ejemplo la aparición de la fusión nuclear fría, pero ni está ni se le espera próximamente (en otra entrada expllicaré porque creo que tampoco será la panacea). Eventos preocupantes como una guerra o la subida del petróleo sólo pueden beneficiar a estas empresas. Y relajar el trato con China puede perjudicarlas y bastante, sobre todo a las fabricantes puras, pero ni FSLR ni SPWR lo son. Creo que tras mucho mirar he elegido las empresas que, en caso de que mi adoración al Dios Sol se imponga en el país, serán los sumos sacerdotes que oficien gran parte de las liturgias.
Como beneficiarse de ello corriendo los menores riesgos posibles está claro: comprando acciones. Son accesibles hasta en los brokers patrios más cutres. Quien sea amigo del rabioso corto plazo podrá también contratar CFDs sin problemas. Pero, ¿qué harían si estuvieran realmente convencidos de que la cosa se puede despendolar? Yo arriesgaría una pequeña cantidad a fondo perdido a medio plazo: Compraría calls fuera de dinero.
En el caso de FSLR, quien espere que la cotización se doblará de precio en 10 meses, unos 70$ para Enero 2014, podría comprar calls stk 40, claramente OTM o Fuera de Dinero (al menos en el día de ayer...) a 5.65. Un inversor obtendría rentabilidad si FSLR cotizara por encima de 45.65$ antes o en la fecha de expiración, el tercer viernes de enero de 2014. Si para entonces FSLR alcanzara los 70$, el beneficio podría ascender a un +431%. Con la compra de un contrato que cuesta 565$ se podría obtener con esta cotización objetivo un neto de 2.435$ antes de impuestos. La última vez que la cotización alcanzó los 70$ fue en septiembre de 2011.
Con SPWR se da algo parecido. Si la cotización se atreve a alcanzar los 30$ para Enero 2014 (algunos informes calenturientos que he ojeado hablan de multiplicar la cotización de ayer por 10) podría comprar calls stk 15, claramente OTM (al menos en el día de ayer...) a 2.52. Un inversor obtendría rentabilidad si la empesa cotizara por encima de 15.91$ antes o en la fecha de expiración, el tercer viernes de enero de 2014. Si para entonces SPWR alcanzara los 30$, el beneficio podría ascender a un +559%. Con la compra de un contrato que cuesta 252$ se podría obtener con esta cotización objetivo un neto de 1.409 antes de impuestos. La última vez que la cotización alcanzó los 30$ fue en octubre de 2009.
SCTY no tiene un mercado ágil de opciones, por lo que la liquidez se resiente y con ello se agranda también la horquilla. No recomiendo operar opciones con tan poca liquidez. Por tanto quien crea en esta empresa quizás deba recurrir a otro tipo de productos.
La compra de calls simples es la operación especulativa más sencilla que se pueden hacer en opciones. Su sofisticación es nula y se basa sólo en la premisa de la subida del valor en un tiempo determinado. En los casos expuestos se cuenta con una relación riesgo/recompensa muy bien compensada, en torno a 1/5, con pérdidas limitadas al 100% de la inversión y en este caso cuentan con tendencias impecables.
No es casualidad que yo mismo exponga una teoría tan simple, puesto que soy un novato en esto de la bolsa y no más que un mero aprendiz de tercera en materia de opciones. Si bien el riesgo está limitado al total de la inversión realizada, cosa que no pasa con los CFDs donde se puede perder hasta la camisa de la mujer y el hijo, no suele ser muy buena idea utilizar las opciones como simples herramientas especulativas, pues la mayoría de las veces la apuesta no se gana. Es posible que la lectura de este post me haya encandilado, por tanto no se tomen este artículo como una recomendación de inversión, sino como un mero ejercicio teórico del que extraer alguna enseñanza y que me sirva también para aprender a mí con sus valiosos comentarios.
Que Ra, Helios o Baal siempre les iluminen un camino radiante.
Artículos relacionados.