Cuando un emprendedor decide iniciarse en el mundo de los negocios, es muy importante no caer en errores que puedan llevar a nuestro proyecto al fracaso. Por este motivo, a continuación os mostramos una serie de consejos básicos a seguir por todo emprendedor cuando se busca financiación para un proyecto:
1. El consejo de los consejos: buscar financiación en el momento adecuado.
No debéis precipitaros al solicitar financiación, ni hacerlo demasiado tarde. La financiación debe llegar en el momento oportuno en que el proyecto esté a punto para emprender.
2. Probar que el modelo de negocio funciona y tiene potencial de crecimiento.
Antes de solicitar financiación e iniciar el proyecto, el emprendedor debe comprobar la viabilidad del proyecto y valorar diferentes escenarios en los que se puede encontrar tras iniciar el negocio. No se debe caer en el error de muchos emprendedores: captar financiación sin tener claro que el modelo pueda funcionar y sea rentable.
3. Creer en el proyecto y en ti mismo como emprendedor.
La confianza, la seguridad y la implicación son tres pilares básicos para emprender. Si el mismo emprendedor no confía en su proyecto, nadie va a creer en él y no conseguirá la financiación necesaria para empezar con el negocio.
4. Se debe analizar el importe de capital necesario para emprender el proyecto.
Antes de empezar las negociaciones con el inversor, el emprendedor debe tener claro cuáles serán los aspectos a negociar (importe, plazo, forma...) además será imprescindible valorar cuál es la vía de financiación más adecuada, las partidas a donde se destinará el dinero y el ritmo al que se puede gastar.
5. Analizar en cada momento cuál es el tipo de financiación e inversor más adecuado dadas ciertas circunstancias.
Existen inversores de todo tipo y vías de financiación alternativas; como emprendedor no debes caer en el error de elegir la primera al azar, sino que se debe analizar a quien te diriges para tener éxito en cada etapa. Cada etapa o fase del proyecto es diferente, y por ello el emprendedor debe analizar la situación de la empresa en diferentes momentos de su vida y elegir el tipo de financiación e inversor óptimo.
6. Dar a conocer la idea al inversor de un modo profesional.
Se debe realizar una buena presentación de la memoria del proyecto, conocer al detalle el sector empresarial, la competencia, además de tener respuesta a todas las preguntas que se puedan plantear; ya que esta será la primera impresión del proyecto y del emprendedor.
7. Conocer al inversor potencial.
Este punto será clave en el momento de la negociación. Se deberá tener en cuenta los tipos de proyectos empresariales que le gustan, que experiencia tiene como profesional y como inversión, además de demostrar la solvencia e implicación como equipo humano.
8. Que un inversor ponga dinero en el proyecto, no significa que tenga una parte de la empresa.
Como emprendedor, es necesario poner un valor al proyecto y al esfuerzo que se va a dedicar; valorar la empresa y el potencial de futuro es imprescindible antes de comenzar las negociaciones con el inversor.
9. Diseñar una estrategia de financiación.
El proceso de financiación debe tener una organización y una estrategia definida en función del nivel de desarrollo del proyecto y las necesidades de financiación; además esta tiene que ser analizada tanto por el emprendedor como por el inversor con la finalidad que se pueda cumplir en los plazos previstos.
10. Fijar plazos y objetivos.
El emprendedor debe conseguir alcanzar los objetivos previstos en los plazos de tiempo determinados, principalmente en la etapa inicial con el fin de dar confianza al inversor del avance del proyecto y mantenerlo informado en todo momento mediante reuniones periódicas.
11. Multiplicar por 0,5 las previsiones de ingresos y por 1,5 las expectativas de gastos.
El emprendedor debe de ser optimista, pero los resultados tardan en aparecer más de lo que has previsto. Por este motivo, en la fase previa del proyecto se debe plantear el peor escenario ya que este será siempre mejor que la realidad.
12. Buscar inversores que no sólo aporten y no sólo busquen dinero.
El inversor ideal para cualquier proyecto emprendedor es aquel que aporta capital inteligente, en muchos casos es preferible que el inversor haya sido emprendedor ya que en este tipo de casos el inversor se involucra en mayor medida con el nuevo proyecto y tiene una amplia red de contactos.