Decía el gran Maquiavelo: Los males en el Estado al principio son difíciles de conocer pero fáciles de curar pero cuando crecen mucho son fáciles de detectar y difíciles o imposibles de curar.
Al igual ocurre con las tres referencias del título del post: Burbujas, pirámides y pelotas, son facilísimas de ver, pero solo cuando han explotado, cuando el daño está hecho, cuando son muy difíciles de curar. Son tres cosas distintas pero con un gran denominador común y para verlo hemos de recurrir al gran Platón definiendo que es cada cosa para concluir cuál es el nexo común entre ellas.
- Burbuja. Es un fenómeno que se produce en los mercados, en buena parte debido a la especulación, que se caracteriza por una subida anormal y prolongada del precio de un activo o producto, de forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o intrínseco del producto. En las burbujas se pueden distinguir tres etapas. En la primera surge una tendencia alcista de precios que dispara la demanda de un cierto activo, aumentando su valoración cada vez más. La demanda del público está dispuesta a comprarlos precisamente porque los precios suben; las alzas de precios del activo atraen a nuevos inversores, que favorecen la demanda y aumentan el valor del activo aún más. Con lo cual el número de inversores en el mercado del activo se va ampliando hasta entrar «en manada» nuevos inversores, cada vez menos informados, con más desconocimiento y adversos al riesgo. En algún momento, la burbuja estalla. Algunos inversores se percatan de la pérdida de correspondencia entre el precio de los activos en el mercado y de los futuros ingresos que pueden esperar de ellos, de momento lo perciben solo los grandes inversores, los pequeños siguen creyendo que los precios están mejor que antes y aumentan posiciones. La huida de inversores del mercado sigue entonces un proceso simétrico al de la subida, pero a la inversa: empiezan a vender unos pocos, los precios dejan de subir y luego empiezan a bajar. Cuando un número cada vez mayor de inversores percibe que el valor del activo (motivo por el que entró al mercado) se ha revertido, la salida se convierte en desbandada con ventas a cualquier precio. Lo peor no es sólo la caída de los precios, también desaparece el mercado, es decir, los compradores se han evaporado. La banca reduce crédito y ante la falta de liquidez extrema se acelera la caída de los precios, aumenta la percepción del riesgo y todo lo que era bueno pasa a ser malo.
- Pirámide. El esquema Ponzi es una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores. Esta estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por ellos mismos o por otros nuevos inversores que entran engañados con la esperanza de obtener grandes beneficios. El sistema funciona solamente si crece la cantidad de nuevas víctimas. La palabra "pirámide" se debe a que, para que el sistema sea sostenible, los beneficios que obtiene una persona deben venir de varias personas que provienen de la base inferior. En el inicio de una pirámide (esquema Ponzi) alguien empieza a pagar tasas de interés muy altos o promesas de grandes beneficios; se difunde la noticia y acuden cada vez más clientes que han visto el cumplimiento de las obligaciones de los promotores. Los beneficios se van cumpliendo hasta que el promotor no tiene forma de captar nuevos inversores para pagar a los clientes antiguos. Estos sistemas admiten numerosísimas variantes y funcionan mientras se vayan incorporando nuevas personas, pero tarde o temprano llega un momento en el que ya no queda más gente dispuesta a entrar; es entonces cuando se hunde el sistema, "pillando" a la mayoría de los participantes por sorpresa y en números rojos. Las estructuras piramidales se caracterizan por: Son sistemas jerárquicos. Una minoría gana mucho dinero, y una mayoría pierde algo. Tienen mecanismos claros y sencillos (al menos en apariencia) para permitir que un recién llegado pueda aspirar a subir en la pirámide. Debido a que su estructura jerárquica causa una injusticia obvia, un sistema piramidal sólo se mantiene porque los perdedores ambicionan a convertirse en ganadores. Necesitan incorporar más y más gente para mantenerse en funcionamiento. Las personas dentro de la pirámide se encargan de buscar nuevos miembros. Básicamente un Esquema Ponzi es un sistema de inversión que promete beneficios sin un negocio real que lo sustente, porque esos beneficios surgen de los «siguientes inversores», que al entrar en el negocio son quienes pagan beneficios a los que llegaron antes.
- Pelota. En el argot bancario “Pelota” es un giro que una empresa efectúa a otra sin corresponder a operaciones comerciales. Su finalidad es que llevará el efecto al banco a su descuento y se le reembolsará el dinero del efecto menos los intereses estipulados. La empresa que gira el efecto ha de anotar la fecha de vencimiento para pagar el efecto antes de que venga devuelto y el banco se dé cuenta de la operación fraudulenta. Si no había dinero al principio, menos lo habrá después porque tendrá que pagar intereses adicionales.
Conclusiones: Las tres cosas son distintas y tienen dos puntos de coincidencia: son huidas hacia adelante y no están apoyados en operaciones financieras reales, o bien lo están, pero solo parcialmente. Las tres cosas tienen una presentación atractiva y en los inicios suelen generar buenos beneficios pero no tienen buen final en ningún caso. El inversor que percibe que puede acabar mal su inversión le cuesta abandonar la posición ganadora y cree que tendrá tiempo de salir; Kostolany le diría lo siguiente: Un inversionista pierde la capacidad de raciocinio cuando gana los primeros diez mil dólares. A partir de entonces se convierte en un pelele fácilmente manipulable. Los altos dividendos, que en ocasiones son superiores a los beneficios de la empresa, tienen mucho que ver con estas anomalías que crea el mercado. Los scrip-dividend son otra gran prueba de ello y un aviso de lo que le espera a la cotización en un futuro. Como siempre, en estos casos los beneficiados son los primeros participantes y su gran éxito es si saben salir a tiempo. En las dos opciones sufre el capital de la empresa.
Por todo ello se desprende que en el mercado todo lo que no son cuentas son cuentos.