Al final este fin de semana tenemos elecciones. Supongo que la mayoría de la gente tiene decidido ya su voto; En mi caso, la realidad es que en esta ocasión no voy a votar. Aunque en algunos post haya tratado de explicar la importancia de votar, (lo que sea, pero votar, como nos explicaban en el documental de anonymus), esto no significa que no haya cambiado de opinión.
En realidad lo que ha ocurrido es que le daba especial importancia a votar, de tal forma que quise asegurarme y para ello traté de asegurarme del voto. Nada de viajes inesperados, gripes o lo que sea, y en consecuencia opté por anticipar el voto mediante el voto por correo. El resultado no es más que una parodia de lo que está ocurriendo en España. Fruto de las impugnaciones de listas y de que ha acabado el constitucional resolviendo sobre un buen número de candidaturas rechazadas según la ley electoral reformada, se ha retrasado todo, de tal forma que el aviso de correos me llegó el día anterior a que acabase el plazo para formalizar el voto, en una oficina que sólo tiene horario de 9 a 14.30 y yo tenía que estar a esta hora a una hora de viaje en coche y ocupado, (trabajando). Por lo tanto, gracias a una tormenta perfecta no he votado, y tampoco puedo votar el domingo.
En todo caso, tengo que aclarar que no iba a votar ni al PSOE, ni al PP; y en ambos casos por las mismas razones. Por un lado tenemos que el PSOE ha tomado toda una serie de decisiones en estas dos legislaturas que han sido simples exageraciones de las medidas que ha tomado el PP en las anteriores legislaturas. Es cierto que la crisis mundial no es culpa ni de unos, ni de los otros, pero sí que nosotros estemos como estemos. Si nuestros políticos hubiesen tomado otras medidas, la crisis mundial seguiría ahí, pero nosotros estaríamos de forma distinta. Así de simple.
Es cierto que en este blog he cargado muchas veces contra decisiones del PSOE, pero también es cierto que en realidad el PP no ha luchado, más que de boquilla, contra ninguna. Sin la colaboración del PP no hubiésemos tenido rescates bancarios, reforma laboral, reforma de la seguridad social y en el caso extremo que se ha dado en Agosto, no habríamos tenido la puntilla.
En todos y cada uno de los países se está pidiendo consenso entre las distintas fuerzas políticas, y este consenso en España nunca ha sido un problema, tal y como se ha manifestado en la reforma de la constitución, donde tanto unos como otros accedieron sin la menor resistencia al chantaje.
En agosto, los dos partidos políticos han traicionado este país y por tanto, yo me niego a votar como representante de los ciudadanos a cualquier organización que haya votado tamaña acción. Por descontado incluiría, (aunque en Galicia, no se ha dado el caso), a aquellos partidos que se han mostrado proclives a negociar en este punto a cambio de otras prebendas.
Esta semana, son las elecciones, pero ya tenemos bastante información para tratar de valorar lo que suponía esta decisión tomada con agosticidad y alevosía. Ya conocemos la impresión que dan los referéndums, y no precisamente por el tiempo, sino por los riesgos a preguntar a la gente, (esto ya ni se parece a una democracia), pero lo importante es lo que trataba de explicar sobre las causas por las que existía un riesgo cierto de entrada en suspensión de pagos de España; en una de las recopilaciones acerca del reformazo, escribía:
“En todo caso, también he hecho un repaso de tres de las causas que se encuentran en un círculo vicioso que nos puede tumbar. Por un lado, tenemos que recordar la obligación de aportar todo el capital necesario a las entidades financieras, (incluso desconociéndolo), y en un momento en que además las entidades financieras no disponen del dinero que prestan a los estados. La segunda razón es muy similar a esta, pero referida al pasado. Es decir, desde 2008 hemos hecho todo lo necesario para rescatar a todo el mundo, pero lo hemos hecho sin poner dinero y tan solo avalando. Pues es de esperar la posibilidad de que los impagos finales de los rescates fallidos previos supongan la activación de los avales, lo cual obligaría a obtener una cantidad de dinero que no tenemos. Y todo ello completándolo con el desenlace del carry trade que incluiría las bajadas de tipos del BCE, la caída del precio del euro y en consecuencia la retirada de fondos de la eurozona.”.
No han pasado ni tan siquiera tres meses, pero sin embargo, todas y cada una de las amenazas que en este día estaba tratando de identificar y exponer son cada vez más visibles. A pesar de todas las intervenciones diarias del Banco Central Europeo y las no visibles de los demás Bancos Centrales, (espero que nadie crea que aunque no se esté hablando de ellos, están mano sobre mano), se comprueba que la factura del capital necesario para las entidades de crédito son importes superiores a las posibilidades de cada país; se ha negociado una quita de la deuda Griega que apenas reduce la deuda Griega, ya que no se puede permitir que las entidades de carácter público entren en la quita del 50% y el BCE ya ha tenido que bajar los tipos, con el impacto sobre el euro y la sequía de fondos en Europa. En definitiva, lo que hemos tenido es la primera fase de los grandes problemas de la deuda.
Partido Popular y Partido Socialista, no han dudado lo más mínimo en ocultar el sentido real de la prioridad absoluta de pago, en un contexto en el que no había problemas ningunos en saber lo que iba a ocurrir. En este sentido me gustaría recordar una de las recopilaciones acerca de este acto, donde explicaba la reforma real, lo que suponía y porque vendría.
Esos días de agosto los dos partidos políticos llegaron al límite del absurdo y de la traición. Desde luego no es la peor afrenta, pero curiosamente la peor medida que han tomado los dos partidos de la mano es la gran ausente, (desde el principio) en los análisis, debates y medios de comunicación.