Ha sido indudable el poder de Alemania desde la creación del euro. Tanto que en la unión europea se ha hecho siempre lo que a Alemania le interesa. Hoy nos encontramos con un discurso por todos lados, conforme los periféricos no hemos cumplido las reglas, pero aquí todo el mundo olvida dos aspectos claves. El primero es que si bien los periféricos no hemos cumplidos las reglas, debemos entender que los países del Centroeuropa tampoco; y el segundo aspecto clave es que los países periféricos han intentado, (en muchas ocasiones a la fuerza) cumplir las condiciones que Alemania y Francia no han cumplido, con el agravante de que lo que proponían estos países era lo que les interesaba.
Lo curioso es que ahora mismo nadie parece entender que es normal que unos países se estén recuperando y otros países están quebrados. Es normal, hemos asistido a una partida en la que las reglas estaban diseñadas para que ganasen unos cuantos.
Desde el primer momento de la integración en la unión europea, quedó claro que países como España no iban a convertirse en socios de la unión europea, sino que se iban a convertir en sus fábricas. Está claro que el papel que nos han otorgado en esta película es el de facilitar la vida de las empresas francesas y alemanas, por todas las vías posibles.
En todo aquello en lo que España pudiese considerarse una competencia, simplemente ha sido borrado del mapa, y de esta forma, se ha desmantelado todo nuestro sector agrario, para gloria principalmente de los Franceses, a la vez que nuestra industria ha quedado reducida a la mínima expresión.
Por supuesto, se ha usado España, para externalizar parte de la producción industrial de estos dos países, creándose en España numerosas industrias, filiales de empresas Alemanas y Francesas, que además han acaparado las subvenciones que Francia y Alemania presumen de otorgar al mercado común.
Por supuesto el euro, con sus tipos de cambio y un banco central europeo, que no se ha molestado en disimular en ningún momento de su historia, que recogía los intereses de Alemanía, lo que ha conseguido es que lo bueno de las burbujas que se han ido produciendo por los países periféricos fuesen a parar a ser rendimientos de estas empresas y entidades financieras alemanas.
En definitiva, la situación de Europa, está como está porque desde el primer momento hay ciudadanos distintos, con derechos distintos y posibilidades distintas, porque todo se ha diseñado desde, por y para Alemania y Francia. Y por tanto, si la política monetaria es en cada momento la que les interesa, la política fiscal es la que les interesa, y a cuenta de sus subvenciones producimos lo que les interesa y desmantelamos todo lo demás; ¿Cómo vamos a estar?. Pues ellos en una situación mejor que la periferia.
En todo este baile, tenemos una situación curiosa, que se puede resumir en lo acontecido el 16 de agosto de 2011. Merkel y Sarkozy han afrontado una reunión, curiosamente tras una semana en la que la banca Alemana y Francesa ha tenido caídas importantes en los mercados y en la que se habló de la quiebra de un banco francés. En esta reunión se iba a hablar del futuro del euro y de la eurozona y en particular el tema esperado por todos era el tema de los eurobonos. Pues resulta que a las 16.15 sale en el economista un flash en el que Elena Salgado anunciaba que eran buena idea, mientras que a las 21.33, una vez descartados los eurobonos por estos mandatarios, resulta que nos hemos encontrado con que Elena Salgado comprende que los eurobonos no son adecuados antes de corregir los desequilibrios.
Por supuesto, Elena Salgado se apunta ahora a reformar la constitución tal y como mandan los alemanes, (como ya ha hecho Italia), y por el camino, el presidente del gobierno ya ha emitido una nota en la que valora positivamente lo decidido por Alemania y Francia, (por supuesto, tengo claro que la nota estaba ya escrita de antes, porque dijesen lo que dijesen, la conclusión iba a ser la misma).
Una semana después Zapatero anuncia en el congreso la iniciativa de reformar la constitución, con el beneplácito de PP y partidos nacionalistas, hasta el punto de que en 15 días, se prevee que la reforma de la constitución esté realizada.
En definitiva lo que tenemos en el mes de agosto es una reforma de la constitución ordenada por Alemania, que responde a sus intereses, hasta el punto que no viene derivado de la dramática situación en España sino porque el DAX, (mercado financiero Alemán) se está derrumbando con tanto estrepito como silencio al respecto, (arrastrado por sus bancos).
Pero aún tendría un pase la reforma constitucional si tuviese mínimo sentido, (para lo cual suele ser un paso necesario el pensar las cosas), pero es que en este caso no tiene absolutamente ningún sentido y para los amantes de las comparaciones, estamos imponiendo una norma que en lo equivalente a una empresa, implicaría no poder ENDEUDARSE en un ejercicio.
Por supuesto, todo el mundo ha de entender que endeudarse nunca es bueno, y me gustaría que levantase la mano aquella empresa, persona o país que esté a gusto endeudada, y que prefería no estarlo. Pero sin embargo, en ocasiones y siempre de acuerdo a un plan, (justo lo contrario a lo que se hace aquí), lo que se está es limitando de forma improvisada, sin pensar y en una situación en la que todos están absolutamente perdidos una medida que en la práctica supone abolir toda posibilidad de una política económica y enviar al cubo de la basura lo que queda de los estabilizadores automáticos.
Y en todo caso, ya que se traspasa el límite de la constitución, lo que se debería exigir a Merkel y Sarkozy es que modifiquen sus constituciones en el sentido de que podamos votar los ciudadanos europeos. ¡Porque yo quiero votar a los que deciden por mi, lo cual en España parece imposible!.