Lo he mencionado tantas veces en este blog que a estas alturas no creo que nadie dude que, respecto a las hipotecas, me inclino mucho más por el sistema americano que por el español. Es indudable que en España es de gran actualidad el debate sobre si la responsabilidad de los créditos hipotecarios debe ser una garantía personal que alcance a todo el patrimonio del deudor o si debe alcanzar exclusivamente la garantía real de la propiedad hipotecada.
Lo que por ahora dice la Ley española está muy claro. Ojalá no fuera así, pero es así: En España un crédito hipotecario es simplemente un crédito que se concede tomando como prenda un bien inmobiliario en garantía de la devolución del mismo. Lo contrario sería una dación en pago, que por ahora no es posible.
Por eso me parece inexplicable que un juez medio bolchevique, nada menos que de la Audiencia Provincial de Navarra, se haya dejado llevar por su ideología personal y haya permitido, en una sentencia sin precedentes, que entregar una vivienda sea suficiente para saldar la deuda hipotecaria, además aderezando el Auto con los típicos argumentos acerca de que la culpable de la crisis es el mundo financiero, del cual el banco forma parte y bla-bla-bla. Todo eso está bien en un debate doméstico entre amigos, pero están fuera de lugar en una sentencia judicial.
Que cruce los dedos quien tenga pendientes de este magistrado juicios por desahucio. Ya me le imagino sentenciando en contra de la propiedad privada de un bien de primera necesidad como la vivienda. Si la Justicia española funcionara como debería funcionar, semejante uso ideológico de la Ley no debería acabar sin consecuencias profesionales para el juez. Así lo pienso y así lo manifiesto.
El BBVA va a recurrir la sentencia manifestando que "(...) si se llevaran a las últimas consecuencias los razonamientos de la Audiencia de Navarra, dejaría de tener sentido la celebración de una subasta para la ejecución de bienes hipotecados y bastaría con adjudicarlos por su valor de tasación al acreedor hipotecario.
Naturalmente algunos exaltados están encendidos de alegría, y hasta se creen que esto va a sentar un precedente. Nada de eso, la Ley es la que es y mientras no la cambien los únicos que tienen legitimidad para ello, los diputados reunidos en Cortes, las fantasías ideológicas de un juez "comprometido" con sus causas no van a cambiar la realidad.
Ojalá que nuestros amados legisladores le metan mano pronto a la Ley, sin hacer ninguna de sus habituales cagadas, pero mientras eso no suceda yo quiero que las sentencias de los tribunales españoles sea acordes con la Ley.
NOTA: Y mientras tanto, el inefable juez Pedraz se da una vueltecita por Bagdad junto a una nutrida comitiva para no se sabe muy bien qué, en el desarrollo de una investigación contra unos militares americanos cuyo país jamás va a permitir que vengan a España para ser juzgados. Todo esto gracias a que en su juzgado llevan todos los asuntos al día y al mucho dinero que sobra en el presupuesto del Ministerio de Justicia.