Re: Otras quiebras bancarias que también pagamos entre todos (1978-1986)
Mas de lo mismo, en este caso uno que si dió con sus huesos en la cárcel, pero no por este asunto, sino por otro posterior y más gordo, D. Javier de la Rosa.
José Garriga-Nogués era miembro de una importante familia de comerciantes, empresarios y banqueros. Su padre, Pedro Garriga y Nogués, había fundado en 1886 en Barcelona la banca Garriga Nogués y Sobrino, S.R.C., junto a Ruperto Garriga y Miranda, hijo de su hermano Manuel.
José Garriga-Nogués empezó a trabajar en el banco familiar en 1892. Tras la muerte del padre, mantuvo la asociación con su primo Ruperto Garriga, y en 1901 ambos crearon el banco de valores Garriga Nogués Sobrinos, S. en C., del que fue gerente. Se casó con Pilar Garriga-Nogués y Coll, hija de su primo y socio Ruperto. Su hijo, José Garriga-Nogués y Garriga-Nogués continuó al frente del banco familiar, que transformó en la sociedad anónima Banco Garriga Nogués en 1947.
Fue uno de los banqueros barceloneses más prestigiosos de principios del siglo XX, como demuestran los múltiples cargos de responsabilidad para los que fue elegido. Fue socio fundador y primer presidente de la Asociación del Mercado Libre de Valores, de 1915 a 1918. Fue también presidente de la Asociación de Banqueros de Barcelona desde 1911 hasta 1931, y posteriormente presidente de honor hasta su muerte. De 1915 a 1919 ocupó la presidencia y gerencia del Sindicato de Banqueros de Barcelona, SA (Sindibank), una entidad bancaria impulsada por la citada Asociación de Banqueros de Barcelona. Fue vicepresidente en la Cámara de Comercio de Barcelona y en el Comité Central de la Banca Española, así como vocal en el consejo de Aguas de Barcelona. En 1922 el rey Alfonso XIII le concedió el título de marqués de Cabanes.
Etapa de Javier de la Rosa
Javier de la Rosa protagonizó en apenas tres lustros tres de las crisis empresariales más importantes de España. La primera, el agujero millonario que dejó en la Banca Garriga Nogués cuando dirigía la entidad. La segunda, las pérdidas del Grupo Torras, que dirigió por encargo del Kuwait Investments Office (KIO). Y la tercera, la debacle de Grand Tibidabo. De la Rosa empezó a forjarse en los negocios muy joven. Con sólo 24 años y tras licenciarse en Derecho, deslumbró al entonces presidente de Banesto, Pablo Garnica Mansi, que de una tacada y con una corta experiencia en el Banco Pastor le nombró consejero delegado y vicepresidente de la filial Banca Garriga Nogués. En el banco, De la Rosa potenció negocios que a la larga se volvieron ruinosos. El fracaso más sonado fue el de los créditos millonarios a Harry Walker, Ibusa y Quash. En el caso de la última, el banco tuvo que quedarse con las acciones. En 1984, De la Rosa se vio obligado a dejar la Garriga Nogués, que se enfrentó a un agujero de 100.000 millones de pesetas. Mandaba José María López de Letona. Su protector, Pablo Garnica, había perdido poder en Banesto.
De la Rosa también jugó fuerte contra Mario Conde en. 1988, cuando éste acababa de llegar a Banesto. No llevaba Conde más de un mes en el banco cuando solicitó un informe interno sobre la situación del Banco Garriga Nogués, entidad filial de Banesto que había sufrido un quebranto patrimonial de 98.326 millones.