Vamos a suponer que acabo de venir del banco, de pedir un préstamo de 200.000 € a 25 años y me han dicho que me hacen un descuento del 0,8% si contrato el seguro del hogar con la aseguradora que a ellos les convenga. Tal vez les parecerá caprichoso eso del 0,8% pero se trata de un caso real, del caso de un cliente, así que he tomado el simulador de préstamos y ¿saben qué les digo? Pues que o ellos son idiotas o nos toman por tal cosa. Se lo voy a demostrar.
Vamos a suponer, en los ejemplos, que el diferencial sobre el tipo es constante tanto en el caso bonificado como en el que no lo es. Supondremos que el tipo de interés básico, de partida, se mantiene estable a lo largo de toda la duración del préstamo puesto que resulta irrelevante que varíe... al fin y al cabo la diferencia está, como el propio nombre indica, en el diferencial entre los dos tipos y no en el índice de partida (el euribor) sobre el que se aplica este.
- Si financio 200.000 € a 25 años a un 2.0% tengo una cuota de 847 € mensuales.
- Si financio 200.000 € a 25 años a un 2.8% tengo una cuota de 927 € mensuales.
Por tanto, el banco, por el mero hecho de tener mi seguro de hogar del que cobrarán una comisión me va a obsequiar con 24.000 € o, lo que es lo mismo, cuatro millones de las antiguas pesetas. ¿Por qué lo hacen? ¿Acaso son una ONG? ¿Dónde está la cámara oculta?
Como corredor de seguros que soy les anuncio que la comisión típica en un seguro de hogar está entre el 20 y el 25%, los hay al 17% y algún descerebrado acepta comercializar al 40% comiéndose lo que debería ser para siniestros. Ese 20-25% es lo que ganamos los mediadores de seguros "normales" con un seguro de hogar y a cambio de ese comisionamiento tenemos que asistir en el momento de la contratación con un asesoramiento de calidad y atender todas las incidencias y siniestros que puedan presentarse a lo largo de una anualidad. Si un seguro de hogar medio está en unos 240 € de prima neta (el consorcio e impuestos no se comisionan...) llegaremos a la conclusión de que la comisión media está entre los 48 y 60 € anuales.
Si extrapolamos, para que el banco "no pierda" en esa operación en la que nos bajará el tipo de interés, tendría que estar obteniendo del seguro de hogar lo que va a sacrificar en forma de interés ¿verdad? Ese sería un punto de equilibrio que cualquier financiero avalaría: "no le cobro en interés lo que gano en el seguro". Un planteamiento impecable pero... ¿hacemos una cuenta tonta?
Para que el banco o, más concretamente, su operador de bancaseguros obtenga 960 € anuales de comisionamiento de un seguro de hogar, la prima neta anual de dicho seguro tendría que ser de entre 3.840 y 4.800 €, en función de que se cobre un 25 o un 20% de comisión. Es decir, que para que el seguro cubra la pérdida en interés el propietario de un piso con 200.000 € de hipoteca tendría que pagar el seguro de una lujosa villa. Con impuestos y consorcio cerca de 6.000 € anuales de prima total de seguro.
Afortunadamente, eso no ocurre. Porque si un cliente medio paga 240€ (moneda constante) durante 25 años se habrá dejado 6.000 € en seguro de hogar a lo largo de dicho plazo. Si el seguro costara 6.000 anuales, resultaría que en 25 años habría pagado de seguro 150.000 €, lo cual sería bastante estúpido puesto que significaría que para ahorrar 24.000 hemos asumido pagar 150.000 € con un balance en contra de 126.000 €. Como nos daríamos cuenta fácilmente de que eso es desastroso ni nos lo proponen. Así que esto de sacar los 960 € del seguro ...¡ni pensarlo! Hay que explotar otras vías.
Así que, amigos míos, resulta que el banco, esa máquina de hacer dinero, esa entidad que está dirigida por sesudos y privilegiados tipos que ganan millones de euros al año con el placet de sus accionistas en el fondo nos hace una oferta que no haría ni el tonto del pueblo: tu me compras el seguro de tu casa con el que gano 48 ó 60 € y por eso renuncio a 900 €.
Si lo miramos con perspectiva, a 25 años el problema es de psiquiátrico: porque esos 900 € anuales a los accionistas del banco les van a costar la friolera de 22.500 €. Por cliente. Multipliquen por decenas de miles y ¿no habría que defenestrar a todo el Consejo de Administración, por burros?
Por tanto estos tipos son bobos de necesidad, rematadamente tontos y absolutamente necesitados de ayuda urgente salvo que... ¡nos esten engañando!. Y entonces resulta que por arte de birlibirloque los idiotas pasamos a ser la masa, ese acojonado rebaño que dice amén, contento y agradecido con quien se la da con queso mientras viola sus derechos como consumidor. Ni qué decir tiene que la Administración también ve con buenos ojos la bondadosa actitud de bancos y cajas que obsequian dinero a espuertas como deferencia comercial.
Y es que esos señores (llamémosles así) no son tontos. Son listos. Y saben que si ponen por escrito que obligan a contratar un seguro so pena de un grave perjuicio económico la Ley tendrá que intervenir porque eso está prohibido. Porque son listos le han dado ante nuestras narices la vuelta a la historia y nos venden la bendición de gozar de su infinita bondad y deferencia hacia un buen cliente. Nos bonifican, nos protegen de ellos mismos a cambio de la tonta imposición de un segurito intrascendente. Ya está que luego, cuando se necesita, igual a uno le hicieron un bodrio de seguro, le embargan todo y uno, medio loco y totalmente destruido como ser humano acaba secuestrando al personal en una sucursal de Burgos pero eso ¡qué más da!
Mientras siga subiendo la cuenta de resultados en mitad de una crísis que ellos han provocado seguirán tomandonos por bobos; cada vez que alguien pierda la serenidad seguirán mirando para otro lado entonando el "¡yo no he sido!". Y nosotros, distraidos, seguiremos mirando bajo qué patata está la bolita mientras el tiburón nos asesta el golpe final.