Esta semana ha sido especialmente intensa y ha acabado superando el surrealismo que acostumbra a mostrarnos cualquier gobierno últimamente. Ayer tocó huelga, curiosamente definida como un fracaso por todos los medios. Yo no tengo esta opinión, por lo que he visto, y sobre todo por las fotografías de las manifestaciones que he visto y por la cantidad de gente que estaba en la que yo he ido, (que por cierto era por la mañana).
Sin embargo, he de aclarar que no es un éxito de los sindicalistas actuales, que han vuelto a dar una imagen completamente penosa. Aparte de los defectos que llevan mostrando desde hace bastante tiempo, ayer en Coruña nos hemos encontrado con una situación tan absurda que encajaría en “la vida de Brian”. No es en absoluto normal que la decisión que tengas que tomar, (una vez decidido a manifestarte), es tratar de decidir a cuál de las tres manifestaciones vas. El hecho de que la manifestación de UGT y CCOO haya tenido que parar para dejar pasar a la de la CIG, (nacionalista), y a su vez que la de CNT tuviese que estar parada para cruzarse con la de UGT y CCOO es ya incalificable.
En fin había unos cuantos miles de personas en cada una, pero ya pueden los sindicatos tener cuidado con aquello de sacar conclusiones sobre la gente que tienen detrás; yo no soy el único que ha elegido la manifestación un poco a voleo, (entre nacionalistas y UGT y CCOO me quedo con lo menos malo y la otra ni sabía de dónde salía..).Y si me fui a manifestar no fue por los sindicatos, sino en contra de una serie de medidas que nos llevan al desastre, como se ha comprobado ya. En realidad es la séptima reforma laboral en un determinado sentido y parece que está claro, que más allá de toda discusión, que los resultados hasta ahora han sido nefastos; y normalmente cuando algo sale mal, lo normal será que exagerarlo sea peor.
Lo del gobierno diciendo que han salido 800.000 personas en toda España es un poco absurdo, ya que tan sólo asumiendo como ciertos los datos de las policías locales resulta que entre Vigo y Coruña ya han salido 100.000 personas. No hace falta demasiado para comprobar que esto no encaja con un total de 800.000 personas en el país ni de lejos. Respecto al seguimiento, o bien resulta que a la manifestación fueron los parados o resulta que el seguimiento fue importante.
Pero el surrealismo extremo llega el viernes con la presentación, (en power point concretamente) de los presupuestos del estado. A falta de conocer la letra pequeña, que suele traer sorpresas, si que es cierto que tenemos ya unas cuantas medidas para comentar; La primera es la amnistía fiscal que se niega cuando se dice que se paga un 10% del patrimonio declarado. En fin, imaginemos que alguien obtiene una renta de 100 al año durante cinco años. Pues imaginemos que no la declara. Al final tendrá un patrimonio de 500 (menos lo que haya gastado, que imaginemos que es nada). Pues esta persona pagará el 10% de lo que ha logrado ahorrar sin pagar. O sea que en realidad pagará un porcentaje mucho menor de su renta que cualquiera de nosotros, y además se librará de multas y de procesos penales. ¿Qué pasará con el caso de Botín?. Por si alguien lo dudaba, este personaje, se dignaba hoy hablar de los valores convertibles y pedir a aquellos a los que se la han colado optimismo, porque se van a recuperar. Curiosamente cuando los lanzaron, también decía lo mismo, de forma que o bien se equivocaba entonces, (y nada ha rectificado) o bien nos engañaba entonces, (y nadie le ha hecho rectificar). En todo caso, ¿Cuánto vale lo que dice?.
Pues no deja de ser un poco absurdo que el que no ha pagado se permita hablar con todo el morro, después de todo lo que ha ocurrido y aquí no pasa nada. En definitiva, la amnistía fiscal y la subida de impuestos significa que se perdona al que no paga y se castiga al que paga, como bien decían Maríano Rajoy y Cospedal cuando el PSOE lanzó el globo sonda en un video que ya está circulando.
Lo cierto es que no tengo absolutamente nada que añadir ni matizar a sus declaraciones acerca de esta medida, (y supongo que tendrán que explicar cómo demonios en 100 días ya han hecho todo lo que dijeron que no harían, o la sui generis definición de un gobierno que aunque se defina como reformista, no hace otra cosa que seguir las tonterías del anterior).
