Valentín no copia a nadie, los demás le copian a él, Valentín no imita a nadie, los demás le imitan a él, Valentín no emula a nadie, los demás le emulan a él, Valentín no tiene héroes, los héroes tienen a Valentín, Valentín no tiene referencias, la referencia es él, Etc.
Un saludo. :)))
The whole thing was designed to keep you poor - Robert Kiyosaki
Te expongo el gráfico de la divisa Euro - Yen japonés a lo largo de los años. Como puedes apreciar, ahora se encuentra "en todo lo alto". La apuesta a la quehago referencia, es que el EUR/YEN "vuelva a caer" a niveles más bajos en el corto-medio plazo. Pero uno nunca sabe, por ello lo llamo "apuesta".
Euro Yen imagen de largo plazo. Hacer click sobre el gráfico para ampliar
De éste modo, se puede obtener una doble recompensa invirtiendo en acciones japonesas; por un lado de la evolución de dicho mercado/empresas que compres, y por otro el de el comportamiento favorable "esperado" del par de divisas EUR/YEN.
Esta es una jugada que ya la puse en práctica, con el Euro y el dólar canadiense comprando a 1,61 EUR/CAD en enero del 2016, y entrando en commodity-equities canadienses que aún mantengo. Véase mensaje #8
El porcentaje de exposición a tomar en japón es decisión propia. Unos ya tienen cartera global y ya están expuestos entorno al 5-6%. Si se desea una mayor exposición, pues quizás lo más recomendable sería un fondo/ETF expuesto exclusivamente a empresas japonesas. Dado que los ciclos de pares de divisas son relativamente largos en el tiempo, me inclinaría por gestión pasiva, porque quizás (no lo podemos descartar) debas esperar varios años (p.e 5 o 6 años) para sacar provecho del ciclo del par de divisas. Y para periodos temporales superiores a 4 o 5 años, los costes de un fondo de gestión activa son ya notables.
En principio, mi preferencia sería por un índice orientado al dividendo. También puedes comprar mercado. Con hasta un 10% de peso en japón de una cartera de renta variable opino que uno va ya servido, pero naturalmente siempre habrá personas que quieran especular con mayores porcentajes.
El yen está débil, muy débil. Frente al dólar estadounidense, la moneda japonesa ha alcanzado este mes niveles que se vieron por última vez en 1986. Aunque se ha recuperado ligeramente, desde el mínimo significativo de 161,95 frente al dólar, no vemos en la actualidad un contra movimiento sostenido. Ni siquiera las suposiciones cambian el hecho de que Japón pudo haber intervenido ayer en el mercado, tras la publicación de los precios al consumidor de EEUU, apoyando al yen. La rápida caída del yen -ha caído alrededor de un 15% frente al dólar solo este año- podría verse como una profecía autocumplida: el yen cae porque los inversores venden y los inversores venden porque el yen cae. ¿Está la moneda japonesa atrapada en un círculo vicioso?
La debilidad del yen se cierne sobre el mercado de divisas. Es una preocupación, no solo para el banco central de Japón, sino también, cada vez más, para su gobierno. La economía japonesa depende en gran medida de los bienes importados. La presión para intervenir en apoyo del yen sigue siendo alta. Sin embargo, las intervenciones para comprar la moneda nacional han sido históricamente raras. Con mayor frecuencia, el Banco de Japón (BoJ) ha vendido yenes siguiendo instrucciones del Ministerio de Finanzas, para evitar daños a la economía dependiente de las exportaciones, causados por una apreciación excesiva y para mantener la competitividad de los productos japoneses en los mercados internacionales.
