"Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta" es una célebre frase pronunciada por Henry Ford, la cual ofrece varias enseñanzas como adoptar una actitud positiva, o la perseverancia, o el establecimiento de objetivos trascendentales, entre otras.
En nuestro día a día existen innumerables obstáculos que en más de una ocasión magnificamos e incluso llegamos a pensar que no seremos capaces de superarlos, tal como podría ser un gasto inesperado que nos trastoque el presupuesto y despierte nuestra preocupación sobre la posibilidad de no llegar a fin de mes, o la queja/reclamación por parte de un cliente que nos quita el sueño por la posibilidad de que ésta escale a instancias superiores, o la proximidad de la fecha del examen de esa oposición que venimos preparando desde hace mucho tiempo… ¡qué nervios! Y así, incontables circunstancias que atravesamos a lo largo de los años y que generan un estrés totalmente justificado, aunque muy malo para nuestra salud.
Pero luego, con el transcurso de los años si nos paramos a reflexionar y miramos hacia atrás, vemos que esas preocupaciones en la gran mayoría de los casos se podrían haber evitado, si hubiésemos conocido de antemano el resultado de esas situaciones que parecían imposibles de superar, y que finalmente superamos con creces… ¡Y así es la vida! Pero la “buena noticia” es que eso no solo te sucede a ti, sino también al resto de los mortales; una realidad a la que se aplicaría la conocida frase ya utilizada en la antigua Roma, y que te dejo a medias para que la termines: “Mal de muchos…”.
Lo que realmente condiciona nuestro futuro suelen ser eventos puntuales y contados con los dedos de una mano, como podría ser la pérdida de un ser querido o una enfermedad grave; aunque gran parte de ellos consisten en decisiones trascendentales que tomamos, tales como la carrera que decidimos estudiar, o emprender un negocio, contraer importantes deudas difíciles de digerir, o la elección de la pareja con la que formaremos una familia, por citar algunos ejemplos.
Y en el ámbito de las inversiones financieras la dinámica es la misma que la de nuestro día a día en la vida real.
A corto plazo se generan sucesos que hacen caer las valoraciones de los activos que cotizan en los mercados financieros, y que producen pánico entre los inversores; lo que les lleva en varias ocasiones a tomar malas decisiones de ventas impulsadas únicamente por ese miedo paralizante que no permite mantener la vista en el largo plazo.
La inversión a largo plazo
Para evitar esos sobresaltos que produce la volatilidad de los mercados financieros, y que terminan convirtiéndose en estrés y preocupaciones, lo recomendable será invertir a largo plazo; con miras a diez o veinte años vista.
Es importante llevar a cabo inversiones que generen valor a largo plazo sin reparar en las fluctuaciones cotidianas de los mercados, a fin de alcanzar verdaderas rentabilidades con el transcurso de los años.
Esas inversiones financieras que generan valor, serán aquellas que se realicen en empresas infravaloradas o subestimadas por el mercado y cuyo valor intrínseco es superior a su precio actual en Bolsa, dado que con el tiempo se espera que el mercado ajuste el precio de estas acciones reflejando su verdadero valor. En definitiva, podríamos decir que la filosofía de quienes realizan este tipo de inversiones es que “el tiempo pone las cosas en su sitio”.
Como podrás apreciar en la siguiente gráfica, allí se exponen los eventos más relevantes que sucedieron a lo largo de los poco más de sesenta años transcurridos, y verás que a pesar de la crisis de los misiles en Cuba, la guerra de Vietnam, la crisis del “efecto Tequila” de México, el atentado en las Torres Gemelas de Nueva York, o la pandemia del Covid-19 por citar algunos sucesos, éstos no han sido capaces de doblegar al mercado bursátil en el largo plazo dado que su tendencia ha sido alcista, y el pago de los dividendos de las empresas que componen (por citar un ejemplo) al S&P 500 se ha ido incrementando.
A simple vista, podríamos afirmar que a largo plazo la inversión bursátil carece de riesgo. Pero cabe aclarar que este gráfico refleja el conjunto de empresas que conforman el índice bursátil S&P 500; por lo que si se analiza caso a caso de cada una de las empresas que lo conforman, evidentemente habrá casos de empresas cuyo desempeño es mejor, y empresas que lo hacen peor. Y si se invierte en la empresa equivocada, a largo plazo también existe el riesgo de perder (parte o toda) la inversión.
Es por eso, la necesidad de diversificar el capital invertido y apostar por empresas que el mercado esté infravalorando, pero que tengan suficiente potencial de crecimiento a largo plazo. Por lo tanto, en este caso “la pregunta del millón” sería: ¿Cómo identificar entonces aquellas empresas infravaloradas por el mercado, o saber cuándo están “baratas”?
