Todo discurso que se precie incluye la palabra “Democracia”, pero hay veces que de tanto usar el slogan nos olvidamos del significado. Es en estas ocasiones en las que todos debemos recordar y hacer recordar su significado.
Y hoy debemos recordar las siguientes palabras:
“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.
Todos debemos preguntarnos:
¿Cómo es posible que estemos protestando por un pacto entre países europeos, hecho por y para unas personas que se esconden tras el eufemismo de “mercados”, que IMPONEN toda una serie de medidas que llaman IMPOPULARES y se reconocen INJUSTAS?.
No podemos olvidar, ni debemos permitir que nuestros representantes tomen decisiones que ellos mismos definen como contrarias a los deseos del pueblo. También debemos decir alto y claro que cuando la capacidad de decisión no descansa en el pueblo estamos ante alguna clase de despotismo, que no dejará de serlo aunque lo vistamos con trajes, palabras, formalismos y slogans.
Nos dicen que tendremos que sacrificarnos, que tendremos que bajar los sueldos, que tendremos que pagar más por los bienes básicos y que tendremos que soportar más impuestos. Nos dicen que tendremos que renunciar a prestaciones en sanidad, que tendremos que abrir debates en educación; nos imponen recortes en prestaciones de desempleo; y recortan las pensiones. Y todo ello a cambio de nada. Todo ello se aprueba por nuestros representantes con la plena consciencia del rotundo rechazo de la mayoría de la sociedad.
Entendámoslo esto es despotismo; aunque nos cuentan que como son los representantes de la sociedad son ellos los que deciden que es lo que quiere la sociedad; Claro que también nos cuentan que todo es de acuerdo a la ley y derecho.
Debemos recordar lo que establece la constitución española, la ley fundamental que guía la sociedad y que fue votada por los ciudadanos españoles; los de izquierda, los de derecha, los de centro:
“Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.”
“Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”
“Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo”
“Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo”.
“Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios”
“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”
“Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”.
“Los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos de los mismos”
Son claras las normas y el mandato; y no hay excepciones de ningún tipo. Y debemos exigir el estricto e indubitado cumplimiento por parte de nuestros representantes en todo tipo de condiciones, y sin excusa alguna de las obligaciones contenidas en la ley. ¡Le venga bien o mal a Merkel, al Banco Central Europeo o a Botín!.
Debemos pues oponernos con decisión, firmeza y rotundidad a todos aquellos actos que nuestros representantes realicen que además de actuar contra nuestra voluntad; atentan directamente contra nuestras leyes fundamentales.
Algunos dirán que se toman medidas IMPOPULARES y no demasiado acordes con la letra y espíritu de la constitución porque piensan en lo mejor de los ciudadanos y no en lo que los ciudadanos quieren. Esto no es democracia; Esto está inventado y se llama “Despotismo Ilustrado”.
Nos cuentan que los ciudadanos no estamos dispuestos a sacrificarnos; ¡Cuando llevamos años sacrificándonos y aceptando todo tipo de tropelías!. Nos cuentan que no entendemos la situación; ¡los mismos que nos han llevado al desastre cuando nos pedían sacrificios para la mejora de la sociedad!.
Tenemos que dejar claro que no permitiremos que nuestros representantes se permitan dudar de la inteligencia o la buena fe de la sociedad, cuando los resultados de sus decisiones son bien visibles.
Nos cuentan que el acuerdo del euro, es necesario, porque no podemos permitirnos este conjunto de medidas que se cobijan bajo la descripción del “Estado del bienestar”; ¡Es mentira!. La protección de los trabajadores, de los consumidores, de los mercados, de las pequeñas empresas, las limitaciones a la especulación en bienes básicos, el control de productos estratégicos y tantas medidas que ahora se venden como un lujo que no podemos permitirnos, ¡SON UNA NECESIDAD!.
Todas estas políticas surgen en un mundo destrozado por la Gran Depresión y la segunda Guerra Mundial; ¡como la solución!. Estas políticas tienen el objetivo primero y último de crear una potente clase media que es la fuente de todo avance económico.
Ahora nos proponen reducir sueldos; y ajustar los presupuestos de la mayoría de la sociedad. Proponen que todas las empresas despidan; y proponen que el estado despida. Proponen que todo el mundo sea más pobre; ¡Y aquellos que dudan de la inteligencia de las sociedades esperan que repartiendo pobreza se genera riqueza!. Nunca en la historia repartiendo pobreza se ha generado riqueza, y no lo podemos permitir.
Cuando un trabajador ve reducido su sueldo, o un pensionista su pensión, o un ciudadano sus prestaciones de desempleo, ajustará dramáticamente sus gastos. Incluso cuando se esté discutiendo el desmantelamiento de las redes de seguridad establecidas en la constitución, ajustará dramáticamente sus gastos. Cuando estas personas tengan que pagar precios más altos por el combustible, por la energía, por la vivienda, por los alimentos y por todos aquellos bienes o servicios que necesitan ajustará sus presupuestos. Cuando del reparto de los impuestos tengan que cubrir lo que otros grupos no aportan, ajustará su presupuesto.
Unas personas podrán y otras tendrán problemas, pero lo que está claro es que el comerciante, el hostelero y tantos otros, no venderán. Como ellos no venden a su vez, tendrán que ajustar, y además prescindir de sus trabajadores. Por tanto los transportistas, las asesorías y todas las empresas que venden a estos no venderán.
¡y luego nos sorprenderemos de que la gente no pueda pagar créditos!.
¡Debemos ser todos conscientes de que estamos todos en el mismo barco!, ¡Debemos asumir de una vez que no permitiremos que se dispare contra la cubierta y las bodegas!.
Se toman medidas en contra de los deseos del pueblo; en contra de lo establecido en la constitución, en contra de lo que la historia nos ha mostrado como el camino del progreso y en contra de toda lógica económica. Se toman medidas sin que tan siquiera se atrevan a hacer un mínimo plan; Se toman medidas en las que todo el mundo pierde; Incluso los que ahora ganan un tiempo hasta llegar al próximo rescate en una loca carrera hacia ningún lado, pierden.
Es en esta situación en la que debemos reaccionar. Cada uno de nosotros y todos debemos actuar y exigir los cambios. Se nos dirá que no se pueden cambiar las cosas. Se hablará del poder. ¡no caigamos en la trampa!. En todos y cada uno de los momentos de la historia de la humanidad todo el mundo piensa que la situación no puede cambiar. En todos y cada uno de los momentos de la historia de la humanidad se ha acabado avanzado.
Tienen razón aquellos que dicen que no representamos a toda la sociedad. No necesitamos legitimización de nadie, no necesitamos normas o leyes que nos atribuyan la representación porque cada uno de nosotros y todos en conjunto ¡Somos la sociedad!.
Se nos acusa de tener ideas dispersas, de no tener un programa, de no tener líderes y de tantas cosas, ¡porque no han entendido absolutamente nada!. Tenemos miles de ideas, y tenemos millones de líderes, y tenemos cientos de programas.
Pero sólo un objetivo. Exigir los cambios necesarios para que esto sea una democracia real; con todos sus fallos, sus discusiones y sus opiniones. Exigir los cambios que sean necesarios para que en definitiva seamos los soberanos y las instituciones sean los representantes de este mandato. En definitiva ¡Arreglar aquellas partes del sistema que fallan en el proceso de transmisión de nuestro mandato a las instituciones!.
Exigir en consecuencia la reparación de un sistema que se derrumba.