Los bancos europeos se enfrentan a dos macroprocesos que pueden terminar con miles de millones de euros de vuelta a los bolsillos de los clientes. El más avanzado está en Polonia; el más reciente, en Reino Unido. Santander está afectado en los dos y la suma de su riesgo puede ascender a 2.600 millones de euros en el peor de los casos.
Las reclamaciones polacas proceden de hipotecas concedidas en francos suizos o ligadas a esa divisa. Fueron muy populares a principios de siglo no solo en Polonia, sino en todo el continente, pero pronto demostraron el peligro de ligar una deuda a una moneda que no es la nacional.
Los pagos de los hipotecados se multiplicaron cuando Suiza modificó su política monetaria y pronto comenzaron a llamar a la puerta de los juzgados exigiendo responsabilidades a los bancos que las concedieron.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha terminado por darles la razón. Ha decretado que había cláusulas abusivas en los contratos y permite también solicitar una indemnización adicional a la devolución de las cuotas pagadas, así que los bancos pueden acabar abonando a los clientes más dinero del que inicialmente cobraron.
Devoluciones
Eso implica la necesidad de hacer provisiones por más del 100% de la exposición de cada entidad a las hipotecas en francos suizos. El objetivo es estar preparados cuando lleguen las devoluciones, que ya han comenzado.
Bank Pekao llevaba el 136,4% a cierre del primer semestre. Santander va por el 104,4%, después de reservar 1.400 millones. Pero las últimas estimaciones del Banco Nacional de Polonia (el banco central del país) creen que la tasa de cobertura puede tener que llegar al 142% y eso significa que la entidad española todavía tiene 640 millones por delante, según los cálculos de la firma de análisis CreditSights.
Santander no lo tiene tan claro y ha preferido esperar. Después del fuerte esfuerzo que ha hecho en los últimos años para prepararse, en el tercer trimestre de este ejercicio ha pisado el freno. Además, cuenta con los 575 millones de euros brutos que consiguió en septiembre con la venta en Bolsa del 5,2% de su filial en el país.
La situación en Reino Unido es más incierta. El caso estalló a principios de año, cuando la Autoridad de Conducta Financiera del país (FCA, por sus siglas en inglés) abrió una investigación después de que el Defensor del Pueblo Financiero fallara a favor de los clientes en sus quejas contra Barclays y Lloyds.
El problema es la financiación para la compra de coches. Las autoridades creen que los bancos no fueron transparentes en las explicaciones sobre los intereses cobrados y que los acuerdos entre las entidades financieras y los intermediarios llevaron a los clientes a pagar de más.
Retraso de las cuentas
El caso se ha recrudecido en las últimas semanas, hasta el punto de que Santander ha retrasado la publicación de las cuentas trimestrales de su filial británica mientras valora el impacto que puede tener. Lo ha hecho después de asegurar a cierre de junio que no era necesario hacer provisiones.
El banco ha dado pocas pistas. Ha dicho que el quebranto será "sustancialmente inferior a 600 millones" y su director financiero, José García Cantera, explicó a los analistas que la rentabilidad ROTE del grupo puede descender desde el 16,2% actual hasta el 16% o poco más a final de año por las provisiones británicas, lo que apunta a un cargo entre los 150 y los 200 millones de euros.
CreditSights lo sube a 410 millones en unas estimaciones que señala que son provisionales y con pocos datos, mientras que la agencia de ráting Scope da una horquilla entre 218 y 595 millones dependiendo de diversos escenarios y del número de clientes que reclamen.
Las previsiones se basan en la cuota de mercado que tenía Santander UK a cierre de 2020. La FCA prohibió los acuerdos entre los bancos y los intermediarios en 2021, así que su investigación se centra en los préstamos que se dieron desde 2014 hasta esa fecha. Se calcula que el banco español podía tener un 5% de las financiaciones.
Tanto CreditSights como Scope señalan que la salud de los bancos no se verá comprometida por las multas y que el sector es capaz de absorberlas, pero fuentes financieras recuerdan que el caso polaco también empezó de forma parecida y la cifra de indemnizaciones aumenta cada año que pasa.
Por ahora, Santander se enfrenta a un cargo máximo de 2.635 millones de euros en conjunto si se cumplen los peores escenarios en Polonia y en Reino Unido. Todo cambiaría si finalmente bastan los 1.400 millones en provisiones ya realizadas por las hipotecas polacas y Santander UK se cubriera al 100% a largo plazo con 150 millones, aunque las mismas fuentes lo consideran poco probable.