Inversiones de gran valor
Para llegar a identificar aquellas empresas subestimadas por el mercado y que cotizan a precios por debajo de su valor intrínseco, es necesario tener en cuenta diversos aspectos como su modelo de negocio, dado que éste deberá ser estable y bien definido, o empresas que ofrezcan productos o servicios esenciales, que tengan ventajas competitivas al operar por ejemplo en sectores con fuertes barreras de entrada, o sus proyecciones de crecimiento dentro de sectores que a su vez se encuentren en expansión.
En cuanto a los aspectos financieros, será necesario asegurarse de que la empresa tenga un flujo de caja libre positivo y creciente para poder resistir ciclos económicos desfavorables, o llevar a cabo un análisis de ratios como la relación precio-beneficio (P/E ratio), precio-valor en libros (P/B ratio), o el ratio de deuda sobre capital (D/E ratio) entre otros, y calcular métricas como el crecimiento de sus ingresos y beneficios, el ROE (Return on Equity) y el ROIC (Return on Invested Capital), o el margen de beneficios.
Con respecto a su valoración intrínseca, se suelen aplicar métodos de valoración como los Flujos de Caja Descontados, y si el valor intrínseco calculado es mayor que el precio actual de la acción, la empresa podría estar infravalorada. Otro método podría ser el Análisis de Múltiplos, que compara la empresa con sus competidores directos usando métricas como P/E, EV/EBITDA o P/B. En este caso, si los múltiplos de la empresa son significativamente menores que los de su industria, podría ser una oportunidad de compra.
A su vez, es necesario evaluar la salud financiera de la compañía y valorar los riesgos a los que ésta se expone mediante su calificación crediticia, o la valoración de los riesgos del sector o país en el que opera.
Teniendo en cuenta todos los aspectos y técnicas de análisis mencionadas (y las que no he alcanzado a mencionar), ¿considerarías tener tiempo y capacidad para analizar todos esos aspectos? ¡Entonces adelante!
Pero si no es así, te recomendaría buscar un Fondo de Inversión cuyos gestores se dediquen a realizar ese tipo de análisis, y sigan una filosofía de inversión a largo plazo.
Fondo LTIF Classic
El objetivo del Fondo de Inversión Long Term Investment Fund Classic (LTIF Classic) que he seleccionado en esta ocasión, es proporcionar una revalorización del capital a largo plazo, principalmente a través de la inversión en una cartera global de acciones de empresas infravaloradas, con buenos fundamentales y un fuerte potencial de rentabilidad.
Al comprar siempre empresas muy baratas, se limita la caída de sus valoraciones y además, la mayoría de esas empresas pagan elevados dividendos.
La política de inversión de este Fondo de renta variable global de capitalización flexible consiste en "comprar y mantener", la cual se aplica a una selección de valores limitada pero diversificada, que el Gestor considera que ofrecen el mayor potencial de rentabilidad. Al momento de diversificar el capital, no se aplican restricciones en cuanto a las ponderaciones específicas de la moneda, el sector o la región. Normalmente, el Fondo está totalmente invertido.
Con un 15,85% de volatilidad, el Fondo presenta una beta de 0,9 y un nivel de riesgo 5.
En cuanto a su rentabilidad, cabe destacar que este Fondo de Inversión Value ha estado batiendo constantemente al MSCI AC World Index Daily Net TR EUR, su índice de referencia.
Concretamente, las rentabilidades alcanzadas se pueden ver a continuación:
Con fecha de lanzamiento el 14 de Enero de 2002, este Fondo presenta diferentes clases, las cuales se exponen en la siguiente tabla junto con las comisiones que aplica:
La gestión del Fondo está a cargo de Marcos Hernández Aguado, Gestor y a su vez CIO de SIA Funds AG, una Gestora de Fondos de Inversión de origen suizo y de tipo boutique, especializada en aplicar la inversión Value en sus dos únicos Fondos que gestiona; lo que aporta mayor compromiso por parte de la firma e implicación por parte de sus ocho profesionales que NO se dedican a la especulación, por lo que desconocen si el mercado o las acciones van a subir o van a bajar, dado que invierten en negocios que darán una rentabilidad a largo plazo. Motivo por el cual se consideran inversores-empresarios.
La cartera del Fondo está compuesta por las siguientes principales posiciones:
No obstante, si quieres conocer más detalles del Fondo LTIF Classic, puedes hacerlo a través del siguiente enlace: https://s-i-a.ch/spain-es/ltif-classic-es/
En conclusión, ante un panorama de incertidumbre económica, mantener la calma y el enfoque en el largo plazo es clave; porque al final, como en cualquier tormenta, lo importante no es evitar cada ola que aparece sino enfocar la vista hacia el faro que nos ayude a no perder el rumbo.