La Reforma de las Pensiones – III
Mientras buena parte de los políticos y el top management “jeta-society” de muchos vividores de la política (que pongo deliberadamente en minúsculas) siguen con su intenso marketing político sinérgico con el marketing empresarial adormecedor y cloroformizante del universo de Jauja y los mundos de Yupi, mientras alargan cumbres por no llegar a acuerdos y bla,bla, bla, la realidad económica, financiera y empresarial lleva su camino como los ríos de lava, las fajanas y las coladas del Cumbre Vieja, que bien joven que está y en plena forma geológica.
Por mucho que el marketing político y empresarial se empeñe, a los planes de pensiones individuales se les ha dado la puntilla, mientras que la supuesta alternativa compensatoria con planes de empresa nunca termina de arrancar de manera efectiva, se diga lo que se diga y se legisle lo que se legisle.
La motivación fiscal para ahorrar e invertir en planes de pensiones individuales es ya prácticamente inexistente por la escasa deducibilidad fiscal que permanece casi testimonialmente, que era el principal atractivo de esta alternativa de ahorro-previsión tal y como he apuntado. Si a eso acompañamos la en general falta de liquidez de los planes de pensiones es un instrumento financiero en total regresión, con poco o nulo atractivo financiero y financiero-fiscal en estos momentos, sobre todo si nos fijamos también en la parte de comisiones y gestión.
Luis Ferruz Agudo / Escritor y Economista /