En el apartado anterior nos centramos en la Renta Fija. Vimos que no era tan fija y que no estaba carente de riesgos.
En esta ocasión, continuaremos con una de las inversiones consideradas como las de mayor riesgo, pero a mi entender, de forma errónea.
La Renta Variable
Como vimos en el apartado anterior, existen ciertos instrumentos de inversión con los que sabemos de antemano qué remuneración nos deben de reportar, de ahí que se calificasen como instrumentos de Renta Fija; en cambio, cuando compramos acciones de una empresa, no sabemos a ciencia cierta si ésta nos van a ofrecer una remuneración, ni cuándo lo va a hacer, ni siquiera por qué importe. En el caso de las acciones hablamos de Renta Variable. Por lo general, las empresas pueden repartir una parte de sus beneficios entre sus propietarios (accionistas) en forma de lo que se llama un dividendo.
Siguiendo con el formato de los capítulos anteriores vamos a definir qué es una acción, qué riesgo corremos y qué rentabilidad podemos obtener con ella.
¿Qué es una acción?
Una acción es un título de propiedad sobre una empresa, y eso es lo primero que hay que tener en cuenta cuando uno se plantea comprar acciones. En este caso, no se trata de un contrato o de un documento de pago, sino de la compra de una pequeña porción de la empresa.
Aunque el concepto pueda parecer extraño, lo cierto es que cuando uno compra una acción de una empresa, por ejemplo Coca-Cola, en realidad pasa a ser dueño de dicha empresa. El tema está en que dado que hay millones de personas que pueden tener acciones de Coca-Cola en todo el mundo, la empresa puede tener millones de propietarios poseedores de una parte infinitesimal de la empresa, y unos pocos, con una parte importante de la misma y con el poder de decisión sobre ella. No obstante, cuando compras acciones, es normal que seas invitado a asistir a las juntas de accionistas.
Así pues ya sabemos que una acción es un título de propiedad de una empresa. Por ejemplo, si una empresa tiene 1.000.000.000 de acciones y nosotros compramos un paquete de 1.000 acciones, está claro que somos propietarios de la millonésima parte de la empresa. Las acciones se venden en diversos mercados secundarios (por ejemplo, podemos comprar acciones de la bolsa española que coticen en la la bolsa de Madrid a través de nuestro banco habitual o de cualquier broker). Constantemente, la gente está dando órdenes de compra y de venta de acciones, de manera que, cuando se produce un cruce entre una orden de compra y una orden de venta, se realiza la operación, el comprador se queda con las acciones, el vendedor recibe el dinero, y el precio al que se realiza dicha orden pasa a ser su precio actualizado y como referencia para nuevas operaciones.
En la tabla anterior podemos ver un ejemplo de Telefónica. Podemos comprobar una relación de los cinco precios más altos a los que se está solicitando una compra de acciones y los cinco más bajos a los que se está ofreciendo una venta de acciones. Vemos que la última operación se realizó a 11,435 euros y que hay 1 orden de compra de 5.033 acciones a 11,420 euros y 4 órdenes de venta por un total de 5.300 acciones a 11,500 euros.
¿Cual es el precio de una acción?
Cuando uno empieza a introducirse en el mundo de la bolsa, trata de querer comprender y calcular cual es el precio de una acción. De entrada os tengo que decir que no hay fórmulas mágicas.
Alguien puede sucumbir ante al tentación de querer calcular cual es el precio contable de libro de una empresa y a partir de ahí, determinar cual es el precio de las acciones, pero la valoración de los activos no es el precio de una empresa. Podríamos crear una empresa idéntica a Coca-Cola en cuanto a fábricas y oficinas, pero no tendríamos su marca ni su mercado. Gran parte del precio que la gente está dispuesta a pagar por las acciones de Coca-Cola, se debe a su capacidad de generar ventas y, por lo tanto, generar beneficios.
Así pues, el precio de una acción viene determinado, entre otras cosas, por la capacidad actual y/o futura de generar beneficios, y como tal, se basa en estimaciones. Por eso, si hay estimaciones negativas su valor puede bajar y si son positivas, suelen subir.
No hay que olvidar jamás que el precio lo fijan las órdenes de compra y venta de millones de personas y entidades que participan en los mercados, y que es muy probable que cuando tengas una noticia en tu correo sobre esa empresa, lo más probable es que miles de esas personas ya hayan tomado una decisión respecto a ella. Por eso, suele decirse que el mercado ya tiene descontadas las noticias y que por lo tanto es eficiente. Yo prefiero decir que el mercado es Soberano (Hace lo que le da la Real gana).
Beneficios y dividendos
Una empresa que genere beneficios, puede optar por repartir parte de ellos entre sus accionistas en forma de dividendos. Para facilitar los cálculos y la comprensión de la información, generalmente, lo que se hace es dividir todos los importes por el número de acciones y, por ejemplo, dar el beneficio por acción y el dividendo por acción.
Por ejemplo, el último dividendo que repartió Telefónica fue de 0,53 euros por cada acción, y supuso el 60,92% de los beneficios de la empresa (lo que se llama el Pay Out). Otras empresas prefieren destinar al dividendo una proporción menor de los beneficios para remunerar a sus accionistas y tomar medidas y compras que aumenten el valor de las acciones (por ejemplo para adiquirir empresas en otros mercados o ampliar instalaciones y producir más).
En mi opinión, hay que encontrar un equilibrio, y tratar de huir de empresas que se endeuden para repartir un dividendo.
