En primer lugar, creo pertinente recomendar la lectura de esta entrada del blog de Juan Sainz de los Terreros que contiene una explicación muy asequible y completa sobre cómo funcionaba el Fondo, cómo se ha llegado a la situación actual y qué pasará. Viene a ser un compendio muy completo del "FAQ" o preguntas más frecuentes sobre el corralito, sin el añadido de ninguna crítica o comentario; es una exposición totalmente objetiva, hechos puros.
Por otro lado, recomiendo también la lectura de este artículo de las páginas salmón de El País del pasado domingo, que enumera todos los fondos de inversión inmobiliaria existentes en España con algunas de sus características y perspectivas, para que nos hagamos una idea de la situación y perspectivas del sector.
En mi anterior artículo me refería a que el BBVA había solucionado una situación como la presente de una forma mucho más favorable para sus clientes, comprando las participaciones del Fondo. En idealista comentan que esa operación (y otras) pueden tener un efecto muy negativo en la contabilidad del Banco, que pagará con caídas en la cotización cuando esa circunstancia sea más visible. En blogahorro señalan que esto supone repartir "el dolor" entre los accionistas, en lugar de hacerlo entre los partícipies; pero muy oportunamente señalan también que los accionistas ganarán más o menos según los clientes que tenga el banco; puntualización que está en la línea de lo que señalaba en mi anterior artículo: el Santander da una pésima imagen que le hará perder mucha clientela, justo a la inversa que el BBVA, por lo que esta entidad podría considerarlo de hecho como una inversión en publicidad; además de que financieramente también será más ventajoso para el banco comprar las participaciones que liquidar el fondo, ya que al destinarse los inmuebles a alquileres y no a la compraventa especulativa seguiría teniendo unos ingresos recurrentes.
Otra cosa es que el banco pretenda hacer negocio incluso con el corralito, como cabe deducir del análisis que ha hecho Paco Álvarez, gran comunicador y divulgador de la (in)formación financiera a través de su espacio semanal "La Bolsa y la vida" los sábados por la mañana dentro del marco del programa "No es un día cualquiera". Este último sábado, por cierto que con programa emitido desde Oviedo, Paco Álvarez apuntó dos datos que ponen en entredicho la catadura moral de la directiva del Banco Santander.
Por un lado, hizo las cuentas de las comisiones que viene cobrando y va a cobrar la gestora del Fondo sometido al corralito. Así, partiendo del patrimonio acumulado hasta ahora, calculó en diez millones de euros las comisiones de gestión que cobra anualmente; y, tras la rebaja de comisiones que ha aprobado tras decretar el corralito, calcula que quedarán en dos millones y medio de euros (cálculo que creo excesivo porque no tiene en cuenta que el patrimonio debe ir bajando conforme se vayan reembolsando a los partícipes sus derechos, por los tramos del 10% que en su momento expliqué). Hay que recordar que la gestora es una sociedad del grupo del Banco Santander, de manera que mientras los inversores sigan teniendo sus ahorros retenidos en este fondo, el grupo Santander va a seguir lucrándose con las comisiones de "gestión" que les va a cobrar.
Por otro lado, informa de que el pasado otoño el Banco Santander hizo un cuantioso préstamo al Fondo, que va a generar intereses a cargo del mismo, lo que es tanto como decir de sus partícipes. Me supongo que ese préstamo está detrás de que el Fondo procediera a reembolsar a los inversores un porcentaje mayor del 10% de liquidez estipulado reglamentariamente en la ventana de liquidez de octubre. Pues la existencia de ese préstamo implica que los partícipes del fondo, que no van a poder recuperar la totalidad de su dinero por ahora, van a estar pagando intereses al Banco matriz de un préstamo que no solicitaron.
Con todo ello resulta que los inversores atrapados en el Fondo inmobiliario del Banco Santander no pueden recuperar sus ahorros por ahora; y mientras sigan atrapados en el corralito van a estar pagando al Banco Santander por dos vías: las comisiones de gestión que cobra la gestora del Fondo y los intereses que genera el préstamo que el Banco concedió a esa misma gestora, que repito que es de su mismo grupo empresarial.
Todo es perfectamente legal. Pero ¿es ético? ¿Tienen los clientes del Banco Santander motivos para estar satisfechos con el trato que les concede esa entidad? Si pudieran elegir, ¿preferirían continuar trabajando con ese banco o irse a otro?
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