A propósito de lo que se decidió hace unos días en el Consejo de Ministros y que un vomitivo artículo de prensa mencionaba de esta manera, he conversado largo y tendido con varias personas bastante bien informadas.
Sobre esto ya nos han mareado y mentido hasta la saciedad. De hecho, Zapatero nos lo vendió como cosa hecha en plena campaña electoral de noviembre del 2011. Incluso hicieron un video que yo mismo publiqué en el blog.
Ahora vuelven a la carga sin darse cuenta, al parecer, de las enormes dificultades técnicas que tiene la implantación de las subastas judiciales por internet. Una cosa es que se puedan llevar a cabo en un sitio pequeño como Murcia y otra cosa, muy distinta es hacerlo en Madrid o Barcelona. Vamos, que es oírlo los jueces de los tres juzgados hipotecarios de Madrid (31, 32 y 100) y llenárseles la cara de granos.
Yo lo veo por ahora inviable, aunque, es cierto, al final llegará.
Otra cosa es que algún gilipollas lo venda como la solución a la existencia de la mafia subastera. Semejante tontería no merece comentario, pero a propósito de impedir que los subasteros puedan manipular los precios de adjudicación de las subastas, una práctica que no presencio desde al menos quince años, harían mejor pensando en soluciones bastante más eficaces en vez de implementar las pujas por internet, porque no se me ocurre un medio mejor de animarnos a los subasteros a llegar a acuerdos que teniendo la posibilidad de reunirnos bien lejos de los juzgados para participar en las subastas, todos juntitos y en buena armonía. Hace falta ser idiota para no darse cuenta.
Lo que no es tan difícil de implementar y que de hecho podría estar a la vuelta de la esquina, es la publicidad en la web del BOE de todas las subastas que se celebran en España. Una medida así echaría por tierra la desastrosa innovación de la reforma de la LEC del 2001 en la que dejó de ser obligatorio que las subastas se publicaran en el BOE, pasando a ser publicadas exclusivamente en los chapuceros tablones de cada juzgado.
Aquello fue un evidente favor del gobierno de Aznar al lobby bancario (junto a otros que llegaron con la misma Ley) pues hasta el tonto del pueblo puede darse cuenta de que evitar la publicidad de las subastas fue una reforma corrupta que no beneficiaba en nada a los demandados y sí mucho a los acreedores, que a partir de entonces se encuentran solos y sin competencia en muchas de las subastas que celebran. Claro, que la situación ha cambiado y eso de estar solos en sus subastas a lo mejor ya no les gusta tanto.
Todo eso puede acabar solo con que se legisle en el sentido de que a partir de ahora sea de obligado cumplimiento publicar en el BOE los edictos de todas las subastas. Y si además el BOE se toma la molestia de hacer un buscador de subastas a nivel nacional, pues entonces miel sobre hojuelas.
Parece que al menos eso sí lo vamos a tener.