Si marzo del pasado año fue el punto de partida de potentes subidas en el Ibex enero de este año lo ha sido para las bajadas. En marzo se apreció un cierto rebote hasta que llegó abril y volvieron a arreciar las bajadas. La historia ya la sabemos. Las continuas dudas sobre la deuda soberana española, interesadas o no, han ido minando la confianza de forma un tanto ilógica pues las compañías del Ibex no han dejado de mostrar buenos resultados en una tendencia general de recuperación de sus cuentas. Fuera como fuere los tiburones incaron el diente y no soltaron la presa y España ha sido un dulce apetitoso con el que cebarse. Y vaya si se han cebado. Pero como todo tiene su cara y su cruz estas bajadas permitieron que quienes hemos iniciado hace poco una política de compras fraccionadas, y ese era mi caso, pudiéramos aprovechar para seguir entrando en los valores a precios no diré de ganga pero sí bastante aceptables en contraste con los que se tenían a principios de año.
En Mi Cartera experimental II ya comenté que aproveché las bajadas de enero y febrero para incrementar mi inversión. Bien, pues tras una breve pausa las bajadas prosiguieron y yo seguí invirtiendo. Veamos el siguiente gráfico.
En él se muestra, como podéis ver, la cotización del IBEX desde enero del presente año hasta día de hoy. He dispuesto dos tipos de recuadros distintos. Los recuadros rojos, más pequeños son los puntos en los que compré acciones y/o me suscribí en fondos. He intentado que el tamaño del cuadrado tenga cierta relación con el volumen de mi operación pero está hecho a ojímetro así que tampoco es un trabajo de precisión. Respecto a los recuadros negros, estos envuelven las que yo he considerado a priori como las regiones óptimas de compra, ahora explicaré porqué. Los recuadros negros los he dibujado antes de poner los reacuadros de compra para no caer en ningún sesgo ni dejarme influenciar por los datos de mis compras.
Si llevamos ya varios meses con nuestra política de microinversiones regulares nos será posible elaborar un gráfico como el que he hecho yo anotando los puntos de compra etc y tener una visión ya más global, más de conjunto. Seguramente programas como Visual Chart permitan hacer esto de forma mucho más integrada y potente pero para lo que nos ocupa con una imagen de Yahoo finanzas y unos toques de Paintbrush me vasto y me sobro ya que el análisis de nuestra rutina de compra va a ser cualitativo. Ver si lo hemos hecho bien o no, qué punto mejorar o cuales no volver a repetir.
Veamos qué podemos sacar de todo esto. En entradas anteriores ya comenté que la marea del mercado sigue unos instintos muy básicos entre compradores y vendedores es como una constante lucha en la que durante unos asaltos los compradores llevan contra las cuerdas a los vendedores y viceversa, alternándose en un baile perpetuo sin fin. El motivo de porqué nunca ninguno de los dos bandos termina de ganar es muy sencillo. Tarde o temprano todos venden todo lo que tenían por vender o, en el bando contrario, tarde o temprano todos gastan todo el líquido que tenían para comprar. Así pues siempre, siempre, siempre el mercado se acaba por dar la vuelta. El quiz nunca está en si lo hará sino cuando.
Pero estas rencillas entre compradores y vendedores no deberían importarnos gran cosa si seguimos una estrategia a largo comprando a intervalos. Sin embargo, podemos aprovecharnos de ellas para discrecionar un tanto nuestra compra optimizando mejor nuestra inversión. Parece fácil pero no lo es por ello no hay que obsesionarse en querer entrar en mínimos. Olvidémoslo si acertamos será de suerte, siempre lo es. Sin embargo, podemos incrementar nuestra probabilidad. Si bien nadie sabe dónde estará el mínimo ni cuanto valdrá, y quien os diga que lo puede acertar os estará mintiendo, sí que podemos tener indicios de que andamos cerca de un mínimo. Mínimo que siempre será local no lo olvidemos porque en la bolsa, dicho llanamente, siempre se puede caer más bajo y como el tiempo es infinito pues puede pasar de todo, guerras mundiales de por medio, pandemias y qué se yo. Así que por muy abajo que estemos nunca pensemos que es el mínimo absoluto. Hablar de mínimos absolutos en bolsa solo tiene sentido cuando hablamos sobre períodos concretos. Si nuestro intervalo de inversión es a 10 años es seguro que ese intervalo tendrá un mínimo absoluto, no sabemos cual y nadie nos dice que no sea el último año, de ahí que, aunque duela, hay que saber salir a tiempo pero eso es otra historia.
