Dinero, tantos de interés, inflación y ETTI – VIII: Futuros sobre Precios de la Energía
Las Finanzas y en general los mercados financieros y de todo tipo, tanto de la Economía de la Financiación como la Economía de la Inversión, no sólo tienen un pasado y un presente en el que se realizan transacciones y se determinan precios mediante la ley de la oferta y la demanda, sino que tienen en las expectativas y en los mercados a futuro una importante conexión que trata de anticipar lo que ocurrirá conectándolo con el presente. Las operaciones, contratos y mercados de futuros sobre bienes y servicios, de la economía de la inversión o la economía de la financiación son prácticamente tan antiguos como la Historia de la Humanidad, pero su estandarización y protocolo con cámaras de compensación y garantías asegurando la contrapartida es relativamente reciente.
Estas operaciones y mercados de futuros tienen su explicación y génesis básicamente en base a operaciones de cobertura frente a la volatilidad de precios y el riesgo de escenarios no deseados como por ejemplo vender la cosecha de café o de vino del año que viene con un contrato desde el presente fijando precios y condiciones que regirán en el futuro, todo ello desde la perspectiva del comprador del futuro que quiere asegurarse un precio y le preocupa una bajada de precios. No obstante, en cuanto se crea un mercado de cualquier tipo, cada vez con más rapidez se llena de actividad especulativa, que en su caso debe ser convenientemente monitorizada, supervisada, controlada y sancionada por organismos supervisores de mercado.
Pues bien, qué anticipan los mercados de futuros en cuanto a precios de la electricidad, la energía en general, para los próximos meses. Es decir, por ejemplo ¿cómo cotiza el ya mediáticamente muy famoso MegaWatio/hora de la electricidad, pero en febrero de 2022? Lo que nos dicen dichos mercados de futuros es que las expectativas de los agentes y decisores financieros indican que los precios van a seguir subiendo y además de manera brutal y colosal, con las consiguientes repercusiones correlacionadas para muchos otros aspectos como es la inflación. Concretamente, para febrero, con las expectativas actuales de futuros, el MWh estará en pocas semanas incluso sobrepasando los 500 MWh. La clave fundamental está en las tensiones de todo tipo en el mercado del gas, incluso geopolíticas y de tambores de guerra, así como los niveles de reservas en Europa, todo ello conectado con los mecanismos marginalistas de formación de precios en el mercado de la energía y también con los derechos de emisión del mercado de CO2. Por supuesto la especulación está ahí también pero esa es otra historia y diferente a la ortodoxia financiera.
Luis Ferruz /Escritor y economista /