En el debate del estado de la nación, nos hemos encontrado con una propuesta para mejorar un poco la situación de las condiciones de vida de las personas que han perdido o van a perder su piso. La medida propuesta es establecer que las personas que entren en un proceso de ejecución no se queden en una situación completamente inasumible. A tal efecto se propone establecer como no embargable un importe que asciende a 1,5 veces el salario mínimo interprofesional, lo cual supone en estos momentos un total de 961 euros.
Por supuesto, salvo para la banca, y sus derivados, (me ha hecho mucha gracia la reacción de BBVA que nos dice que no se debe estropear el mercado hipotecario Español, frase que parece que no encaja demasiado en un país con una burbuja inmobiliaria y un mercado hipotecario completamente destrozado, en el que de una u otra forma, algo habrá que cambiar), la medida tiene todo el sentido del mundo. En un entorno en el que los problemas son mayores, lo que se parece buscar en esta medida es que las personas y familias que lo pierdan todo, (pero mantengan el sueldo), puedan seguir sobreviviendo, y teniendo en cuenta que hay que pagar un alquiler, comer, vestirse y demás; pues se trata de que estas personas no pasen a lo que se llama normalmente una situación de exclusión social.
Más allá de la conveniencia de la medida, (que particularmente creo que es un paso en la buena dirección), lo que me queda es un regusto un poco curioso. En principio, más allá de las casuísticas de personas en concreto, y más allá de si esto va a servir para reactivar el crédito o no, o si esto es bueno o malo, la clave más importante la encuentro en el reconocimiento de que se reconozca que se ponga en una situación límite a las personas que no lleguen a 1,5 veces el salario mínimo interprofesional.
Y es muy curioso porque el salario mínimo interprofesional es el salario mínimo establecido para la remuneración del trabajo, que según nos cuenta la constitución ha de ser suficiente para atender dignamente las necesidades de una familia. De hecho, la justificación de que el salario mínimo interprofesional fuese no embargable, (hasta que ya se amplió en el 10% para los hipotecados en otro de los planes que han surgido), es exactamente esta. Se supone en teoría que ese importe es el mínimo para que una persona que viva de un sueldo no se encuentre en una situación límite.
La pregunta lógica que debemos hacernos cuando llegamos a la conclusión de que para evitar que una persona entre en una situación inasumible estaríamos hablando de unos ingresos en torno a los 1.000 euros es ¿Cómo demonios no se explican esta crisis?.
Propongo que miremos unos cuantos datos, y veamos cuantas personas en este país están con ingresos inferiores a los 1.000 euros. Ahora que entendemos que una persona que ha perdido su piso queda en una situación dramática, quizás tengamos que saber cuantas personas están en esta misma situación sin tener que llegar a perder el piso.
Trasteando un poco las estadísticas sobre la encuesta de estructura salarial del INE (con datos del 2009), nos encontramos con los siguientes datos:
Por tanto, por debajo de 1,5 veces el SMI, nos encontramos con la friolera de 7.940.333 trabajadores, (un 43,03%); y si tenemos en cuenta que estos datos son brutos, y por tanto para llegar a los 1.000 euros mensuales, tendríamos que tener en torno a los 14.000 euros, podemos coger también a los 2.678.098 trabajadores del siguiente tramo, y algunos de los siguientes.
La conclusión es que un mínimo de 10.618.431 trabajadores, (una tontería de un 57,51% de los trabajadores), no llega(ba) a los 960 euros al mes. Teniendo en cuenta que muchas de estas personas son precisamente las que tenían los trabajos precarios y las que primero han salido del mercado laboral, es probable que hoy incluso sean menos; pero claro, a costa de reducir los ingresos, lo cual no mejora la situación.
En la situación de desempleo, teníamos en abril de 2011, según la página del servicio público de empleo a 2.816.346 personas recibiendo algún tipo de prestación; 1.355.356 perciben prestaciones asistenciales sobre las que no se dan datos pero que en general se sitúan como máximo en torno a los 400 euros al mes, mientras que 1.289.677 personas, cobran de media 853,5 euros al mes de media, (brutos). Tampoco hay distribución de personas según tramos, pero sí según edades y es la siguiente, (muy útil para entender la evolución de los sueldos, porque las prestaciones contributivas se calculan en función de esta variable):
Pero si miramos a los pensionistas, (y siempre recordando que la constitución obliga también a que las prestaciones sociales para los inactivos sean suficientes para desarrollar una vida digna), el resultado no es que mejore, sino que empeora, como podemos encontrar en la página de la seguridad social, la distribución de las pensiones según su importe:
O lo que es lo mismo, 6.652.975 pensiones, o lo que es lo mismo casi un 76% de las 8.782.955 pensiones que existen en España, están por debajo de los 1.000 euros al mes.
Todo ello, nos lleva a la situación de las familias españolas donde resulta que según los datos de 2008, que nos ofrece el INE ascienden a un total de 16.798.900, que siguen el siguiente patrón según tamaño e ingresos:
En esta tabla marco en rojo todas aquellas familias que no alcanzan los valores que se anuncian en el debate del estado de la nación como mínimos para que las familias no entren en dificultades.
Los datos no pueden ser más elocuentes, ya que 15.830.000 familias, (el 93% de las familias españolas), tienen unas condiciones de renta inferiores a las que quedarían protegidas. Esto significa, que la inmensa mayoría de las familias tienen unas condiciones peores que las que en el debate del estado de la nación se reconocen como especialmente difíciles. Todos debemos tener en cuenta que la burbuja inmobiliaria y el coste de la vivienda es un problema muy grave, pero realmente tenemos que ser conscientes que hoy en día está ocultando una situación bastante peor, que simplemente no se ve, porque absolutamente nadie se plantea la necesidad de actualizar estos datos que son claves.
Esto nos lleva a varios puntos; por un lado, se explica perfectamente la preferencia por la compra de vivienda de los españoles. Estos datos son coherentes con la subsistencia de las familias, precisamente porque la mayoría han pagado su vivienda en el pasado, de tal forma que ahora no tienen que pagar alquiler ni hipoteca. (¿O alguien se explica como vivirían hoy los pensionistas si tuviesen que afrontar pagos por la vivienda?).
Y por supuesto, nos lleva a explicar perfectamente la crisis y la caída del consumo, pero lo que no se puede explicar es ¿Cómo va a mejorar la renta disponible de los ciudadanos tal y como dijo Zapatero?. Y tampoco explica como se le puede ocurrir a alguien que la solución sea bajar sueldos y salarios. ¡simplemente es demencial!.