Si necesitamos encontrar un ejemplo de los métodos de funcionamiento en este “nuestro país”, no tenemos más que encontrarnos con el recorrido histórico de la compañía Telefónica, ahora conocida por Movistar.
Salvo en algunos períodos en que se ve superada por Banco Santander, estamos hablando de la compañía con mayor valoración Española, entendida esta como la capitalización, que no es otra cosa que la suma del valor de las participaciones para sus accionistas.
Cuando estamos hablando de esta empresa, es conveniente que estemos hablando de una antigua empresa del estado que se encontraba en una situación monopolística. Por lo tanto parte de una situación privilegiada en un mercado caracterizado por un enorme poder de la empresa en el respectivo mercado. Por mucho que las operadoras telefónicas nieguen las acusaciones que desde Europa periódicamente lanzan acerca de las concertaciones de precios, la realidad es que esta compañía, aprovecha muy bien las condiciones del mercado español y los apoyos de los sucesivos gobiernos que permiten que los precios cobrados en España sean sensiblemente superiores a los precios que se cobran en otros países.
Por ejemplo, en Gran Bretaña, la misma operadora funciona bajo la marca O2 y oferta hoy en internet un paquete de adsl de 20 megas por un precio de 20 libras, si paga la línea a O2, (por 7,5 libras), mientras que en España estaríamos hablando de un precio de 40,90 € más 13,97 € por la línea, y hablando de un pack de adsl de 10 megas. Dicho de otra forma, en España, la empresa puede cobrar el doble por ofrecer la mitad.
Evidentemente la estructura de mercado, le permite a la empresa ser mucho más rentable que las empresas de otros países, o de aquellas empresas que operan en sistemas de competencia más aproximadas al liberalismo que propugnan siempre que pueden para los demás. Por supuesto, esta estructura, también es la que les permite que no tengan que destinar demasiados recursos a ser mejor empresas, y en definitiva concluimos al final que los usuarios de internet, pagamos más por menos, de tal forma que nuestra renta disponible cae, (sobre todo teniendo en cuenta que el poder adquisitivo en España es muy inferior al británico).
En todo caso, la compañía de referencia usa también tácticas curiosas para subir el valor de la empresa. Con cierta regularidad nos encontramos con noticias, que logran que se incremente su beneficio. Estas noticias, normalmente se fundamentan en la ingeniería, concretamente en aquella rama de esta ciencia que se dedica a la ingeniería financiera y contable, de tal forma que nos encontramos con unos efectos muy curiosos.
Por ejemplo, el 2 de junio de 2010, la compañía comunica la oferta por la compra del 50% de Vivo, (compañía brasileña), por importe de 6.500 millones de euros. El 28 de julio de 2010, se formaliza la operación por 7.500 millones de euros. En consecuencia, parece claro que Telefónica ha comprado dicha participación por 1.000 millones de euros más.
El precio pagado, tiene un impacto en las cuentas de Telefónica, cuando menos curioso, ya que “obliga” a la compañía a valorar la participación que tenía en la empresa Brasileña con carácter previo al valor razonable, es decir al valor que ahora ha pagado. En consecuencia, el 1 de octubre de 2010, Telefónica nos cuenta que se ha de anotar un beneficio de 3.500 millones de euros aproximadamente, lo cual según comunica la compañía: “le permite seguir avanzando en el objetivo de llegar al beneficio de 2,10 euros por acción en el ejercicio 2010”.
¿Qué ocurriría si al final la compañía hubiese tenido que pagar más por Vivo?. Pues lo curioso es que hubiese tenido unos beneficios mayores, por lo que estamos ante el extraño caso de una compañía que cuando más caro compra, mayores beneficios obtiene.
Por supuesto, también nos comunican que la integración tendrá unas sinergias positivas tanto en inversiones y gastos, (entendibles), como en términos financieros y fiscales, que se cuantifican estas últimas en un nivel entre 1.000 y 1.500 millones anuales. Lo cual no deja de ser otro punto curioso, ya que generando unos beneficios de ahorros entre 2.300 y 2.700 millones, consigue pagar menos impuestos.
Pero si consigue vender beneficios comprando compañías, es capaz de enfocar también la consecución de mejores valoraciones y beneficios mediante las ventas, y en este sentido la siguiente operación que trataba de llevar a cabo, (finalmente abortada), era la venta del 51% de su participación en Atento. En este caso, más allá de las plusvalías de la venta, nos hemos encontrado en su día con la explicación de que gracias a la venta de la filial de Call Center, la compañía lograría incrementar su ratio “ingresos por empleado”. Los ingresos caen, y la empresa que se pretende vender es rentable, pero si enfocamos sobre el ratio de beneficios empleados y al ser un call center un negocio muy intensivo en trabajadores, (aunque sean muy mal pagados), conseguimos mejorar la imagen de la compañía ante los inversores.
En la misma línea está el famoso ERE por el que se aprueba la salida de varios miles de trabajadores con un coste por trabajador muy superior a lo que en varios años costarían los trabajadores, con la peculiaridad de que prejubilados no producirán absolutamente ningún beneficio a la empresa.
Y esto, salvo olvido, completa el hito de acciones de la compañía para lograr generar una mejor valoración en el último año, en el que si nos damos cuenta se echa de menos recordar que estamos ante una empresa de telefonía o cualquier mejora en los servicios ofertados, en los costes para el cliente, (más allá de marketing abrasivo).