El apagón nuclear y su calendario: Error de política industrial energética
El plan del actual Gobierno de España es contumaz y persistente en el error de su plan de cerrar las nucleares así como el calendario propuesto, todo ello sin escuchar a) al territorio como es el caso del vinculado a la central de Almaraz, b) a destacados expertos, c) al tejido empresarial directamente involucrado, d) el creciente cambio de opinión y polémica en la Unión Europea, UE, que ya admite la energía atómica como tecnología para la descarbonización y e) la comparativa internacional concreta de cómo están abordando la transición energética algunos países como Francia, con 57 reactores nucleares que producen 63.000 MWh, frente a los 7 de España que producen 7.121 MWh. En Europa hay países que apuestan también a futuro por la energía nuclear como Reino Unido que tiene 9 reactores y dos más en construcción, o Rusia con 36 y 4 más en construcción, o Ucrania con 15 y dos más en construcción.
Actualmente el parque nuclear español es del orden del 20% del mix energético con siete reactores de cinco centrales nucleares y podría ser mucho peor, valgan la hipérbole y los términos salvando las distancias y los equívocos, el "remedio" de la sustitución por energías renovables (eólica y fotovoltaica) que la supuesta "enfermedad" nuclear. En la UE 12 países tienen reactores activos que producen algo más del 20% de la electricidad.
Recientemente Adolfo García Rodríguez, expresidente de la Sociedad Nuclear Española, ha realizado un informe en este contexto sobre la industria nuclear y su desaparición en España indicando que por supuesto es técnicamente posible el apagón nuclear y su calendario entre 2027 y 2035 pero es una decisión desafortunada desde todos los puntos de vista, especialmente desde la perspectiva ambiental, financiera, geoestratégica de dependencia etc. etc. El elemento troncal de esta errónea decisión es que España como resultado del calendario del apagón nuclear, muy previsiblemente va a aumentar su dependencia de al menos el gas, incluso quizás otras fuentes energéticas, gas que habrá que importar más y aumentarán las emisiones de CO2. A nivel financiero los costes son también bastante mayores, más de 70.000 millones, que con la estrategia de seguir con la industria nuclear.
Cuando presenté públicamente en 2017 el esbozo preliminar del proyecto de Parque Nacional de Los Monegros, viable desde la perspectiva financiera que es la que dirigí en profundidad en el plan de financiación e inversión, y también desde todos los puntos de vista como queda demostrado en documentos oficiales y públicos posteriores presentados por SEO Bird Life, el motivo fundamental que se alegó desde diversas instancias para su decaimiento y no tenerse en cuenta finalmente fue que no se había escuchado al territorio, algo que en mi humilde opinión podría ser discutible. Pues bien, en el caso de la comarca de la central nuclear de Almaraz en Cáceres la ciudadanía se ha manifiestado en la calle ante el proceso que en breve será irreversible de cierre de la central nuclear, lo que supondrá la pérdida de miles de puestos de trabajo en el epicentro del motor económico clave de dicha zona, con consecuencias también para toda España. También se han manifestado en contra algunas centrales sindicales como USO indicando que "es ir a contracorriente y no tiene ningún sentido". También se manifiesta en contra del calendario y el cierre el CSE Clúster de Seguridad de Extremadura ya que Almaraz es un "pilar estratégico para la estabilidad energética de la región y del conjunto de España".
Muy previsiblemente el apagón nuclear y su calendario supondrá un deterioro de las condiciones financieras, así como medioambientales y de sostenibilidad ya que indefectiblemente: a) aumentará el precio de la electricidad para todos los agentes económicos, incluidos los consumidores b) aumentarán las emisiones contaminantes de C02 contribuyendo a más calentamiento global.
Abundando en todo ello, a nivel internacional lo que vemos es una creciente y decidida apuesta por la energía nuclear, tal y como nos muestran por ejemplo Francia, Estados Unidos y China, entre otros muchos países. En el caso de Aragón se proyectaba hace décadas la construcción de centrales nucleares en Chalamera, Sástago y Escatrón, pero eso es ya Historia, otra historia más de la larga saga en cordel de la política energética y del quizás muy romántico y folclórico, pero muy desafortunado "Nucleares no, gracias".
