En la presentación del WEO 2019, se ha producido un cambio radical de estrategia.
Primero dejo el extenso análisis que realiza (puntual a su cita, como siempre) Antonio Turiel en su pagina The Oil Crash.
http://crashoil.blogspot.com/2019/11/world-energy-outlook-2019-ocultando-los.html
Y para explicar el cambio de estrategia es necesario comparar los que decía la AIE en 2018 y lo que dice ahora.
Por eso, traigo también el análisis de A. Turiel del WEO 2018.
http://crashoil.blogspot.com/2018/11/world-energy-outlook-2018-alguien-grito.html
En 2018 todos nos asustamos ante el famoso gráfico que anticipaba un déficit de 13 millones de b/d para 2025 si las inversiones seguían al mismo ritmo de los últimos años o 34 millones de b/d, si no se hacían nuevas inversiones.
Por lo tanto esperábamos con expectación el WEO 2019, para ver por donde habían ido los pronósticos.
La sorpresa ha sido mayúscula. Ya no hay miedo, porque se ha cambiado el discurso. Lo que era una necesidad acuciante ha desaparecido para dejar paso al pico de la demanda.
La AIE espera que para 2030 se alcance el pico de la demanda, con un incremento de 8 o 9 millones de b/d más que la producción actual. La mayoría de esa nueva producción vendrá del shale oil que se multiplicará como los panes y los peces. Es posible que en los próximos años revisen la producción de shale oil a la baja (vistos los últimos informes) , pero de momento, la mantienen.
De las dificultades en la nueva inversión, no dice prácticamente nada. ¿Por qué?.
Porque han variado las prioridades. Han tirado la toalla en aumentar la producción de petróleo (era evidente que no se podía aumentar) y durante todo el 2019 hemos visto un bombardeo masivo de la catástrofe climática si no dejamos de consumir combustibles fósiles.
¿Como van a hablar en el WEO 2019 de la necesidad de aumentar las inversiones en petróleo, si durante todo el año han estado avisando de la necesidad de reducir el uso de fósiles y dejar en el subsuelo la mayoría de reservas?.
La ONU ha dictado sentencia. No quiere que los bancos presten dinero para desarrollar nueva producción de petróleo (y también, claro, gas y carbón). El BEI (banco europeo de inversiones) acaba de anunciar que a partir de 2021 no prestará más para invertir en fósiles.
Con esta nueva política era imposible que la AIE volviera al discurso de 2018. No podían poner el foco en la necesidad de invertir masivamente cuando desde instancias oficiales preconizan lo contrario.
¿Ha desaparecido la alerta roja que activó la AIE en su WEO 2018?. No.
Por lo tanto, lo que viene es una reducción del consumo de petróleo, dirigida desde los ámbitos del poder, mediante medidas constrictivas del consumo.
Prohibiciones, fuerte aumento de impuestos, reducción de subsidios a los fósiles y continuación de la campaña del miedo al calentamiento global, serán las medidas que instaurarán en los próximos años. Los derechos de emisión de CO2 será otro baluarte en los que se apoyarán las medidas restrictivas, aumentando notablemente el precio, para restringir la viabilidad de las empresas de combustibles fósiles.
Para evitar perdidas de puestos de trabajo y desaceleración, se ha diseñado la mayor campaña de la historia. Necesitamos urgentemente la transición energética.
Desde la Unión Europea (tanto de la política como del BCE) se ha preparado un nuevo sistema que hará de las energías renovables, el nuevo foco de inversión y crecimiento.
Creación de infraestructuras, potenciación del coche eléctrico (mientras subvencionan a costa del BCE, la compra masiva), ayudas a las empresas automovilísticas y cambios en la vivienda para reducir la factura energética mientras llenamos nuestras casas de energía renovable, será la nueva política.
Naturalmente este desarrollo inmenso, consume mucho petróleo y como no hay bastante, es imprescindible que se reduzca el consumo innecesario, el de los particulares. La campaña mediática busca que aceptemos con alegría, las prohibiciones y los impuestos, porque son necesarios e imprescindibles para salvar el planeta. Asi matan dos pájaros de un tiro.
Como el petróleo va a escasear a pesar de todo, también es necesario que los países menos desarrollados reduzcan su consumo. Las reducciones de subvenciones y las devaluaciones de monedas emergentes, tienen una eficacia considerable para conseguir ese fin.
El recurso a los bancos centrales mediante la emisión de papelitos será recurrente en muchos países. Una especie de Green New Deal se extenderá por muchos países, con la intención de realizar una transición energética indispensable para salvar el planeta.
Esto es lo que nos ha traido el nuevo WEO 2019.
Más allá de que puedan ejecutar el plan con efectividad, nos trae un cambio muy importante en las decisiones de inversión a largo plazo.
El potencial de la industria del petróleo, gas y carbón se ve muy reducido, mientras que eléctricas y empresas relacionadas con renovables, van a tener viento de cola durante los próximos años.
Saludos.