Normalmente se tiende a usar lo que está ocurriendo con las deudas públicas como un efecto de contagio. Sin embargo, esto no es absolutamente cierto. Sin embargo, hace tiempo ya traté de exponer que realmente no estamos ante un contagio, sino que si tiramos de terminología médica, estaríamos en realidad en una situación en la que tenemos todo un conjunto de países con la misma enfermedad que se va manifestando por grados.
Un aspecto curioso es que cuando hablamos de la deuda pública, todo el mundo usa la terminología de la rentabilidad. De hecho todo el mundo sabe que cuando sube la rentabilidad de la deuda pública, esto significa que el país que estemos mirando está en una situación cada vez peor.
El término de la rentabilidad, se suele usar también en otro campo, aunque es cierto que en un contexto distinto. Cuando las acciones de cualquier empresa caen, uno de los argumentos para decir que están baratas está en la rentabilidad. ¿Quién no ha escuchado el argumento de compra de Telefónica basado en que da una alta rentabilidad por dividendos?.
En definitiva, lo que a veces se olvida es que la rentabilidad y el precio de un activo son aspectos equivalentes, aunque en sentido inverso. En realidad, el caso más palmario es el de las letras del tesoro que no pagan intereses. El estado emite estas letras de 1.000 euros de nominal y las somete a subasta. La rentabilidad es la diferencia entre el precio de venta y los 1.000 euros que va a pagar al final del plazo el estado.
Por poner un ejemplo; si en una subasta de letras a un año, la rentabilidad obtenida es del 5%, lo que quiere decir es que el estado ha percibido 952 euros por este título. El que ha obtenido este título, en definitiva habrá invertido estos 952, para obtener un 5%, de tal forma que al final del año cobrará los 1.000 euros de la letra.
A lo largo de toda la vida de todo este año, el titulo puede ir negociando, lo que quiere decir que determinados inversores lo van comprando y vendiendo y se van marcando distintos precios a lo largo del tiempo. El incremento de la rentabilidad es directamente un sinónimo de la bajada del precio de los títulos. (de una forma similar a que cuando se reduce el precio de los títulos de bolsa, escuchamos que se incrementa la rentabilidad, en los análisis en los que se supone que el pago del dividendo es estable).
Si en lugar de mirar la rentabilidad de la deuda, lo que asumimos es que las subidas de rentabilidad suponen bajadas de precios de la deuda, entendemos mucho mejor el proceso que está ocurriendo. De esta forma, el hecho de que se incremente la rentabilidad de la deuda de un país determinado, lo que está sucediendo en realidad que la demanda de los títulos de deuda pública de este país están siendo pocos demandados, y que hay más vendedores de títulos que compradores. (Exactamente igual que en el mercado de bolsa).
Normalmente se habla de que los estados no pueden soportar rentabilidades demasiado elevadas, pero sin embargo, lo que debemos entender es que la rentabilidad elevada significa que no existen compradores para los títulos de deuda pública de este país y por tanto que directamente no consigue crédito. Es decir, en contra de todos los argumentos lanzados desde el ministerio de economía en el sentido de que podemos soportar un elevado tipo de deuda, el problema no es que estemos pagando unos costes elevados, sino que estamos ante una situación en la que no hay dinero disponible, (aspecto más grave que pagar un precio alto).
De esta forma entendemos también cómo funcionan las intervenciones del Banco Central Europeo, comprando deuda pública. Cuando el Banco Central Europeo compra deuda pública, lo que está haciendo es incrementar la demanda de un activo financiero, incrementando por tanto su valor, y por tanto reduciendo su rentabilidad.
De la misma forma se entiende mucho más sencillo el beneficio real que obtienen las entidades financieras de las intervenciones del BCE, (y porque están tan interesadas en que alguien compre estos títulos). Cuando en mayo de 2010, nos hemos encontrado con el plan de ajuste para salvar la deuda pública, casi nadie habló entonces de la principal medida que se había aprobado, (la compra de deuda), y todo el mundo hablaba de los planes de ajuste. Desde entonces el procedimiento se ha repetido unas cuantas veces. Los bancos compran los títulos de renta pública, con rentabilidades elevadas, (lo que quiere decir a un precio bajo).
Por esto, sospechosamente cada vez que hay una subasta de deuda de un país determinado su deuda sufre más que cuando no hay subastas. Si pensamos en el precio del título, lo ideal para la banca es que este nazca, (el día de la emisión), al precio más bajo posible; y que las intervenciones se magnifiquen en los días siguientes. Esto supone que el titulo comienza a circular al precio más bajo posible, y que luego las intervenciones lo hagan subir. Por supuesto, en este punto es donde entra el juego de los rumores, los analisis y sobre todo el juego con los CDS que son los encargados de facilitar la información al mercado.
Una vez comprados estos títulos, se contabilizan a vencimiento. Esto quiere decir que más allá de la rentabilidad tendremos que en el momento de la compra computan un gran beneficio. Uno de los problemas con las entidades financieras está precisamente en este hecho; es público y notorio que si las entidades financieras tuviesen que reevaluar su cartera de deuda pública a precio de mercado, muchas de ellas estarían quebradas, (tal y como ha reconocido el presidente de Deutsche Bank y del lobby europeo de la banca). Esto significa que se han contabilizado los beneficios en la adquisición. El problema es que no se han contabilizado al precio de coste o mercado, (se supone que es el mismo), lo que nos lleva a la explicación de por qué las entidades financieras han sufrido “pérdidas derivadas de la crisis de deuda”, en un contexto en el que han reducido su exposición de forma dramática; ¡son las ventas!.
Y por supuesto también podemos entender determinadas campañas desde Alemania, sobre todo. No estamos hablando de que Alemania tenga más o menos problemas para financiarnos, sino que estamos hablando de que las entidades que tienen deuda pública alemana en sus carteras necesitan obtener una rentabilidad adicional de todos los títulos que tengan. Puede parecer paradójico, pero los tenedores de títulos de deuda pública alemana, obtienen beneficios si sus títulos ganan valor, lo cual es una bajada de la rentabilidad. Desde luego el entorno de riesgo ha venido muy bien a este efecto y por esto determinadas “cuerdas tensadas” y actitudes que no se explican muy bien.
Se entiende mucho más fácilmente también las razones por las que el euro ha de subir, (por el carry trade); todo el mundo escapará de la eurozona si cree que el euro va a bajar y lo que está ocurriendo con la deuda pública alemana y el resto de la unión europea, proceso que ha ocurrido cuando las perspectivas del euro se han deteriorado tanto hasta que la ruptura del euro empieza a ser una posibilidad que no es difícil de ver. Simplemente los fondos se están retirando de tal forma que los títulos de deuda pública de la eurozona están perdiendo valor.
Y esta es la razón por la que el viernes desde Alemania se decía que no a la expansión del BCE y en cambio el domingo, desde Alemania también, se nos cuenta que el BCE no tendrá problemas para que “independientemente” decida actuar de forma decidida comprando deuda pública de los distintos países de la eurozona.