El rendimiento de la cartera a fecha 30/4/2018 ha sido del 11,02%, mientras el Ibex sin dividendos obtiene un -0,63%. Son 11,65 puntos de diferencia que ofrecen margen si se quiere comparar el rendimiento de la cartera con la del Ibex con dividendos.
Es una cartera concentrada y todas las empresas tienen su domicilio social en España, pero hacen negocios en todo el mundo. En realidad, la cartera está más concentrada de lo que parece porque el 41% está en solo dos empresas (CIE y BME).
Con los criterios de “la industria” se podría considerar que tiene un excesivo grado de riesgo por la escasa diversificación y debería estar repartida, con un porcentaje en renta fija (35-50%), otro en liquidez (10-20%) y una parte en renta variable (35-50%). La cartera no tiene ni renta fija, ni liquidez, ¡no sé para qué quiero esos activos en la cartera!. Además estos porcentajes deberían estar repartidos en activos descorrelacionados, pertenecientes a diversos países, sectores y tamaños, elegidos en función del momento del ciclo y por si eso fuera poco, habría que rebalancear de vez en cuando para adaptarla a las circunstancias del momento. Con eso la “industria” quedaría satisfecha y con una buena dosis de suerte, la rentabilidad obtenida por la cartera sería la del índice de referencia. El riesgo no está en la mayor o menor diversificación de la cartera, el riesgo está en no conocer las empresas en las que se invierte.
Durante los años que invierto, los resultados de la cartera han sido bastante buenos, empecé a invertir hacia el año 88-90 y al principio lo hacía en renta fija (letras del estado, pagarés de empresa, cesiones de crédito) que entonces daban una rentabilidad del 15% más o menos. Posteriormente evolucioné hacia fondos de inversión y algunas acciones. Recuerdo que una de las primeras acciones que compré fue Argentaria, en la primera privatización. No fue mal la inversión, la segunda privatización, siendo buena, no lo fue tanto. De antes del 2004 no guardo registros, pero sí los tengo desde entonces y son estos:
Rendimiento anualizado de la cartera en los últimos 15 años 9,97%. Ibex sin dividendos 1,7%.
La rentabilidad de la cartera y del Ibex, incluye desde enero del 2004 hasta final de Abril 2018.
En los primeros años (2004-2007) la mayor parte de la cartera estaba invertida en fondos de inversión. En estos años el Ibex obtenía rentabilidades anuales del 15-30%, mientras la cartera de fondos, asesorada por “profesionales de la industria” obtenía rendimientos del 12-18% cada año. La mayor diferencia en un año fue de 13 puntos a favor del Ibex en el año 2006. Estaba claro que los fondos no eran una buena forma de invertir y había que cambiar de estrategia eliminando los fondos de inversión e invirtiendo directamente en empresas.
Rendimiento anualizado en los últimos 10 años 10,6%. Ibex sin dividendos 0,9%.
La rentabilidad de la cartera y del Ibex, incluye desde enero del 2009 hasta fin de Abril 2018 y la rentabilidad se obtiene en medio de una de las mayores crisis de la historia.
La cartera en estos años ya está compuesta exclusivamente de acciones, sin la intervención de ningún “profesional de la industria” y en un primer momento, invierto fundamentalmente en empresas sólidas, compradas baratas a principios del 2009 cuando el mundo se iba a terminar y mantenidas en el tiempo.
Rendimiento anualizado en los últimos 5 años 16,2%. Ibex sin dividendos 3,8%.
La rentabilidad de la cartera y la del Ibex, incluye desde enero del 2013 hasta final de Abril 2018.
En estos años, en los que ya escribía en este blog, he comentado varias veces sobre la estrategia seguida, sustituyendo empresas sólidas compradas baratas por empresas buenas, con gran capacidad para crecer y compradas a precios razonables; dando el salto cuando se cumplían determinadas condiciones, conforme he ido comentando en el blog. Es una estrategia que podría considerarse similar a la de algún gran inversor, pero no se trata simplemente de imitar su estilo de inversión, se trata de entender la lógica por la que estos grandes inversores actúan así y obrar en consecuencia, interiorizando las partes que nos interesan y pueden acoplarse a las características y circunstancias de uno mismo.
