España ha registrado un significativo déficit en 2016 por las importaciones de productos energéticos. El déficit energético es brutal: 11.350 M€. Esto ocurre por varias razones:
- La inmensa mayoría de la energía que necesitamos para mantener la economía en funcionamiento es importada: El 99% del petróleo, el 99% del gas, gran parte del carbón y el 100% del uranio. Sólo mantenemos una gran soberanía energética en renovables.
- Aunque España exporta mucho producto petrolífero terminado gracias a sus refinerías (gasolina y gasoil), a partir de la materia prima importada (petróleo), gran parte de las importaciones acaban quemándose en los motores de los coches y en las calderas de los edificios.
- España tiene pocas renovables aún.
Si miramos el saldo comercial en detalle, comprobamos que si España fuera soberana desde el punto de vista energético tendría una balanza comercial equilibrada, no existiría el sempiterno déficit comercial.
Para ilustrar en que consiste esta sangría del déficit energético, pensemos que cada día que pasa España envía 10 millones de euros a Barbaria Saudí sólo para comprar petróleo y gas. Cuando nos quejamos de que no se puede financiar a ciertos países que apoyan a movimientos terroristas, deberíamos ser conscientes de que simplemente con el gesto de llenar el depósito del coche ya contribuimos a ello.
Pero la situación, si bien no es buena, dista bastante de ser terrible debido a que el bajo precio medio del barril en 2016 (unos 40-45$) camufla la realidad. De hecho, en 2011 con el barril a 110$ el déficit energético era cuatro veces superior. Todos recordamos que 2011 y 2012 no fue un camino de rosas para la economía española. Pues bien, el balance energético contribuyó bastante con sus más de 46.000 millones de déficit. Entonces se decía que cada 10 dólares de incremento en el precio del barril suponían 6.000 millones de euros que se evaporaban al año. Hoy día la situación apenas ha cambiado, la dependencia energética española sigue siendo brutal y si el barril estuviera a 100$ deberíamos emplear más de 30.000 millones de euros en "defendernos". El país no entraría en recesión de milagro y desde luego el crecimiento del PIB estaría seriamente comprometido. Por eso se suele decir estos últimos años que España tiene "viento de cola" en su economía. el BdE cifra este viento de cola en 1,1 puntos del crecimiento del PIB actual sólo para 2016 y en 1,4 puntos en total desde que empezó a bajar el precio del barril en 2014-2015. Ese crecimiento es el que se borraría de golpe con un barril más caro.
Fuente: Informe Anual Banco de España 2016. Enlace
No digamos ya si la política monetaria del BCE cambiara. Los tipos de interés ultralaxos permitieron 1,7 puntos de crecimiento del PIB en 2016.
Del cuadro anterior y de lo que dice el BdE en la misma página 55 del informe enlazado se deduce que España es mucho más vulnerable a los shocks externos que la media de sus socios de la eurozona, pues cuando las cosas han ido bien también han beneficiado mucho más a España.
El conjunto de factores considerados, que no pudieron ser anticipados hace tres años, habría tenido un impacto positivo sobre el crecimiento del PIB de mayor magnitud en España (2,2 pp) que en el área del euro (0,6 pp).
En materia monetaria tenemos poco margen, salvo gastar menos. Pero sí que es posible, y muy ventajoso, realizar un esfuerzo en sensatez energética. La receta es muy sencilla y la conocemos todos: más ahorro y eficiencia, más vehículo eléctrico, menos coches y más transportes colectivos y bicicletas y, sobre todo, más renovables. O eso o volveremos a tener una recesión cuando las cosas no sean tan favorables como hasta ahora.