La Europa social de los ciudadanos y de la regeneración de sus ríos
Aunque estamos bastante lejos de una auténtica Europa social de los ciudadanos, poco a poco se van dando pasos adecuados en la dirección correcta. En este contexto, muchos pueblos y ciudades han vivido y siguen viviendo de espaldas a sus ríos y todo lo que representan en cuanto a naturaleza, biodiversidad y disfrute ciudadano; pero también tenemos ejemplos de cómo la mentalidad, la voluntad política, la presión ciudadana y de organizaciones ecologistas y conservacionistas va impulsando una dinámica de regeneración de los ríos con sus riberas y sotos, por lo que el panorama de recuperación tiene en ocasiones visos y resultados auténticamente espectaculares. En las grandes ciudades europeas se han ido regenerando ríos, como es el caso del Támesis en Londres o el Sena en París, pero no hay que bajar la guardia en la lucha a favor de la Europa social y en contra de la contaminación, como lo demuestra el caso de este último río francés y la espada de Damocles de no poderse celebrar la parte de natación correspondiente al triatlón de los JJ.OO. 2024 debido a problemas ambientales en el río, finalmente in extremis caso resuelto favorablemente.
En el caso de Zaragoza, la mítica Expo 2008 entre otros muchos aspectos supuso un cambio fundamental en cuanto a regeneración del río Ebro, eliminación de la inmensa basura acumulada mucha de ella procedente de actividad inmobiliaria, recuperación en gran medida de sus riberas y sotos, recuperación de su biodiversidad, creación de bicicarriles paralelos al curso del río etc. etc. Hay que proseguir con mantenimiento y mejoras en cuanto a regeneración del río Ebro, pero los esfuerzos deben ir ahora hacia los otros dos ríos, el Huerva y el Gállego, sin olvidar lo que podríamos denominar “el cuarto río de Zaragoza” Canal Imperial de Aragón.
Debe proseguirse en la regeneración de los ríos de Zaragoza tal y como señala, entre otras conclusiones, una reciente y brillante Tesis Doctoral elaborada a lo largo de cuatro años por parte del ingeniero Elie Hanna vinculado al Instituto Pirenaico de Ecología, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Se aconseja en dicha Tesis que, si bien Zaragoza tiene una buena IVU o infraestructura verde urbana, el margen para mejorar es muy importante en cuanto a conseguir un mayor bienestar general para los ciudadanos, seguir avanzando en la lucha contra el cambio climático, restauración de parques urbanos y ríos para gestionar mejor la temperatura y reducir efectos de isla de calor urbana, etc. etc.
En este contexto, el Ayuntamiento de Zaragoza es muy loable que esté inmerso en un ambicioso plan y programa, cuantificado en 10,5 millones de euros, para regenerar el río Huerva en varias e inmediatas fases que esperamos culminen en un gran “lavado de cara” de este río que, desafortunadamente en nuestra humilde opinión, queda soterrado en buena parte a su paso por Zaragoza. En una primera fase, desde el otoño de 2024 hasta el verano de 2025 buena parte de las actuaciones se centrarán en 1,2 kilómetros desde el puente Blasco del Cacho hasta el soterramiento del río en la Gran Vía de Ramón y Cajal, donde limpiar basura y retirar escombros va a ser primordial; también se construirá un tanque de tormentas por si episodios torrenciales alteran peligrosamente el cauce del río; además de otras diversas actuaciones para beneficios ciudadanos hay que eliminar nada menos que 65 especies invasoras que han colonizado el río. La segunda fase abarcará 1,9 kilómetros desde el Hospital Miguel Servet hasta su desembocadura en el “gran padre Ebro”. Por financiación no será porque el Gobierno de Aragón, a lo largo del proyecto, va a aportar 20 millones de euros, y de fondos europeos se puede contar adicionalmente con 5 millones de euros.
Luis Ferruz / Escritor, naturalista y economista /