Entonces, ¿cómo sabemos que andamos cerca de un mínimo? Bueno pues sencillamente porque la bajada de las cotizaciones parece detenerse, menguar en su ritmo o directamente hace amagos de rebote. El gráfico empieza a dar la impresión de que se ha tocado fondo y los compradores que también ven el gráfico como nosotros empiezan a ser tentados por el mercado pensando en qué ganga podrán comprar. Estos soportes después de fuertes bajadas se caracterizan por ser periodos volátiles, un paraíso para los traders a corto que esos días sepan acertar en los tempos. La incertidumbre llega y cuanto más tiempo dura el estancamiento menos probable es que siga la bajada y más probable es la rotura al alza porque los vendedores pierden la paciencia y los compradores se animan cada vez más. Psicología pura. Y esto es sólo los operadores que no tienen ni idea de lo que se cuece entre los que nos contamos por supuesto.
Luego están los que realmente mueven el mercado, los verdaderamente grandes que hacen zozobrar países y monedas los que definen la tendencia del mercado y los que dejan respirar al mercado y que rebote para seguir ganando dinero porque ellos tienen la información y la información en la bolsa es dinero. ¿Se han cansado las agencias de rating de golpear al Ibex? ¿Se dan ya por satisfechos los Hedge Funds con la maniobra? ¿Han acabado en la Unión Europea de pedir medidas más concretas para España? Bueno, a todas esas preguntas y muchas otras nosotros no tenemos respuestas pero ellos sí. Ellos se llaman y se lo dicen por teléfono, mañana diré esto o aquello. Ellos saben, nosotros no. Por tanto olvidémonos de la situación de la deuda soberana y de todas esas cosas que no son más que maniobras que sirven para hacer entrar o salir dinero del mercado en su interés. Todo esto está muy bien para explicar las subidas y bajadas a posteriori pero no nos sirven para predecir nada. Si lo supiéramos es porque ya tendríamos la información en nuestras manos y entonces todo este sermón sobraría porque con la información privilegiada la especulación es un juego de niños.
Así pues lo más que podemos hacer es ir comprando un poco cuando creemos estar en soportes y a verlas venir.
En busca del mínimo
Bueno, ¿y qué hice yo viendo la que caía? En vez de lamentarme y entrar en pánico me limité a mantener las acciones que ya tenía, a seguir cobrando sus dividendos y a aprovechar para incrementar mis posiciones en ellas siguiendo diversos criterios básicos que me había autoimpuesto. Después de todo apenas había empezado a invertir en serio por lo que mis pérdidas eran despreciables en comparación a mi capital acumulado. Así que aquello que no mata nos hace fuertes y, francamente, a mí no me ha dolido. A continuación mis cuatro criterios básicos, a saber:
1.- Trato de mantener el peso de mis 6 títulos básicos a un nivel semejante así que, cuando la contribución de alguno de mis títulos es demasiado baja compro más de ese. Mis 6 títulos están debidamente seleccionados siguiendo unos criterios que ya definí en mi lista de valores a seguir y confío en todos ellos.
2.- Como dije en anteriores entradas sobre mi cartera trato de privilegiar la entrada en fondos descorrelacionados con el Ibex por encima de la compra de más acciones. Compro acciones y fondos pero dado que tenía un excesivo peso de Íbex y dado que, por ahora, no me puedo permitir la inversión en acciones extranjeras la política ha sido la de lograr un 60% ibex y 40% en fondos no-ibex.
3.- Cada mes trato de invertir parte de mi líquido disponible aprovechando el grueso de mi tasa de ahorro mensual que ha sido hasta la fecha muy alta.
4.- Incremento la frecuencia de mis inversiones cuando creo estar cerca de un mínimo y la reduzco cuando creo alejarme.
