En expansión se publica una carta, escrito, panfleto o petición de Gerardo Díaz Ferrán, (aún presidente de la CEOE y supuesto empresario), en el que reflexiona sobre las medidas adoptadas por el gobierno y pide lo que cree que le va a venir bien a los empresarios.
El panfleto es increíble, desde todos los puntos de vista y no me resisto a comentarlo. De hecho dado que más que un artículo es una especie de lista de la compra, carta a los reyes magos o incluso una lista de reivindicaciones, creo que me va a venir bien para tratar de hacer una especie de recopilaciones para ir dando coherencia a este blog. La verdad es que las recopilaciones son algo que me obsesiona bastante, por la sencilla razón de que no quiero perder la coherencia.
Si queremos hacer un diagnóstico, este tiene que ser coherente y debemos tratar de explicar mediante el mismo modelo todas y cada una de las cosas que están ocurriendo. En el caso de que eso no ocurra, simplemente el diagnóstico y las explicaciones o son incompletas o lo más probable es que sean completamente erróneas.
Lo mismo pasa con las medidas propuestas, hay que analizar si son coherentes con los problemas que presenta la economía, cuáles son los efectos esperados, (asumiendo que los planes salgan bien), y que es lo que pasará.
Y esta lista, la verdad es que al tratar todos y cada uno de los puntos que reivindica, me sirve de un esquema fácil para ir haciendo una especie de resumen que ire colgando los fines de semana, y de esta forma ir repasando lo que ya se ha hablado y desde luego me viene muy bien para al final encontrar los post que me pudiesen faltar, (y encontrar la oportunidad de acabar los que tengo empezados que son unos cuantos).
En todo caso, me gustaría aclarar en primer lugar un aspecto que puede inducir a un error. Dado que el artículo en cuestión es un cachondeo de padre y muy señor mío, supongo que mi respuesta, y dado que hablamos del presidente de los empresarios y de que habla en su supuesto nombre, me gustaría primero aclarar un par de detalles:
- El primero es que creo que necesitamos, y debemos valorar la figura del empresario. Lo necesitamos como el comer, y lo debemos valorar como todo bien escaso.
- Lo segundo es que cualquier parecido entre alguien que tiene los planteamientos que voy a desarrollar y un empresario es pura casualidad. Un empresario es una persona que organiza los recursos, asume riesgos y crea algo. Busca clientes y les ofrece y se ocupa de que trabajadores y máquinas produzcan. Esto no es lo mismo que tratar de buscar la forma de buscar mercados en los despachos de la administración, buscar la forma de pagar menos por los recursos, (no organizarlos mejor), y pedir, pedir y pedir, esquivando todos los riesgos o echándole la culpa de todos los males a la divina providencia.
En este caso me gustaría comenzar la serie de post, (no tengo ni idea de cuantos serán), recordando un post en el que trataba de contestar a otra carta donde ciertos empresarios se quejaban de la imagen que en la sociedad se transmitía; el post se llamaba “cuando negar es afirmar”, y básicamente se trataba de pedir un poco de coherencia. Tirando de refranero, el resumen lo puedo resumir en el “no se puede estar en misa y repicando”, y un poco más desarrollado, es que está muy bien que pidan lo que les interese, pero por supuesto, llenando los periódicos de reformas, ayudas y peticiones que les vienen bien y sin que tenga noticias de que se plantee ningún sacrificio concreto, no tiene demasiado sentido que quieran quedar como promotores de ONGs, (que por cierto tampoco deberían serlo).
Pero lo peor es que las peticiones que pidan no es que sean justas o injustas, sino que están detrás de esta crisis, sin que se den cuenta, y por tanto traté de plasmar en un post las incoherencias y los errores de los planteamientos en nuestro sistema empresarial, (perdonen los empresarios, por usar ese nombre para estas personas), que titule “Sin que Diaz Ferrán rectifique, Adolfo Domínguez se apunta”. La realidad es que no acabo de entender a estas dos personas, que se supone que viven de vender productos con cierta elasticidad. Tanto el uno como el otro, deberían estar preocupados por la situación de la clase media y buscar bajo todos los medios que prosperen. Al fin y al postre, resulta que ambos dirigen empresas que venden productos que la sociedad paga con la diferencia entre sus sueldos disponibles y los precios que pagan. ¡No acabo de entender el interés en pedir que sus clientes pierdan poder adquisitivo y confianza!. Sobre todo cuando las dos empresas están teniendo gravísimos problemas derivados de la caída de la demanda. Y por supuesto, lo que son las cosas, Adolfo Domínguez, el mismo día que Díaz Ferrán publica el artículo, pronuncia una charla en Barcelona, diciendo exactamente lo mismo.
Pero vamos a ir al lío:
El artículo comienza con una frase que dice: “Con su último paquete de medidas el Gobierno comienza a abordarde manera concreta el problema del déficit público español, lo que reiteradamente hemos pedido los empresarios. No es suficiente para resolver el problema en su totalidad, pero es un gran paso en la dirección adecuada.
