He escuchado en uno de los vídeos de Manuel González -los estoy viendo todos- que uno de sus trucos para adjudicarse algunas subastas es mejorar la postura cuando la adjudicación queda en suspenso por no haberse alcanzado el 70% del Tipo de Subasta.
No solo no estoy de acuerdo con esa maniobra sino que estoy manifiestamente en contra por tratarse de una jugarreta muy sucia. Nunca he llevado a cabo semejante tropelía, y espero no tener que hacerlo en el futuro. El momento de pujar empieza cuando el secretario judicial dice aquello de "Hagan sus posturas" y termina con la palabra "adjudicado" y a mí me da igual que luego diga que la adjudicación queda en suspenso y blablabla, blablabla. Durante los minutos que han durado las pujas, todos los subasteros hemos tenido las mismas oportunidades y opino que lo más justo es que el negocio se lo lleve quien más carne haya puesto en el asador.
A partir de ahí se abre un periodo que la Ley, siempre tan cachonda, dice que es de 10 días, pero que la realidad de los juzgados se encarga de convertir en al menos dos meses, pues se empiezan a contar desde que demandado es notificado del resultado provisional de la subasta y del derecho que le asiste a presentar a un mejor postor cuya oferta supere el 70% del Tipo de subasta o que, al menos, de para cubrir el total de la deuda.
Durante este periodo, es la fianza del adjudicatario provisional la que se queda ingresada en el juzgado y es muy triste y decepcionante que alguno de los mismos subasteros que asistieron mudos a la subasta, utilicen este tiempo para ofrecerse al demandado a mejorar la postura.
Desde luego yo no recomendaría semejante fechoría a nadie, y muchísimo menos a los novatos a quienes van dirigidos los vídeos de Manuel, porque no imagino peor forma de darse a conocer en el mundillo. Puede que la jugada les salga bien, al menos por una vez, pero donde las dan las toman. La ética dice que no le hagas a los demás no que no te gustaría que te hicieran a ti y si algún novato no entiende lo éticamente reprobable que es este comportamiento, al menos que se corte de llevarlo a cabo por su propio interés.
Porque... hasta ahora, en veinte años de subastas, nadie me ha mejorado nunca una adjudicación y yo tampoco se lo he hecho a nadie. Pero mi promesa para cuando eso me suceda es muy sencilla. Si no ha tomado la precaución de borrar su rastro, cada vez que el malhechor se adjudique algo por debajo del 70%, iré abiertamente a ver al demandado y acordaré con él un precio un diez o quince por ciento superior al de la adjudicación provisional y estaremos los dos o tres meses que dure la fiesta enseñando ambos, el demandado y yo, la casa a todos mis clientes y a quienes respondan a los anuncios que pienso poner. Raro sería que no fuera capaz de encontrar quien le mejore la puja. Y todo esto sin ninguna prisa, alargando todo lo posible la separación entre el felón y su fianza.
Que al supuesto malhechor le ocurra eso una y otra vez durante los veinte años que más o menos me quedan de profesión, no creo que sea plato de buen gusto. Al final seguro que se le atraganta aquella ocasión en que me birló una adjudicación que ya casi era mía.
Es por estas posibles consecuencias por lo que quienes así actúan lo hacen con nocturnidad y al amparo de algún testaferro, pero digo yo:
Si para llevarlo a cabo, lo tienes que hacer a escondidas, ¿no es la mejor prueba de que estás actuando mal?
No se qué opinaréis los subasteros de esto.
Y otras dos cosas, no entiendo por qué se encabezona Manuel en mejorar siempre las posturas ofreciendo el 71%, pudiendo hacerlo solo unos miles de euros por encima de la adjudicación provisional, los suficientes para que al demandado le interese colaborar. Tampoco entiendo la maniobra de personar al demandado en el procedimiento. Coño, si le quiere tener atado que le haga firmar un contrato.