De hecho curiosamente, y a pesar de que en el video mencionen la palabra justicia en varias ocasiones, nos encontramos con una subida de las tasas de la justicia, (no es que implanten un copago que ya estaba, sino que lo incrementan). Esto está claro que va a afectar de distinta forma a los distintos agentes interesados en obtener justicia. Pongamos una tasa de 100; ¿A quién afectará más; a una persona que tiene unos ingresos medios o a una entidad financiera?. Digamos que cuando la persona se plantea denunciar al banco, tiene todos los problemas que tenía David contra Goliat, (incluido una normativa ad hoc a favor de los bancos); pero ahora tendrá que sumar un coste adicional que para una persona (sobre todo las que han perdido todo) es un problema. En el caso de que sea el banco el que tenga que recurrir, está claro que la tasa no va a significar absolutamente nada. En consecuencia, más allá de tener que pagar más por obtener justicia, (lo cual económicamente es del todo lógico, porque todo el mundo sabe que cuanto más escaso sea algo, mayor será su valor; y de justicia no andamos precisamente sobrados), lo que se busca es evitar litigios, pero por supuesto los litigios en los que el que recurra sea un determinado colectivo. Sobre todo teniendo en cuenta que uno de los colectivos tiene garantizado que se le va a rescatar, y por tanto puede permitirse un coste menor en relación a sus ingresos, ya que tiene garantizado que si al final fuese un problema no lo sería. ¿Sabe una persona que tiene un contencioso que la van a rescatar?.
Siguiendo con las medidas fiscales, sorprende y mucho que siguen por el camino que inició el PSOE, (y que también criticaron) de mejorar la recaudación en base a los pagos fraccionados. En este sentido, la crítica que se hizo a la medida cuando estaba el PSOE es la misma que nos encontramos en este momento. ¿A que con las personas no se incrementaron las retenciones?. La diferencia entre subir los impuestos y subir las retenciones y pagos fraccionados es más que evidente; Al que le suban los impuestos, paga más; al que le suban las retenciones o los pagos fraccionados, lo que hace es financiar el estado, (si la declaración final es negativa), o financiarse menos (si la declaración es positiva que es lo que ocurre en sociedades normalmente).
Cierto que también se tocan las deducciones, y se modifican ligeramente la cuestión de los gastos financieros y desaparece la libertad de amortización; sin embargo una vez más no se toca el grueso de las deducciones.
Si vamos a los números que sacan son simplemente demenciales, ya que confían en obtener regularizaciones de patrimonio por encima de los 70.000 millones, (para que la recaudación se vaya por encima de los 7.000 millones dado que es un 10%), lo cual parece un poco optimista; sobre todo porque lo del plan de control del fraude tan sólo es un anuncio, (parece que es de lo que menos prisa corre), que se desmiente con los hechos, (bajada de presupuestos para esto, nula intención, anuncios de persecución mientras amnistiamos…).
Y nos queda la bajada del impuesto proporcional a los cigarrillos y la subida del impuesto específico; medida que por cierto reclamaron y consiguieron los fabricantes de cigarrillos de Zapatero; y que reclamaron y consiguieron ahora con Rajoy. Parece un poco de contrasentido el hecho de que los fabricantes pidan subidas de impuestos, pero curiosamente en el pasado ha tenido sentido para ellos. Debemos recordar que la subida de impuestos provocó subidas espectaculares en el precio del tabaco, tan espectaculares como las caídas de ventas. En este sentido si resulta que el precio sube un 40% y el consumo cae un 40%, la facturación se mantiene exactamente igual. Pero curiosamente al subir los impuestos específicos por cigarrillo, tenemos que pagar menos impuestos, (menos cigarrillos), de tal forma que la recaudación del estado baja, las facturaciones de las empresas suben y se logra el efecto de evitar que estas compitan entre sí. (recordar el post que coloqué cuando se propuso la primera vez para entender porque se produce este efecto).
En definitiva, con la subida del impuesto específico del tabaco y la bajada de los tipos proporcionales, lo que se está es haciendo el favor del siglo a las tabacaleras, de tal forma que la recaudación del estado no subirá, sino que bajará.