El plan del actual Gobierno de España es contumaz y persistente en el error de su plan de cerrar las nucleares así como el calendario propuesto, todo ello sin escuchar a) al territorio como es el caso del vinculado a la central de Almaraz, b) a destacados expertos, c) al tejido empresarial directamente involucrado, d) el creciente cambio de opinión y polémica en la Unión Europea, UE, que ya admite la energía atómica como tecnología para la descarbonización y e) la comparativa internacional concreta de cómo están abordando la transición energética algunos países como Francia, con 57 reactores nucleares que producen 63.000 MWh, frente a los 7 de España que producen 7.121 MWh. En Europa hay países que apuestan también a futuro por la energía nuclear como Reino Unido que tiene 9 reactores y dos más en construcción, o Rusia con 36 y 4 más en construcción, o Ucrania con 15 y dos más en construcción.
Actualmente el parque nuclear español es del orden del 20% del mix energético con siete reactores de cinco centrales nucleares y podría ser mucho peor, valgan la hipérbole y los términos salvando las distancias y los equívocos, el "remedio" de la sustitución por energías renovables (eólica y fotovoltaica) que la supuesta "enfermedad" nuclear. En la UE 12 países tienen reactores activos que producen algo más del 20% de la electricidad.
Recientemente Adolfo García Rodríguez, expresidente de la Sociedad Nuclear Española, ha realizado un informe en este contexto sobre la industria nuclear y su desaparición en España indicando que por supuesto es técnicamente posible el apagón nuclear y su calendario entre 2027 y 2035 pero es una decisión desafortunada desde todos los puntos de vista, especialmente desde la perspectiva ambiental, financiera, geoestratégica de dependencia etc. etc. El elemento troncal de esta errónea decisión es que España como resultado del calendario del apagón nuclear, muy previsiblemente va a aumentar su dependencia de al menos el gas, incluso quizás otras fuentes energéticas, gas que habrá que importar más y aumentarán las emisiones de CO2. A nivel financiero los costes son también bastante mayores, más de 70.000 millones, que con la estrategia de seguir con la industria nuclear.
Cuando presenté públicamente en 2017 el esbozo preliminar del proyecto de Parque Nacional de Los Monegros, viable desde la perspectiva financiera que es la que dirigí en profundidad en el plan de financiación e inversión, y también desde todos los puntos de vista como queda demostrado en documentos oficiales y públicos posteriores presentados por SEO Bird Life, el motivo fundamental que se alegó desde diversas instancias para su decaimiento y no tenerse en cuenta finalmente fue que no se había escuchado al territorio, algo que en mi humilde opinión podría ser discutible. Pues bien, en el caso de la comarca de la central nuclear de Almaraz en Cáceres la ciudadanía se ha manifiestado en la calle ante el proceso que en breve será irreversible de cierre de la central nuclear, lo que supondrá la pérdida de miles de puestos de trabajo en el epicentro del motor económico clave de dicha zona, con consecuencias también para toda España. También se han manifestado en contra algunas centrales sindicales como USO indicando que "es ir a contracorriente y no tiene ningún sentido". También se manifiesta en contra del calendario y el cierre el CSE Clúster de Seguridad de Extremadura ya que Almaraz es un "pilar estratégico para la estabilidad energética de la región y del conjunto de España".
Muy previsiblemente el apagón nuclear y su calendario supondrá un deterioro de las condiciones financieras, así como medioambientales y de sostenibilidad ya que indefectiblemente: a) aumentará el precio de la electricidad para todos los agentes económicos, incluidos los consumidores b) aumentarán las emisiones contaminantes de C02 contribuyendo a más calentamiento global.
Abundando en todo ello, a nivel internacional lo que vemos es una creciente y decidida apuesta por la energía nuclear, tal y como nos muestran por ejemplo Francia, Estados Unidos y China, entre otros muchos países. En el caso de Aragón se proyectaba hace décadas la construcción de centrales nucleares en Chalamera, Sástago y Escatrón, pero eso es ya Historia, otra historia más de la larga saga en cordel de la política energética y del quizás muy romántico y folclórico, pero muy desafortunado "Nucleares no, gracias".
