Algunas de las posiciones que tenemos en Madriu SICAV, tales como Bet at home (Alemania) o Philip Morris (USA), son ejemplos de lo que en inglés llaman “Sin stocks”, o lo que sería lo mismo, acciones pecado. La primera es una casa de apuestas y juego online, la segunda una de las mayores tabaqueras del mundo, con marcas tan populares como Marlboro, L&M o Chesterfield. Las acciones pecado suponen sólo un 8% de la SICAV, pero nos ha parecido oportuno hablar sobre ellas.
¿Qué son las acciones pecado? No existe una definición universalmente aceptada, pero existen ciertas industrias donde su negocio parece moral y éticamente cuestionable. Los casos más típicos son las empresas de tabaco, juegos, alcohol y armas, y algunos añaden casos como la industria del carbón.
¿Cómo compara la evolución de las acciones pecado con la evolución del mercado de renta variable general?
Centramos nuestro estudio en Europa, pues parece que está algo olvidada en estudios de este tipo. Filtramos el universo de acciones para quedarnos con los casos con buena liquidez (>1 M EUR/día) y trimestralmente creamos dos grupos de acciones para los últimos 19 años (2000-2018):
- Cartera pecado: cartera equiponderada de acciones de las industrias antes mencionadas.
- Cartera mercado: cartera equiponderada de todas las acciones del mercado.
El retorno anualizado de las acciones pecado es de un 11,58%, claramente superior al resultado obtenido por el mercado en agregado, de sólo un 4,76%. Además, estos resultados se obtienen con menor volatilidad para el caso de las acciones pecado:
Si analizamos los motivos que pueden justificar este comportamiento, vemos que las compañías de la cartera pecado tienen de media un ROE (Return on equity) más alto, o lo que es lo mismo: cada euro de beneficio generado se ha reinvertido en el negocio a tasas más altas:
Por último, en nuestro ejercicio verificamos si debido a la creciente popularización de la inversión ISR (socialmente responsable, también llamada ESG) estas empresas pueden estar quedando en el olvido del colectivo inversor. Para ello miramos cómo ha evolucionado la métrica del PER (Precio/Beneficios) respecto a la mediana del mercado:
En el gráfico superior podemos ver como el PER de la cartera pecado es hoy inferior al del mercado, lo que podría deberse, como decíamos, a la creciente aceptación de criterios medioambientales, sociales y de gobernanza al invertir.
Pecar no está bien visto por la sociedad y, además, lo más probable es que uno termine pagando un peaje. Al invertir, el primer punto es igualmente cierto, pero el segundo no es tan evidente que sea así, y la evidencia de los últimos años en Europa de hecho apunta en sentido contrario. Seamos prudentes al abrazar nuevos paradigmas, ya que la privación de flexibilidad a nuestro proceso de inversión puede suponer un coste oculto.
PD: Todo el estudio es de elaboración propia a partir de datos de Refinitiv. Todas las cifras son brutas de comisiones y gastos, e incorporan el impacto de dividendos.