Estos días he estado desconectado del mundo, pero echando un vistazo a los comentarios, me han preguntado sobre la oportunidad de la acción de protesta planteada para el 7 de diciembre, que consiste en retirar el dinero de las entidades financieras.
En principio, lo que tengo que decir es que cualquier medida pacífica de protesta me parece algo positivo y muy necesario. Desde este punto de vista, esta acción cumple las dos premisas que pido, y por tanto, entiendo que va en el correcto sentido.
Ahora bien, dudo bastante de la efectividad, porque tiene varios fallos en el diseño. Para analizarlos, vamos a tratar de suponer en primer lugar que la convocatoria va a tener éxito. En el supuesto de que todo el mundo sacase la totalidad de los saldos a la vista de las entidades financieras, ¿les estaríamos metiendo en problemas?. La respuesta es claramente que el impacto sería muy limitado.
Es decir, por el lado del coste, resulta que las entidades necesitarían cubrir ese importe acudiendo al interbancario o bien al bce, de forma que el coste de conseguir la liquidez en ese momento, ascendería a un máximo del 1% (anual), lo que a un día supone un coste muy bajo. Sobre todo teniendo en cuenta que disponen de esos fondos durante el resto del año a un precio de cero.
Dicho de otra forma, la retirada de 1.000 euros del banco le supone a la entidad un total de 2,7 céntimos. Por supuesto no quiero entrar en el caso de que se pongan a cobrar comisiones o repercutir gastos, por lo que incluso es posible que ganen. Si a cualquier agente económico le retiran de repente la liquidez, los problemas suelen ser enormes, pero esto es debido a que nosotros no tenemos acceso a fuentes de financiación baratas alternativas. Es decir, si el banco nos cierra el grifo, estamos fastidiados, pero esta situación no se consigue con las entidades financieras.
Un poco más de daño, se puede hacer vía los ratios, de forma que si se retira liquidez, se deterioran los ratios de liquidez de la entidad y puede llegarse a dar el caso de que alguna entidad incumpla obligaciones de disponibilidad de efectivo. Sin embargo, respecto al apartado de liquidez se puede corregir con el bce, con los mercados de deuda o incluso derivados. Por supuesto, los ratios de depósitos y cuentas a la vista, también se pueden ver afectados, pero sin embargo, este es un dato eminentemente contable, para tratar de analizar la estructura financiera de las entidades y como se están financiando. ¿Afectará?. Pues la realidad es que no afectará porque simplemente no se conocerá este dato, al no coincidir con una fecha de presentación de balances. En este sentido, la propuesta tendría mucho más sentido en cualquier último día de cada mes, o incluso de trimestre. Pero lamentablemente es poco probable que se pueda plantear esta acción en esas fechas, debido a los recibos que entran ese día en la cuenta de cada uno.
Por otra parte, el efecto de retirada masivas de dinero, suele tener consecuencias catastróficas, pero no por el hecho en si, sino por la pérdida de confianza que lleva implícita. Es decir, las retiradas de dinero provocan un daño enorme en las cuentas de las entidades si provocan miedo o desconfianza. Si por cualquier motivo, en medio de esta situación, acudimos a un banco y no nos da el dinero, automáticamente se inicia un proceso de bola de nieve en el que todo el mundo comienza a relacionar la falta de liquidez, con los problemas en las entidades, de forma que todo el mundo intenta retirar el dinero, lo cual agrava el problema. En este caso, no existe este riesgo, debido a que la existencia de una acción de este estilo, sirve de razón fundamental para explicar la situación parando el efecto de la confianza. Por tanto, si alguien va a una sucursal y resulta que no tiene efectivo en ese momento, explicará la acción y en consecuencia el cliente se cabreará, pero no tendrá miedo. (y es muy distinto el efecto).
Otro de los problemas que le veo a la propuesta es que le falta continuidad. Está claro que protestar es algo que debemos hacer, pero también creo que está claro que tenemos que avanzar mucho más que una protesta de un día. En definitiva, creo que a esta propuesta le falta el “hasta”. Claro que por otra parte, le falta lo que podemos conseguir, o lo que pedimos. Es decir; está claro que existen razones más que suficientes para entender que existe un “por qué” de esta acción, pero lo que no tengo demasiado claro es el “para que”.
En fin, el caso es que esta medida creo que debe ser ampliada y matizada. Pero ya que estamos, me gustaría recordar aquella propuesta que lancé sobre “la lotería de las gasolinas”, y en este caso tenemos una novedad; que es que ha pasado la última semana de noviembre, en la que proponíamos el boicot del mes.
Si recordamos, se trataba de que mediante los números del sorteo del jueves y domingo de la primitiva de la última semana del mes, se elegía una compañía de estaciones de servicio que deberíamos evitar a lo largo del mes siguiente.
El jueves 25 de noviembre el reintegro de la lotería fue el 6; el domingo 28 también fue el 6, de forma que el número global ha sido el 66, que corresponde a la participación de CEPSA.
Por tanto, pido que a lo largo de diciembre, en la medida de lo posible evitemos las estaciones de servicio de CEPSA. Por supuesto, ruego difusión.