“Hay que equipos que son algo más que un equipo. En ellos, no sólo se trata de ganar, sino de la forma en la que se hace. Sus colores hablan de su historia, de su ambición, de su fé en la victoria. Por eso los mejores siempre quieren formar parte de este equipo, porque esos colores te obligan a ser el mejor, pero también te ayudan a serlo. El Santander es uno de esos equipos: sólido, fiable, comprometido. Por eso, ya son más 4.200.000 clientes los que no pagan comisiones de servicio. Haz como yo, cámbiate para ganar”.
Este es el slogan de una de las campañas que Fernando Alonso ha realizado para el Banco Santander, a cuenta del patrocinio de la entidad financiera por el piloto de Fórmula uno en el contexto del patrocinio de Ferrari.
Ese anuncio fue el que apareció al finalizar el gran premio de Alemania en el que Fernando Alonso se ha encontrado inmerso en una polémica. Resulta que en las competiciones de Fórmula uno, existe una norma que prohíbe las normas de equipo. En la carrera los dos pilotos de Ferrari, marchaban primero y segundo. Fernando Alonso, iba segundo y atacó a Masa, pero este se defendió y hubo una primera comunicación en la que el piloto español avisó que era ridículo que Masa se defendiese. Lamentablemente en una competición, desde luego existen riesgos y lo que se busca es eso. ¿Qué puede ser que los dos integrantes de un equipo queden dañados?. Pues de eso se trata. Se trata de competir. ¿Ridículo?. Puede ser, pero se supone que hay unas normas que cumplir.
Posteriormente, se le dice a Masa: “Fernando Alonso va más rápido que tú, ¿lo entiendes?”. Por supuesto, lo que se estaba comunicando a Masa es que Fernando Alonso debía ganar y por tanto debería dejarse adelantar. Un par de vueltas después, el piloto Brasileño simplemente no aceleró y Fernando Alonso pudo pasar como quien adelanta a un tractor.
Por supuesto, está claro que para los intereses de Ferrari, era lo mejor, pero el caso es que existe una regla clara que se la han saltado a la torera. Por supuesto, en lo que va de campeonato, no es la primera vez y de hecho el gran beneficiado de cierto cachondeo con las reglas y los distintos castigos no es la escudería italiana, ni el piloto español. Pero el caso es que una acumulación de errores, jamás dan un acierto. Y que otros hagan trampas, no exculpa al tramposo, sino que empeora la situación general.
Existen mil motivos para defender que lo acontecido ha sido lo mejor para el equipo, que no fue injusto para Masa, y el caso es que siempre existen mil razones para justificar que nos saltemos las reglas.
Lo que se olvida con frecuencia es que la mera existencia de las reglas implican unos límites a las actuaciones de los participantes en cualquier carrera o en los integrantes de un sistema organizado, implica que a los participantes les interesa saltarse las reglas para obtener un beneficio. Evidentemente lo que interesaba al equipo era saltarse las normas y en consecuencia oiremos justificaciones de todo tipo en el sentido de que han hecho bien. Sin embargo, todo el interés para el equipo, es la peor defensa porque el sentido de la norma es tratar de fomentar la competición a costa de los intereses de los equipos.
Hoy hemos encontrado en el mundo del deporte un ejemplo de unas actuaciones que encontramos frecuentemente en el mundo económico, (que traté en su día en un post), y que se basa en usar la justificación de las reglas, (los intereses de los participantes limitados para salvaguardar o mejorar un sistema), para saltarse las reglas.
Pero el caso es que además resulta que en la retransmisión del gran premio, hemos visto frecuentemente al presidente del Banco Santander, y hay una cosa que me preocupa y mucho. No me refiero al papelón de Lobato, que se refiere a este personaje como Don Emilio Botín, que es algo que extraña, porque es la primera vez que oigo el Don en la boca de un periodista deportivo.
Pero desde luego en este caso, lo que me preocupa es la sensación de que está claro que a Emilio Botín, (me va a perdonar lobato que le quite el don), pudiera tener algo que ver en esta actuación. La verdad es que está claro que a la entidad le interesa que Alonso sea el campeón mundial, desde luego mucho más que Massa, (a pesar de que en Brasil también tenga negocio). Y está claro que el Banco Santander ha puesto mucho dinero en Ferrari, (tanto que ha logrado que la marca cambie el diseño de los coches, poniendo un blanco para poner el logo).
¿Podemos descartar que el patrocinador, que estaba con el equipo haya presionado a Ferrari?. Puede ser que alguien diga que soy un conspiranoico, (quizás sea cierto), pero ¿en serio podemos descartarlo?. El hecho de los mensajitos, todas las pruebas y toda la chapuza que ha sido la maniobra, no la puedo explicar desde un equipo que tuviese mínimamente planeado esto. La chapuza de la orden, la petición de perdón a Massa por radio, el mensaje en el que se le llamaba magnánimo. ¿Por qué no se hizo en los boxes?. Tardando un par de segundos más en cambiar las ruedas a Massa se hubiese solucionado. No parece muy probable que la intención inicial de Ferrari hubiese sido esta. ¿Qué cambió?.
¿Los perjuicios?. Un par de carreras antes, en una decisión en la que Fernando Alonso fue perjudicado por un cambalache, lo dijo claramente: “El público no ha venido a ver una carrera manipulada”. Y la propia entidad lo pone en el anuncio que he puesto al principio; “no se trata de ganar, sino de cómo se hace”. La sensación que queda ahora, tanto con Fernando Alonso, como con la entidad y la marca de coches es que el cómo se gana es “como sea”; da igual que sea legal o ilegal, que se cargue la competición o el sistema. Todo da igual.
Eso es lo grave de toda esta historia. Hace unos días he puesto un post acerca de la forma de ganar de la selección española, que creo que nos ha dado una lección espectacular. Hoy creo que también tenemos lección pero bastante menos edificante.