Casi todos los días vemos en los medios de comunicación liberales de las economías dependientes del petróleo noticias anhelando un acuerdo de un cartel (OPEP) para intervenir en el mercado y lograr subir el precio de dicho bien básico. Curiosamente desde Estados Unidos nos llegan ciertos análisis que difieren un poco de este análisis.
Por ejemplo; el economista refleja un artículo de Reuters en el que parece esperar un “viaje a 1998: ¿Un nuevo acuerdo para triplicar el precio del petróleo?”. Parece curioso que nadie se escandalice de ver a los árabes, rusos, venezolanos e iraníes llegando a acuerdos en el marco de un oligopolio (que hoy ya no lo es tanto) para influir en el precio de un bien básico que necesitamos. En fin, lo curioso es la gráfica de precios de WTI que ponen (el círculo lo añado yo):
El día anterior el mismo medio recogía un artículo a cuenta de un informe de Bank of America que afirma que el crack del petróleo (la caída señalada dentro del círculo) ha sido la mayor transferencia de riqueza de la historia. Lo explican de esta forma:
“se pasarán 3.000 millones de dólares al año desde productores hacia consumidores, dando pie a la mayor transferencia de riqueza de la historia humana"
Hay un error evidente que viene de la traducción; o mejor dicho del distinto concepto entre los billones y trillones en inglés y castellano. He buscado el artículo original en bloomberg y afirma:
“will push back $3 trillion a year from oil producers to global consumers, setting the stage for one of the largest transfers of wealth in human history
Para que nos entendamos, lo que ha afirmado Bank of America es que se transfieren 3 billones al año(en castellano) de dólares de productores a consumidores. Un error tonto, pero que conviene aclarar porque la diferencia es un dinerito.
Curiosamente, los números de Bank of America no acaban de cuadrar tampoco. La demanda mundial de petróleo está en torno a los 90 millones de barriles diarios (según quien estime o espere un poco más o un poco menos). Este dato supone 32.850 barriles al año. Cuando el petróleo está a 100 dólares por barril se supondría (asumiendo que absolutamente todo el dinero vaya para ellos) que los productores recibirán 3,285 billones de dólares al año, que pasarían a ser 0,9 billones de dólares al año con el barril a 30. Quizás el concepto justicia poética se refiere a un caso como este; un señor exagera en un estudio, con unos objetivos, y luego resulta que llega el becario del periódico y divide por mil el resultado.
En todo caso acaba afirmando: “Combine these trends with the decline in, say, Saudi Arabia's foreign exchange reserves, or the stock price of any oil company, and you can see the dramatic wealth shifts now taking place in the world. “
Me ha hecho gracia el uso de la palabra “dramática” transferencia de riqueza. ¿Conoce a algún conductor, taxista o empresa de transportes que califique de “dramática” la bajada del precio del gasoil? Vale que no ha bajado tanto como el petróleo, ¿será esta la razón por la que no conocemos a ningún pagador calificando de dramática cualquier bajada del precio del bien que tiene que comprar?
Curiosamente en este blog he afirmado (en multitud de ocasiones) que tras esta crisis está la dramática transferencia de renta desde los consumidores a “otros” que también se ve en el petróleo y en otras materias primas. En particular, voy a pintar un par de circulitos a mayores en la gráfica anterior. En el negro sigue estando la dramática transferencia de renta a consumidores; mientras que en el azul voy a poner las transferencias de renta desde los consumidores, que saldrían considerando la metodología de este experto de Bank of America:
En todo caso, la metodología no es muy apropiada, por los dos lados de la transferencia. Es decir; los consumidores no nos vemos ni perjudicados ni beneficiados por los vaivenes del petróleo. Puede parecer una tontería recordar que los consumidores pagamos gasolina en nuestros vehículos y bienes que llevan incorporados unos costes de transporte que a su vez incorporan gasolina. La transferencia de renta que asumiremos será la diferencia en el precio del gasoil. Es cierto que los precios del petróleo están a niveles de 2003, pero las gasolinas están a precios de 2009, por lo que la transferencia a los consumidores no es esa. Debemos tener en cuenta que los márgenes de refino se están incrementando de forma espectacular de tal forma que al final el beneficio hace que nos quedemos como en 2009. A mí me parece dramático que cuando suba el petróleo suban las gasolinas, pero cuando baja no bajen; pero no soy de Arabia Saudi, aunque resulta que el de Bank of America tampoco.
En el mercado de Petróleo tenemos unos países con petróleo, unas compañías que incurren en costes de extraerlo (entre ellos tenemos el pago a los países). Lo que pierden los países productores es aquella parte del coste del petróleo que las petroleras dejen de pagarles. Hace unos días explicaba que en las cuentas de Repol aparecía el coste de extracción (la partida en la que están los pagos a determinados países) de cada barril que ascendía a 5 dólares por barril. Ese barril lo venden a precio de mercados financieros (en ocasiones a la filial de refino). Evidentemente este precio de venta ha bajado mucho por lo que las actividades de Upstream son mucho menos rentables. Pero la filial de refino puede comprar a un precio mucho menor en estos mercados financieros, con lo que si mantiene el precio final logra incrementar el margen.
El problema real está en los mercados financieros. Toda la banca de inversión que se dedica a invertir en petróleo es el problema real; últimamente estamos asistiendo al problema que tienen los bancos con los préstamos a las petroleras; pero este no es, ni de lejos, el principal de los problemas.
El mayor problema y la razón por la que una persona de Bank of America califica de “dramática” esta transferencia (que exagera deliberadamente para transmitir la sensación de que los ciudadanos podemos asumir más sacrificios para salvarlos a ellos) se puede ver en la misma gráfica cuando vemos otros círculos:
En junio de 2008 el precio del petróleo tocó los 150; en septiembre de 2008 el precio iba por 100 y la banca de inversión cayó por sorpresa. Claro que hay una razón para que desde Bank of America se afirme que la caída es “dramática”, para que todo el mundo espere como agua de mayo un acuerdo anti mercado sobre un bien básico para los consumidores y para que nadie hable de las transferencias dramáticas de los ciudadanos a los mercados financieros. No creo que sea necesario buscar analistas para entenderlo; además los analistas están demasiado ocupados intentando que apuntemos hacia otro lado.