Las mayores diferencias con el Ibex desde que invierto exclusivamente en empresas son a favor de la cartera, con 16 puntos en 2009, 16,5 puntos en 2013 y la mayor diferencia de todas en 2008, año en el que pesar de perder dinero (-7,7%) gané al Ibex en 31,7 puntos.
Durante estos años de invertir solo en empresas, salieron Iberia, BBV, Iberdrola, Alba, Repsol. Entraron y salieron Naturhouse (que entró en 2015 y salió en 2017 al comprobar que, al menos de momento, era un error) y Viscofan (que entró en 2013 y salió en 2016 al comprobar que su mercado se había roto y la empresa iba a dejar de crecer). Entraron Amadeus (en 2014 y lleva una revalorización del 109,89% en 3,9 años con un 21,2% anualizado) CIE Automotive (en 2017 y se ha revalorizado un 47,1% en 0,9 años y un 52,6% anualizado) y junto con ellas también entró una especie de hibrido comprando Banc de Sabadell (en 2016 y se ha revalorizado un 49,27% en 1,7 años y un 26,6% anualizado). Pocos movimientos (uno al año más o menos) pero bien estudiados.
El rendimiento de la cartera, en cualquier período, siempre va unos diez puntos por encima del Ibex sin dividendos (8,3%, 9,7% y 12,4% según período considerado) y no sé cuántos por encima del Ibex sin dividendos, pero creo que hay suficiente margen para cubrir la diferencia de los dividendos.
Con una cartera bien diversificada, la reversión a la media se va a producir y cualquier diferencia que se obtenga siempre será cuestión de suerte, si la suerte es mala, la cartera tendrá menos rentabilidad que el índice, si es buena la rentabilidad será mayor.
Me gustan las empresas de crecimiento, pero es difícil encontrarlas y además que estén a precios razonables. Tal vez por ello solo hago uno o dos movimientos al año, a pesar de estar todo el año estudiando posibles inversiones.
Ahora estoy estudiando, desde hace algo más de un mes, una empresa de crecimiento que podría ser buena para entrar en la cartera, pero no voy a comentar nada sobre ella. Lo haré cuando llegue el momento. No quiero que me pase como me pasó con CIE de la que publiqué un artículo a mitad de Marzo de 2017 titulado “Cie Automotive: ¿el comienzo de una gran inversión?”, en realidad me cambiaron el título, pero me gusta más el que tenía originalmente: "CIE Automotive: Este podría ser el comienzo de una gran inversión". Llevaba un año cotizando alrededor de los 18€/Acc y esa era la cotización cuando publiqué el artículo (18,2€/Acc), sin embargo, cuando lo publiqué no había comprado. Una semana después cotizaba a 22€/Acc y a partir de aquel momento se disparó la cotización. Al final compré a 21,5€/Acc en Junio de ese mismo año.
La inversión requiere sus tiempos, no hay prisa, el tren nunca pasa para no volver y siempre vuelve a pasar a su hora (más o menos).
Recuerdo una película en la que se hay un pasaje que define muy bien el estilo de inversión seguido en la cartera (era bastante malilla, pero tenía algunas cosas buenas) el protagonista era Sean Connery y creo que fue la última en la que trabajó. Viajaban a bordo de un barco y había un joven norteamericano disparando con una repetidora a una boya de metal, unas veces acertaba el tiro y otras no. Connery se acercó al joven y le dijo “vosotros los americanos siempre disparáis muchas veces y confiáis en que alguna bala de en el blanco”. Al mismo tiempo le enseñaba al joven su propio rifle y le invitaba a que probara a disparar. Cuando le cedió el rifle, le dijo algo así: “es un buen rifle, es de un solo disparo, tómatelo con calma, apunta bien y no tengas prisa ... calcula la velocidad del aire, la velocidad del barco, la distancia hasta la boya, el ángulo de tiro … asegura bien el disparo y solo cuando estés seguro … dispara”. Connery dejo al joven apuntando con el rifle y mientras se alejaba, esbozó una sonrisa. Acababa de oír un ligero sonido que provenía de lejos … la boya, había sido golpeada por la bala.
¡Y esto es todo amigos! Cada inversor debe hacer su propia diligencia y tomar sus propias decisiones de inversión.
Saludos