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Y bien, ¿he cumplido mis objetivos marcados? El punto 1 se puede decir que más o menos sí, actualmente tengo a todos mis valores menos uno en unas 3 unidades de inversión. El punto 2 casi está conseguido pues he alcanzado ya un 38% de mi inversión colocada en fondos y el 62% restante en mis 6 acciones del Ibex. Mi incremento en fondos ha privilegiado especialmente al fondo mixto en materias primas el cual se ha comportado excelentemente bien y del que espero mejores comportamientos en el futuro. Actualmente mi capital de fondos se divide en 6 fondos diferentes. La ventaja con los fondos es, como ya dije en entradas anteriores, que puedo fraccionar aún más mis compras. No hace falta pues que invierta una unidad de inversión entera para minimizar las comisiones. Respecto al punto 3 se puede decir que he mantenido mi disciplina de inversión sin excesivas variaciones y cuando la bolsa recupere sin duda dará sus frutos.
Y llegamos al punto 4. ¿He comprado realmente cuando debía comprar o muchas veces me he guiado más por el impulso que por la racionalidad? Si nos fijamos en el gráfico podemos observar que cuando la bolsa está estable y con subidas recientes mis compras se producen a intervalos largos. Sin embargo, en cuanto se producen las bajadas empiezo a comprar con mayor frecuencia. Cuando alcanzo a ver que estoy en soporte sigo comprando. Aun así mis puntos de compra podrían haber mejorado especialmente los de la segunda bajada. Creo que no se debería comprar en la bajada sino cuando llegamos a una estabilización y para eso no vasta con una semana. Pienso que conviene esperar probablemente dos o tres semanas para ver si se ha estabilizado la bajada. En varios de mis puntos de compra he pecado pues de precipitación, son aquellos en los que compro en plena pendiente a la baja, en pequeños escalones que aun no se han confirmado y que luego resultan ser más bien salientes de una acusada pendiente. Mi impresión es que cuando la bolsa baja existen oportunidades de compra, ciertamente, pero que debemos esperar a llegar a los escalones de soporte para comprar y aguantar posiciones. Por fuerza, uno de estos escalones, no sabemos cual, será el punto de partida para el cambio de tendencia. En cambio, debemos evitar precipitarnos para no comprar en lo que parece el inicio de un escalón de soporte porque siempre puede ser un simple saliente en la caída. Hay que aguantar y a veces esa es la verdadera virtud de la buena inversión.
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Conclusiones y estado de mi cartera
Concluyendo: Mi ritmo de inversiones no ha sido malo pero es manifiestamente mejorable. Si incrementamos la frecuencia de compra cuando llegamos a un escalón de soporte incrementamos las probabilidades de comprar en mínimos. Si evitamos comprar en la caída siendo pacientes guardaremos más líquido para cuando llegue el verdadero escalón. Os recomiendo a los que tratáis de realizar compras periódicas que os hagáis un diagrama semejante al mío para observa quan bien o mal lo habéis hecho para poder corregirlo en el futuro.
Cartera de acciones (su peso en %): Acciona (9,0%), BME (9,3%), Gas Natural (7,1%), Iberdrola (11,0%), Repsol (14,5%), Telefonica (11%)
Cartera de fondos: Eurostoxx50 (4,2%), SP500 (2,1%), Mixto Europeo (2,0%), Asia sin Japón (8,6%), Mixto materias primas (17,4%), Europa emergente (3,8%)
Siendo el 100% el total de capital invertido en fondos y acciones conjuntamente.
Sobre mi cartera como se puede observar carece de bancos y es que como ya he dicho no me fío de ellos, dan muchos sustos mucha volatilidad hoy se desploman mañana repuntan... no ofrecen un perfil consistente por lo que nunca he pretendido, ni lo haré, invertir en ellos. Hay suficientes empresas fiables como para tener que recurrir a los bancos. Como vemos en el gráfico anterior ello la ha hecho menos vulnerable a los desplomes por las crisis de deuda soberana pero también a sus rebotes lo que ha moderado su fluctuación y globalmente se ha mantenido mejor que el índice.
Básicamente, de mis acciones y fondos despuntan especialmente Repsol y el fondo en materias primas. Los motivos no son otros que su buen comportamiento que ha sido debidamente premiado y lo que es más importante la extrema confianza que tengo depositada en el oro negro a medio y corto plazo. En el próximo post hablaré de ello. Como veis si sumamos las dos contribuciones me sale que un 31,9% de mi cartera está ligada de forma más o menos directa con el precio del petróleo. Porcentaje que quiero que suba a un 35 - 40% a base de incrementar posiciones en el fondo de materias primas.
Un saludo y hasta la próxima.
