Pues algo habrá que hacer con los cientos de bajos desocupados desde hace algún año, que son decenas de miles en grandes ciudades. No hay ninguna posibilidad de ser ocupados de forma significativa.
Cuando Ernest Maragall era candidato para alcalde de Barcelona, quería aplicar una idea intermedia, se trataba de permitir un cambio de uso de los entresuelo y pisos en alto calificados como despachos, considerando que muchos despachos notariales, jurídicos, facultativos de todo tipo, optarian por "bajar a los bajos", se crearía una nueva oferta de vivienda en la ciudad que podría moderar ligeramente los precios y, tener las calles con menos puertas cerradas.
No era mala idea en mi opinión, probablemente insuficiente, pero infinitamente mejor que no hacer nada.
¿Interés comercial? Hoy por hoy, son 2 o 3 calles principales en cualquier localidad media o 4 o 5 en capitales de provincia, 10 o 12 en Madrid y Barcelona, 7-8 en Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao o A Coruña y fin de la historia.
Y aquello del "muy cerca de ..." por ejemplo Casp o Pau Claris en Barcelona que están pegadas a Passeig de Gràcia, si se cierra un comercio ya no se vuelve a ocupar.
De todos modos las cosas tienden a caer por su propio peso, la Ley de la gravedad se acaba imponiendo pronto o tarde.