La mejor señal del compromiso del Gobierno con el saneamiento de las cuentas públicas es que el ajuste se produce en el gasto, y especialmente en determinados capítulos con elevado coste político. Otro tipo de medidas no hubiera tenido esa credibilidad.”
Está claro que le parecen muy bien las medidas, porque adolece de una miopía increíble. Es difícil no ver que las medidas son un auténtico desastre y que además curiosamente su empresa de referencia, va a ser una de las grandes perjudicadas de las medidas tomadas. Hoy un buen número de personas que tenían ingresos estables, han visto como su poder adquisitivo cae. Estas personas, tienen menos posibilidad para consumir ahora y desde luego, la confianza se ha desmoronado. ¿Es muy difícil saber en qué van a ajustar en primer lugar?.
A veces no acabo de entender a estos empresarios de conferencia y despacho. Si le preguntan al dueño de una cafetería que esté cerca de un polígono empresarial, estoy seguro que estará preocupado por la situación de los trabajadores del polígono. Lo mismo aplicará a las cafeterías situadas cerca de complejos administrativos. Supongo que estarán temblando ante la subida del IVA y la caída de los sueldos de las personas. Lo mismo irá para las gestorías de estas, los distribuidores de hostelería,… Ese es el argumento que he comenzado y he seguido a cuenta de la aprobación de las medidas tomadas por el gobierno en la serie de tres post “Mandan los idiotas; y el resultado; los funcionarios y pensionistas son los menos perjudicados”.
Es fácil inferir que haciendo a todo el mundo más pobre, el resultado es que nadie viaja y nadie compra ropa. Por lo tanto las dos empresas mencionadas, (y muchas más, de gente que está intentando salvar), van a pasarlo muy mal. Y cuando digo todo el mundo, me refiero a todo el mundo y no solo a pensionistas y empresarios que pueden ser los primeros en notar la medida. Me refiero al post de “Bajada de sueldos de funcionarios; ¿Se busca sólo ahorro?” , en el que hablaba de que la bajada de sueldos de los funcionarios tenía un objetivo que normalmente no se suele decir demasiado. Me refería al efecto arrastre y a la influencia de esta decisión en la fijación de los sueldos del sector privado. Dicho de otra forma, la gran ventaja de la bajada de sueldos de los funcionarios, para las empresas es un ligero ahorro, y una gran arma para bajar los sueldos al resto de trabajadores.
Y esto lo podemos ver en el siguiente párrafo, donde Diaz Ferrán nos lo cuenta de la siguiente forma:
“La reducción de los salarios de los empleados públicos es una señal muy importante de cara a la negociación colectiva de 2010 y 2011. El sector público tiene un papel fundamental de liderazgo en la fijación del salario en el sector privado. Dentro del AINC firmado en febrero, nos comprometimos a una importante moderación salarial que para 2010 podría suponer reducciones de salario tal y como ha hecho el sector público. La moderación salarial en los próximos años es esencial para la recuperación de la competitividad y del empleo. Por último, el ajuste se concentra en los dos primeros años, lo que refuerza también su credibilidad”
O sea que negro sobre blanco un texto breve y conciso, nos explica en un párrafo lo que yo tuve que justificar en bastantes más. Por supuesto, debemos entender que yo al final tenía que justificar lo que la CEOE pensaba, y evidentemente siendo la CEOE, no hay que justificar nada; ¡llega con afirmarlo!.
En todo caso, nos cuela inmediatamente la necesidad de la moderación salarial como esencial para la recuperación de la competitividad y del empleo. En este caso me gustaría explicar que en esta sencilla frase, nos ha soltado el chantaje. O aceptamos o no habrá forma de mejorar la competitividad y el empleo. Es así de sencillo, así de claro y así de reiterado. De hecho, el discurso de la moderación salarial para mejorar la competitividad y el empleo no es algo nuevo, sino que me gustaría recordar el post sobre “la óptica empresarial” donde reproduzco una conferencia de 2002, donde se decía exactamente lo mismo, (congratulándose de haberlo obtenido), y establecía los países que estaban desarrollando las recetas que se siguen pidiendo, ¡y los que no!.
Como si de un adivino fuese el presidente del círculo empresarial nos detalló los países que estaban haciendo lo que estimaban correcto, (lo mismo que se sigue pidiendo palabra por palabra y medida por medida), y aquellos que no lo estaban haciendo. El caso es que el tiempo ha dictado sentencia, y nos encontramos con que los países que según el empresario se encaminaban por ese camino hoy son los que mayores problemas tienen, (España, Irlanda,..), mientras que aquellos que se alejaban de las recetas de los empresarios, según los empresarios, eran Alemania y Francia.
Curiosamente se siguen defendiendo las mismas recetas y a lo que parece intentando demostrar que el camino comenzado por los países quebrados era el acertado.
Y hasta aquí llega el de hoy, Y hasta aquí llega el de hoy, Continuará el próximo viernes.