El riesgo de la Renta Variable
Se suele decir que la inversión en Renta Variable es muy arriesgada. Si tenemos acciones de una empresa y se reciben malas noticias sobre ella, su sector, su zona geográfica, etc. Su valor de cotización puede caer drásticamente, y por lo tanto, hacernos perder mucho dinero. Pero también al contrario.
Una forma de evitar pérdidas abultadas en la la Renta Variable, es diversificando la inversión. Particularmente, no entiendo una cartera de inversión sin Renta Variable. Tener (o haber tenido en su peor momento) acciones de Enron, Terra, Bankia o Pescanova, puede formar parte de la vida de cualquier inversor, pero si se ha diversificado correctamente, puede suponer una pérdida, pero no una catástrofe.
Por mi experiencia, puedo decir que es una buena idea mantener la cabeza fría en los momentos más malos, así como que no es recomendable fijarse plazos para recuperar la inversión. Se debe de invertir en bolsa dinero que sabemos que no nos va a hacer falta en un plazo determinado.
El mercado de Renta Variable realiza muchos giros bruscos al alza y a la baja. En dichos movimientos mucha gente queda atrapada o reacciona de la peor forma. Mucha gente vende cuando tiene pérdidas abultadas porque dice que no puede aguantar más, y justo en ese momento la bolsa empieza a subir y se queda fuera. Yo prefiero mantener parte en liquidez y aprovechar esos momentos de grandes caídas para aumentar posiciones, pero al final, cada uno tendrá que analizar el mercado y sacar sus propias reglas y su propio perfil de inversor.
Lo mejor es fijar precios de entrada y salida y respetarlos. Hay que crear un método de inversión y seguirlo a rajatabla sin escuchar el ruído que se genera en foros y noticias.
Introducción a algunos términos
Vamos a explicar algunos términos sencillos que puedan ayudarnos a tomar una decisión, pero sin entrar en demasiada profundidad.
Diversificación.
La diversificación consiste en comprar distintos activos, y dentro de éstos, tratar de localizar aquellos que presentan comportamientos opuestos frente a ciertas reacciones e indicadores, de forma que en la medida de lo posible, se complementen. En el caso de las acciones, se trata de eliminar el riesgo de empresa.
En el caso de las acciones, se basa en la compra de acciones de distintas zonas geográficas, distintos sectores y distintos tamaños. Que una zona geográfica vaya mal, no signtifica que lo vayan todas. Un sector como el bancario o las inmobiliarias pueden ir mal en un determinado momento y en otro ser el motor que mueve a los mercados. Las empresas pequeñas y medianas suelen ser más rentables a largo plazo y más ágiles frente a los cambios, pero también son más fáciles de quebrar cuando las cosas vienen mal.
Beneficios
Es muy importante tener alguna idea acerca de las empresas que se compran o que se pretenden comprar. Generalmente, es posible encontrar sin problemas información financiera acerca de ellas, pues para cotizar en bolsa están obligadas a presentarla (otra cuestión es que estén cocinadas). Los beneficios publicados serán benficios pasados y nos servirán de orientación, pero en todo momento, la empresa será valorada por la previsión de los beneficios que obtendrá en el futuro.
Generalmente, las casas de inversión ofrecerán previsiones de beneficios de muchas empresas y pondrán un precio objetivo. Ándese con ojo con esas previsiones y utilice el sentido común. Si tiene dudas sobre una empresa, mire otra.
Nuevamente, suele ser habitual hablar de un porcentaje respecto al precio de la acción
PER
Un dato muy importante es el PER o P/E (Price to Earning Ratio o Cociente entre Precio y Beneficio):
PER = Precio / Beneficio.
Este dato, lo que nos viene a decir es, en el caso de mantenerse los beneficios, ¿en cuantos años pagarán el precio de la acción? Un PER de 10, significaría que con los beneficios actuales, en 10 años, la acción sería pagada por los beneficios. Por lo general, el dato es mejor cuanto más bajo sea.
El término PER es usado con mucha alegría, pero hay que tener en cuenta que puede variar mucho de un sitio a otro. Es habitual usar el PER del último ejercicio, pero hablamos de beneficios pasados; o bien, tener en cuenta la estimación de beneficios, en cuyo caso habrá que ver qué fiabilidad tendría dicha previsión. No olvidemos también que el precio cambia constantemente conforme la acción cotiza en el mercado.
Suele ser un error comparar un PER real con una previsión, o no ser realista con los resultados pasados y la previsión de los futuros. También hay que tener en cuenta que el PER no es muy apropiado para comparar empresas de diferentes sectores, pues su esperanza de beneficios suele ser muy diferente.
EBITDA
El EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization) no es más que el beneficio bruto de la empresa, tomado antes de las depreciaciones por amortización, intereses e impuestos. Este indicador nos dice si la empresa es capaz de generar beneficios por su actividad.
Deuda
Las empresas suelen emitir renta fija y mantener préstamos y otros tipos de compromisos. Hay que comprobar que la empresa es capaz de generar los suficientes beneficios como para ir amortizando dicha deuda, o al menos, como para que no suponga un serio riesgo para su supervivencia.
Si una empresa, con sus beneficios de los últimos ejercicios, necesita 40 años para amortizar su deuda, probablemente esté quebrada.
Conclusiones
En este punto, es muy probable que considere que la inversión en acciones es muy complicado. Hay muchos parámetros que manejar (aquí sólo hemos apuntado a lo básico), y seguramente, llegue a la conclusión de que hay expertos que lo harán mucho mejor que usted.
En mi opinión, con un poco de práctica, cualquiera puede hacerlo tan bien como un experto con un poco de conocimiento, análisis y diversificación. Y si cree que no es así tal vez le interesen los productos de inversión colectiva.