Magia, misterios y enigmas del Pirineo en la Edad Media – VII: La leyenda de los doce señores o barones reunidos en San Juán de la Peña
El siglo XI de la Edad Media es auténticamente espectacular y pleno de múltiples episodios históricos que suponen un giro radical en la Historia, no sólo de España, sino de la Humanidad. También, como toda la Edad Media está trufado de misterios, enigmas, leyendas, magia y fabulación con un rico imaginario medieval. Para el caso español, en la segunda mitad de dicho siglo es cuando se produce una inflexión definitiva a la baja del gran poderío musulmán en la Península Ibérica. Específicamente para el pequeño reino de Aragón es también época clave con sus primeros reyes Ramiro I y Sancho Ramírez, incluso haciéndose con el trono de Pamplona.
Los orígenes legendarios del reino de Aragón cuentan con lo que podríamos denominar la leyenda de los doce señores reunidos en el Monasterio de San Juán de la Peña, que podría datarse quizás unos dos siglos antes cuando en el Sobrarbe iban por el cuarto rey, que se llamaba Sancho García, mientras que el condado de Aragón era dirigido por García Aznar. No eran buenos tiempos para la Cristiandad y en una tremenda batalla contra el imperio musulmán, los ejércitos cristianos perdieron dramática, estrepitosamente y sin paliativos totalmete apabullados, también se perdió la vida del rey del Sobrarbe y del conde de Aragón.
El resto del muy mermado ejército cristiano derrotado se refugió durante años en el casi inexpugnable Monasterio de San Juán de la Peña y allí doce señores o barones se conjuraron para crear una determinada organización territorial muy concreta y nombrar un rey, entres sus diversos acuerdos y encomiendas.
Historia, Naturaleza, leyendas, mitos y muchos más ingredientes de fabulación con seres fantásticos incluyo en mi novela Misterios y magia de Aruej, señorío medieval dirigido con buen gobierno y sostenibilidad por la nobleza media en lo que hoy es el Valle del Aragón, novela precisamente incardinada en la segunda mitad del siglo XI los años 1059 a 1065 pero con diversos ingredientes no al uso normalmente en una clásica novela histórica como abundante fabulación compactada con la realidad, flash-back, flash-forward temporales y alguna que otra bitopía surrealista de universos fantásticos paralelos.
Luis Ferruz / Escritor y economista /