Confirmado, en el taller me han devuelto la bola de cristal y me han dicho que la placa base está dañada y no tiene solución. El ganador finalmente ha sido Trump, cosa que no esperaba. A nivel personal lo considero una mala noticia por el retroceso en derechos sociales, civiles y medioambientales que va a suponer, además de evidenciar un síntoma más profundo de descontento global representado en posturas políticas aislacionistas e intransigentes.
Pero vamos a analizar los diferentes aspectos y el panorama que se abre a partir de este momento. Iba a diferenciarlo entre un análisis político y otro económico pero considero que está todo intrínsecamente unido. En este momento debemos plantearlo como una partida de ajedrez, la elección de Trump ha sido un movimiento que casi nadie esperaba y como tal obliga al resto de piezas a replantear los siguientes movimientos y estrategia a largo plazo.
Debemos tener en cuenta que lo visto en la campaña ha sido una imagen diseñada para mostrar una figura alejada del establishment establecido y con evidentes proclamas incendiarias que una vez en el poder difícilmente podrá llevar a cabo. El ejemplo más claro está en su primer discurso como Presidente.
El partido republicano controlará las dos cámaras y en breve impondrá un cambio en el Tribunal supremo rompiendo el precario equilibrio en el mismo. Pero el propio partido está roto y algunos de los principales enemigos de Trump los tiene en sus propias filas. Eso significa que lejos de tener un bloque unido y homogéneo para las votaciones más significativas e importantes puede tener elementos díscolos en su propio grupo político que frenen varias de sus próximas leyes y enmiendas.
El establishment reinante en Washington se ha posicionado claramente a favor de Hillary (lobies, grupos de presión, activistas, etc.) y está por ver su respuesta ante los proyectos del nuevo presidente. El funcionamiento político en Washington es mucho más complejo de lo que parece (que se lo pregunten a Obama…)
Hay que valorar también que en número de votos ha ganado Hillary aunque en estados haya ganado Trump. Ello presupone una fuerte contestación popular para esta nueva legislatura.
Que haya ganado Trump no significa que se vaya a producir un hermanamiento con Rusia. Podremos asistir a una rebaja en la tensión en ciertos aspectos de la política exterior pero Trump no puede aparecer ante la opinión pública como el nuevo amigo de Rusia, demasiados fantasmas del pasado harían que la factura política fuera demasiado costosa. Es más, si lo necesita en algún momento estoy convencido que el señor Trump se enfrentará a Putin si necesita desviar la atención.
La elección de Trump es el síntoma que a nivel global existe un grave descontento con lo que hemos llamado globalización. Bulgaría, Polonia, Francia con su frente nacional, Gran Bretaña y su breixit, Alemania con PEGIDA, Rusia , Filipinas son solo otras paradas en el camino de este descontento global que nos lleva de nuevo al periodo de entreguerras (I y II Guerra Mundial) europeo…
Analicemos ahora las propuestas de Trump y su traslación a la práctica
Muro con México y deportación de 10.000.000 millones de inmigrantes “ilegales”: Imposible de llevar a la práctica salvo alguna imagen simbólica de cara a los sectores más conservadores del país. Por otro lado si incrementará las tasas a los productos importados desde México, siendo este última una de las victimas económicas de la elección de Trump
Proteccionismo : se renegociará el tratado con México y Canada, y aunque entre sus promesas estaba eliminar el acuerdo transpacífico (TPP) no se llegará a tanto manteniendo dichos acuerdos pero con negociaciones para modificar sus condiciones, al igual que en las negociaciones con TTIP será mucho más duro quedando diluido su contenido. Aunque dichos acuerdos (diluidos) seguirán adelante, debemos ser conscientes que el TTIP (y el resto de tratados) era simplemente la traslación de un gobierno de personas a un gobierno de compañías, cuestión que no va a cambiar.
Relación con China: aquí será uno de los campos donde más difícil lo va a tener Trump para aplicar sus promesas sobre incrementar los aranceles y medidas para restringir el comercio internacional. El primo Chino lleva muchos billetes verdes en su cartera (reservas en dólares) y mejor no hacerle enfadar.
Obamacare: Ya podemos darlo por finiquitado, los más beneficiados las compañías farmacéuticas y lobby sanitario, por desgracia para cientos de miles de personas.
Reducción de impuestos: medida que se aplicará y dará lugar a una rebaja fiscales importantes. Dicha medida conllevará una merma en los ingresos fiscales lo cual será analizado con lupa por parte de la FED de cara a nuevas médidas.
Plan de obras públicas por valor de 275.000 millones de doláres ¿asistiremos a un nuevo New Deal? Lo dudo, aunque estoy convenido sí que se promoverán las mismas, luego habrá que ver de dónde saca los fondos para las mismas (seguro que de mayores impuestos no)
Bombardeo a las posiciones del Estado Islámico: este sin duda lo cumplirá, además de mantener el el gobierno sirio a Al-Ásad
Rechazar el acuerdo climático de París: Por desgracia otro de los paganos de las elecciones. Ello supondrá retomar el fracking y potenciar la adicción al petróleo como gasolina del motor de combustión económico. Los principales damnificados las empresas dedicadas a las energías renovables.
Conclusión
Creo que vamos a asistir a un cambio radical del señor Trump a una versión mucho más suavizada y dialogante. Ello no es óbice a que estoy convencido que supondrá un retroceso muy importantes en materia de derechos sociales, civiles, medioambientales y sanitarios para los estadounidenses. También que decepcionará a muchos de esos votantes frustrados con el sistema y el establishment que han votado en contra de los mismos. En diversos medios se analizaba las expectativas de retroceso de la economía norteamericana si ganaba Trump. Desde mi humilde opinión considero que va a ser mucho menos de lo pronosticado (ante la imposibilidad de llevar a la práctica muchas de sus de sus medidas) lo cual será la constatación de que hemos pasado de una democracia participativa a una democracia de compañías privadas.
Y a nivel bursátil vamos asistir a un periodo de volatilidad mientras se concretan las principales líneas de acción del nuevo presidente, aunque considero que la elección de Trump como presidente no va a ser el catalizador que lleve a la corrección en la bolsa americana de un 15-20% que pronostican algunos. Dicha corrección llegará (estando en máximos históricos más tarde o temprano se producirá, es simple estadística) pero se producirá por la enorme cantidad de deuda y efectivo en circulación o por algún suceso concreto o factor geopolítico que afecte a las principales economías mundiales.
Así que calma y buenos alimentos, en bolsa (y en otras muchas cosas) la máxima de oro es no dejarse llevar por el pánico. Estos días son aquellos en que los pequeños inversores llevados por el pánico les regalan el dinero a los tiburones que pululan por el océano financiero. Y volver nuestra vista a los fundamentales y a las empresas que ceemos lo están haciendo bien en sus respectivos sectores.
P.D.: Recuerden Ustedes que la bola de cristal no me funciona…