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A un amigo mío le acaban de robar la cartera y no está seguro de a quién responsabilizar.

Hace unos años, cuando la crisis ni estaba ni se la esperaba un cliente le dejó una deuda de sesenta mil euros y mi amigo, que no es de los que se demoran en tomar decisiones, le demandó inmediatamente y, tras unos años de  leeeeento procedimiento judicial, consiguió una sentencia favorable. 

Una vez firme la sentencia inició su ejecución y pidió que se trabara embargo sobre los bienes del demandado. Dicho y hecho, el juez acepta y le entregan la documentación al procurador, quien no la revisa y la lleva al Registro de la Propiedad, donde al cabo de unos días se la rechazan por el defecto subsanable de que al juzgado se le ha olvidado hacer mención de la cuantía del embargo.

¡¡¡Tremenda incompetencia!!! ¿El juzgado ordena un embargo preventivo y olvida mencionar la cuantía del mismo? ¿El procurador no se da cuenta? ¿Y el letrado?

Lo siguiente es presentar un escrito en el juzgado explicando el error y solicitando que se corrija inmediatamente. Eso ocurrió hace un poco más de un año, que es lo que ha tardado el juzgado en hacer la citada corrección. 

Y la consecuencia de tanta negligencia ha sido que cuando el embargo llega finalmente al Registro de la Propiedad, naturalmente con su asiento ya caducado (caduca en 60 días), descubren que se les ha colado una pedazo de línea de crédito garantizada mediante hipoteca sobre el bien que se pretendía embargar, de manera que ha quedado meridianamente claro que mi amigo Carlos no va a recuperar ni un duro de su deuda.

¿Incompetencia de quien, del juzgado, del procurador o del letrado? ¿O quizás del propio Carlos? Porque mi abuelo decía que el ojo del amo engorda el ganado y esto aquí se aplica perfectamente. Es difícil que a un subastero le hubiera pasado algo parecido porque, conociendo como conocemos de qué pie cojea cada uno de los participantes necesarios en estas aventuras judiciales, nunca se nos habría ocurrido desentendernos de semejante asunto y dejarlo simplemente en sus manos. Al contrario, yo le hubiera acompañado al procurador a hablar con el secretario del juzgado para tratar de que hicieran la corrección in situ y, de haberse negado el juzgado, le habría dado la lata cada semana y si al cabo de un mes no me lo hubieran solucionado hubiera presentado una reclamación ante el Consejo general del Poder Judicial. 

Cualquier cosa antes que perder dinero por la incompetencia de otros.

 

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  1. #9
    15/05/12 00:18

    Hola, y en un caso así, has "pringado" y ya está? ¿No se puede hacer nada? Como p.e. esperar al final del crédito, mantener la denuncia "en el aire" hasta que surjan otros bienes, algo...

  2. Top 100
    #8
    28/04/12 13:59

    Lo puedes clasificar de un gravísimo error por no decir algo peor. Ya que tú amigo Carlos además del dinero perdido que como bien sabrás hay unos intereses y gastos que al final se convierten como bien dices, en nada.
    Saludos

  3. #7
    28/04/12 13:20

    Lo que resulta curioso es que en el Registro, SÍ se den cuenta del error, y lo hagan en un plazo máximo de quince días, y eso que TODOS trabajan por las tardes, y hasta los sábados por la mañana. Y normalmente te resuelven las dudas por teléfono.

    En un juzgado normalmente sólo atienden por la mañana, y por teléfono recordemos lo que nos comentaba Tristán hace unos días.

    La cuestión es que gestionan cien veces mejor en notarías (que también abren por la tarde y algunas los sábados) y registros, que en los juzgados, que salvo los de guardia sólo atienden –es un decir- por la mañana.

    Al final resulta barato que en una notaría arreglen una escritura defectuosa en un día (dando un poco la brasa), y caro, tremendamente caro, que en un juzgado tarden en arreglar un auto defectuoso un año, y letrado y procurador mediante.

    Se trata de un problema de gestión, cada vez que voy a un juzgado, mejor dicho a dos juzgados, y veo que cada uno funciona como le da la real gana al secretario de turno, y de forma diametralmente opuesta, pienso que más que dinero, más oficiales –o tramitadores, o lo que sea..- o más jueces, lo que hace falta es meter a un buen ingeniero, a un buen registrador o a un buen notario, a racionalizar la infinitud de procesos ineficientes y a controlar realmente que los trabajadores trabajan, en vez de escaquearse desde que entran (más tarde de su hora) hasta que salen (antes de su hora).

    Ahora, quién le pone el cascabel a sus Señorías –sean éstos jueces, magistrados o secretarios- en su pedestal.

  4. en respuesta a Dalamar
    -
    Top 100
    #6
    28/04/12 10:31

    Exacto. Algo parecido a esto: Mi solución al desastre judicial

  5. en respuesta a Tito11934
    -
    #5
    Dalamar
    28/04/12 02:55

    Muy posible pero en ese caso habria que empezar quitando a los que recortan tambien, es decir, privatizarlo todo y pagar en funcion de resultados.

  6. en respuesta a Dalamar
    -
    #4
    27/04/12 18:57

    Que te apuestas a que si recortan ahí, quitan a los mas competentes y trabajadores (que también los hay) y dejan a lo mejorcito del corral.

  7. #3
    27/04/12 12:04

    Estoy totalmente de acuerdo con Jotaerre, desde mi punta de vista como Abogado. Pero es tremendo la cantidad de errores que produce el Juzgado, esto no es un caso aislado, tienes que revisar todo, porque cuando no es una cifra han equivocado el tipo de subasta o estan mal hechos los requerimientos o mal el nombre de un demandado o el Nif todo... y esto provoca más lentitud si cabe, porque luego presentas un escrito y tardan en proveerlo 2 meses en el mejor de los casos. Concluyo, y hay mucho oficial incompetente y mucho secretario o juez que firma sin leer. Salu2 y un abrazo amigo TRISTAN.

  8. #2
    Dalamar
    27/04/12 07:07

    Eso son buenas noticias, todavia Rajoy puede hacer un monton de recortes sin que se empeore la calidad del servicio publico! ;-)

  9. #1
    26/04/12 18:26

    Incompetencia, primero, y luego lentitud del Juzgado.

    Pero, ante todo, del Letrado por no pedir la rectificación inmediata antes de llevarlo al registro, y luego por no estar al tanto para prorrogar el asiento de presentación o pedir la anotación preventiva, mientras esperaba el nuevo documento del Juzgado.

    Del Procurador, depende; legalmente, desde luego, pero en la práctica si no les insistes en cómo está tu asunto, en su agenda no suele estar irlo revisando periódicamente (sólo avisarte de plazos para escritos, audiencias y vistas, eso sí). El Letrado es el director del asunto, y sólo los grandes despachos de Procuradores y honrosas excepciones trabajan codo con codo con él.


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