Europa social de los ciudadanos: más bicicletas y menos coches en las ciudades
Dado que existe en general por parte de las diversas administraciones públicas –también de empresas, instituciones y ciudadanía- una gran preocupación por las consecuencias de todo tipo –incluidas las de salud y económicas por supuesto- del calentamiento global que supone el cambio climático por razones fundamentalmente antropocéntricas en cuanto a emisiones contaminantes, es prudente y razonable que para el caso particular de los medios de transporte se vayan perfilando múltiples iniciativas con cada vez más planes, programas y procesos tendentes a su uso racional tanto en el ámbito público como en el privado, intentando maximizar la satisfacción de usuarios en cuanto a necesidades de transporte pero sujeta dicha satisfacción a restricciones diversas como, entre otras, el presupuesto disponible y por supuesto minimizar impactos ambientales. Veamos en algún caso concreto cómo se abordan estos temas.
En este contexto, el Ayuntamiento de Zaragoza tiene en marcha un interesante anteproyecto de Ordenanza de Movilidadpara recopilar normativa dispersa y fragmentaria buscando mejoras en dicha normativa en contexto de una amplia respuesta de medios de transporte dando máxima prioridad a la seguridad vial, armoniosa convivencia y sostenibilidad, siendo un aspecto crucial, entre otros, la delimitación de zonas restringidas de bajas emisiones. Para usuarios de patinetes eléctricos será necesario casco y una edad mínima de 16 años, también para bicicletas será necesario casco en menores de edad, y tanto para patinetes como para bicicletas será obligatorio un seguro de responsabilidad civil. La Ordenanza será aprobada, según las previsiones, normalmente en el Pleno del mes de julio de 2024.
La bicicleta quizás, en nuestra humilde opinión, debería ser mucho más estimulada como medio de transporte urbano, teniendo un lugar más importante y preeminente en la Ordenanza al estilo de otras ciudades, destacando, entre otros, el caso de Copenhague, que sería el exponente máximo europeo de ciudad ciclista por naturaleza. Los carriles bici comparados con los “carriles” para coches tienen la máxima efectividad para la movilidad ya que según Mikael Colville-Andersen, experto internacional en movilidad urbana superan hasta en un 500 por 100 el número de personas que se pueden mover a la hora, 6.000 frente a 1.200.
Si lo importante de verdad es la salud, salvar vidas y controlar las emisiones contaminantes en la gran batalla contra el cambio climático y el calentamiento global, la ciudadanía, que no súbditos, debería pensar con una sana, prudente y razonable ambición en cuanto al objetivo de que las ciudades son para los ciudadanos en contexto de la Europa Social. No a los conductores de coches que nos agobian ya desde por la mañana con sus pitidos y sus prisas, saliendo de garajes a la acera ignorando a peatones, no a los conductores que cuando tienen ámbar acosan y no respetan el verde de los peatones, no a los conductores que se piensan que sus ciudades no son para ir en bici y que el coche es fundamental, no a los conductores que dan un pitido agresivo descomunal y desproporcionado cuando por un descuido un peatón cruza en rojo. Viva la Europa Social, la Europa de la ciudadanía y no de los conductores, ni tampoco de los mercaderes.
Luis Ferruz / Escritor, naturalista y economista /