Estados Unidos es el principal contribuyente de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono ó CO2. Con una economía terriblemente intensiva en consumo de energía, una movilidad basada en transporte privado por carretera, un despilfarro energético que sólo ahora se empieza a poner bajo control y una producción eléctrica demasiado basada en el carbón, el país siempre ha sido el campeón mundial en emisiones (30% mundial aprox.), seguido de cerca por China. Los sucesivos protocolos mundiales para mantener las emisiones a raya y procurar que la subida global de temperaturas se limite a 2ºC (lo cual es mucho en realidad) han fracasado estrepitosamente principalmente debido a la falta de compromiso por parte del mayor contaminador del planeta, por muchos esfuerzos que haya realizado la Unión Europea en este sentido.
Pero como suele ser costumbre entre el pueblo americano, la situación va a cambiar drásticamente y con un impulso insospechado. Obama acaba de anunciar un ambicioso plan para reducir las emisiones que genera el país y procurará buscar un consenso mundial para hacer del objetivo una meta planetaria.
Ante algunas críticas recibidas por los negacionistas, empeñados en no entender ni siquiera las bases científicas del fenómeno, Obama ha dejado una perla que me parece brillante.
I don't have much patience for anyone who denies that this challenge is real," he said. "We don't have time for a meeting of the Flat Earth Society.
Obama va a pasar olímpicamente de quienes obstaculicen la puesta en práctica del plan, un plan ejecutivo y que no necesita de consenso en el Congreso. Su motivación de cara a la galería está clara. Entiende que los que habitamos hoy el planeta no somos su dueño, sólo pagamos el alquiler y estamos de paso. Tiene en mente a los que heredarán un mundo más cálido y con un clima imprevisible:
I refuse to condemn your generation and future generations to a planet that’s beyond fixing.
Evidentemente el grueso del partido recpublicano, perfectamente alineado con los intereses del oligooplio energético, ha rechazado el plan.
Las consecuencias del plan en el aspecto medioambiental no permiten discusión. En el plano económico, que sé que es lo que les interesa a mis lectores a pesar de que a mí economía y medio ambiente me parecen cada día más esencialmente lo mismo, el plan redundará previsiblemente de forma inmediata en una serie de efectos que impactarán en la economía de la primera potencia mundial:
- Moratoria de apertura a nuevas centrales eléctricas de carbón y cierre paulatino de las existentes.
- Menores importaciones de energía.
- Menores gastos en sanidad por la mejora de la calidad del aire.
- Promoción de la pujante industria renovable estadounidense que se traducirá en millones de nuevos puestos de trabajo. El saldo neto será positivo a pesar de la destrucción de empleos en el sector fósil.
- Fomento de las soluciones de generación distribuida, net-metering y renovables "on-site". Abandono progresivo del modelo de generación centralizada de energía.
- Entrada en vigor de normativa eficaz para el ahorro energético.
- Fomento de la movilidad no basada en combustión interna (coches eléctricos, etc.)
- Más carga de trabajo para las empresas renovables españolas internacionalizadas.
Obama ha tomado buena nota de las conclusiones del Informe Stern, que afirma que se necesita una inversión equivalente al 1% del PIB mundial para mitigar los efectos del cambio climático y que de no hacerse dicha inversión el mundo se expondría a una recesión que podría alcanzar el 20% del PIB global. En este sentido, Obama entiende su plan también como una oportunidad para la economía del país.
En el artículo Mr Solar ganó las elecciones doy algunos nombres de empresas que se beneficiarían del cambio de modelo energético en EE.UU. Siguen estando vigentes y voy largo en muchas de ellas. Algunas han subido terriblemente desde que ganó las elecciones Obama, como TSLA o FSLR, pero queda mucho camino por recorrer. Menciono también en otros artículos a SCTY y me empiezo a fijar en fabricantes de biocarburante como REGI. En general todas las empresas líderes renovables de Estados Unidos se beneficiarán del plan y hoy mismo aumentaré mi posición en ellas.
Me quedo con una frase de un congresista californiano pionero en regulación para fomento de las renovables en California, Henry A. Waxman, para describir en pocas líneas en que consiste este plan:
It’s good for the economy, it’s good for environment, it’s good for the U.S.
Y aunque ya sabemos que la tendencia de la concentración de CO2 en la atmósfera es terriblemente creciente, como plasmé de forma irónica en un artículo que recomendaba invertir en CO2 tanto por análisis técnico como fundamental, yo diría que este plan también es bueno para el resto del mundo porque siempre abre espacio para la esperanza, el necesario cambio de modelo energético y el freno al declive de todos los escosistemas del mundo.