Mi tesis es que las subastas que se celebran ahora son las de los subprime españoles (lo siento Fernan2, yo sí creo que hay hipotecas subprime en España), inmigrantes andinos o marroquíes que compraron su casa en 2006 ó 2007 a unos precios alucinantes y con una financiación del 100% del coste de la vivienda (precio + itp + notario + registro). Ríete del 80+20 americano, lo de aquí sería más bien 100+10.
El caso es que esos "felices" propietarios fueron las primeras víctimas de la crisis y dejaron de pagar la hipoteca cuando apenas llevaban unos meses amortizados. Ahora que salen esas viviendas a subasta con unas deudas increíbles, resulta que los precios de las casas de esos barrios han caído en picado (diga el ministerio lo que diga).
Pero esta crisis lleva poco tiempo royendo la economía española. Los españoles de 1995 llevábamos 22 años de crisis. Habíamos empalmado la crisis del petróleo en el 73 con la de finales de los 70, con la de los 80 y la del 92. Tras 22 años de crisis con pequeñas islas de crecimiento (sin apenas creación de empleo), la economía española estaba exhausta y, como resultado, salían a subasta viviendas de todos los precios, de todos los barrios y cuyos propietarios pertenecían a todas las clases sociales.
Muchas de las subastas eran de pisos cuyos propietarios habían amortizado el 80% de la deuda hipotecaria, o procedían de embargos, por deudas pequeñas o medianas, que afectaban a pisos con la hipoteca completamente amortizada. Época de buenos negocios en las subastas judiciales.
Me temo que esos tiempos volverán. No hay más que esperar a que la crisis vaya calando al resto de las capas sociales y a propietarios de viviendas compradas en los 90 y a principios de este siglo. Los procuradores de los tribunales me dicen que no me puedo ni imaginar la cantidad de demandas civiles que están presentándose en los juzgados de España.
Y ayer me desayuné con esto: Lorenzo Sanz pierde su casa
Quizá la espera esté a punto de terminar.
También te puede interesar:
1- Pedazo de crisis inmobiliaria
2- La carta de Warren Buffet
3- Crisis inmobiliaria, hipotecaria y subastas judiciales