Amigos míos,
A muchos lo que les trae de cabeza es cómo está el Ibex o si en tal o cual banco el depósito se paga una décimas por encima de lo previsto. Tal vez quieren que su hijo estudie en un colegio mejor. Muy respetable.
A otros les preocupa cómo irse de vacaciones o cambiar de coche gracias a cumplir un objetivo ganado gracias a endosar cosas que la gente no quiere o amenazándola con no darle el préstamo si no compra los productos que necesita para cumplir su objetivo. Tal vez lo hace solo para que su hijo esté orgulloso de él. Eso ya no puedo respetarlo; el fin no justifica los medios y si yo fuera el hijo no aprobaría que mis alubias se pagaran indignamente.
A otros les preocupa seguir haciendo horas extraordinarias mientras tenemos casi cinco millones de parados. Su hijo no comerá dos panes pero deja sin pan al hijo de otro. Sin comentarios.
Muchos de nosotros, y de estos a quienes más arriba describo, tenemos hijos. Creemos ser los mejores padres del mundo pero no hemos tenido la oportunidad de serlo o nos equivocamos en la forma de pretenderlo. Tal vez en el video que pongo más abajo podréis ver al que yo considero el mejor padre del mundo.
Yo no soy nadie; no puedo pretender que nadie me escuche pero si hay alguien que merece un Príncipe de Asturias no es un millonario que patea balones o gana ensaladeras de plata. Me gustaría horrores que alguien se fijara en este hombre que dejó su barriga cervecera para que su hijo pudiera correr una carrera en beneficio de un chico que había quedado inválido por accidente. Así empezó todo. Leed su historia pues no tiene desperdicio,
Ese hombre, Dick, es mi héroe.