Amigo lector,
El pasado 8 de junio de 2010 advertía en este mismo blog que hay que andar con mucho cuidado a la hora de elegir aseguradora. Especialmente para riesgos de importancia. En dicho artículo explicaba el problema que supone la convivencia en España de aseguradoras que cuentan con niveles de control transparentes (para el mediador y el consumidor) y otras que no lo son tanto y, en particular, muchas de las que operan en Libre Prestación de Servicios en España.
Ese riesgo advertido se materializó poco después en una quiebra sonada, la de INEAS, una aseguradora holandesa que comercializaba on-line productos de seguro de automóviles en España y que dejó tirados a 85.000 asegurados y sus perjudicados. Al respecto hice otro llamamiento para que mis lectores pudieran conocer a qué se exponían y que el riesgo es muy real y de consecuencias potencialmente demoledoras para una familia o empresa. Publiqué el 12 de julio de 2010 ese post que ya ponía en el plano real lo que hasta entonces era solo un riesgo.
¿Qué ha pasado desde entonces? Pues que la crísis se ha agudizado, las aseguradoras han seguido escalando puestos en la loca carrera de la guerra de precios y los consumidores que creen que están haciendo el negocio del siglo solo están poniendo a sus aseguradores al límite de resistencia y, con ello, poniendo en riesgo no solo la solvencia del asegurador sino también la cobertura que creen tener. Pero esa es otra cuestión.
El problema de las entidades en LPS no solo afecta a autos. Ya no.
Hoy podíamos leer en El Confidencial que una aseguradora belga ha dejado de hacer agua: se ha hundido. Hablo de Apra Leven NV, una marca desconocida por casi todos nosotros pero que seguramente dará que hablar porque ciertos mediadores habían colocado ahí los capitales necesarios para garantizar las rentas complementarias comprometidas mediante ERE de cerca de 1.500 jubilados andaluces y asturianos. Según los Administradores Concursales belgas el impago de unos 32 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía podría haber precipitado a Apra a la quiebra.
Por tanto, ahora tenemos a 1.500 familias colgando de un hilo por una combinación de acontecimientos que no debió darse de ningún modo.
Porque que yo sepa el art 1º de la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro deja claro que el seguro entra en vigor con el pago de la prima por lo que no entiendo cómo diablos Apra podía pagar compromisos derivados de un ERE sin cobrar la prima que es lo que se dice que la ha quebrado. Aclaro que este tipo de coberturas se contratan generalmente mediante primas únicas; esto es: se paga de una vez.
Porque habiendo en España entidades que bordan (lo sé porque los he diseñado) la cobertura de compromisos futuros en ERE y que cuentan con solvencia, expertise y capacidad de servicio no sé para qué se tiene que recurrir a una entidad capaz de quebrar por las rentas generadas por un retraso de pago de primas (que ni de lejos son esos 32 millones de euros) que no debería haber aceptado jamás.
En fin, que no entiendo cómo se toman ciertas decisiones en este país pero sí sé lo que me enseñaron de pequeño: "con las cosas de comer ¡no se juega!" Añadiré, con tu permiso, otra línea: " Y menos si son las de otro..."